La apertura el pasado viernes de la exposición La memoria diseñada. Carteles del Icaic 1960-2017, en el Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), fue ocasión oportuna para dar a conocer la reciente Resolución que declara a la colección gráfica como Patrimonio Cultural de la nación cubana.
El documento, emitido por Gladys Collazo, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, fue leído por Dolores Calviño, subdirectora de la Cinemateca de Cuba, entidad que custodia las casi tres mil piezas inscritas ya por su valor en el Registro Nacional y de América Latina y el Caribe del Programa Memoria del Mundo de la Unesco.
Dicha Resolución, la 40 del 2018, reconoce el acompañamiento dado por estas obras a la cinematografía cubana durante casi un siglo; al igual que el reflejo que emiten de todo el proceso de cambio que trajo consigo el triunfo revolucionario de enero de 1959.
También considera el hecho de que los carteles de los más relevantes diseñadores forman parte del profundo cambio producido en las artes visuales cubanas; así como el reconocimiento realizado a esta colección por el Programa Memoria del Mundo de la Unesco.
Al presentar la muestra, el crítico de arte Nelson Herrera Ysla recordó la que con mil de estas piezas fuera organizada en esa propia institución en 1979, cuando ya el cartel era un hecho relevante para intelectuales de renombre, igual o superior a la pintura, el dibujo o el grabado; exponiéndose en numerosos espacios de La Habana y otras ciudades cubanas.
Señaló que, no obstante, continuaba siendo visto como un hijo casi bastardo de las producciones simbólicas, en “los sacrosantos lugares de exhibición”, los cuales se mantenían empeñados en mostrar el arte más convencional.
Herrera Ysla expresó que resulta gratificante observar cómo, con el concurso de los jóvenes diseñadores, el cartel cinematográfico sigue dando muestras de energía, talento y creatividad; sobreviviendo a “tiempos oscuros y grises en lo cultural”, así como a la escasez de recursos materiales que aún se mantiene en el país.
Finalmente reiteró el reclamo de que, de forma permanente, los carteles cubanos de cine ocupen en el MNBA el espacio que les corresponde en la historia del arte y la cultura del país.
En la exposición inaugurada este viernes en el Edificio de Arte Cubano, el público podrá apreciar, hasta el 12 de agosto próximo, más de doscientas de estas piezas de dicha colección, producidas entre 1960 y 2017; junto a los bocetos de algunas de ellas.
Obras de diseñadores de la talla de Eduardo Muñoz Bachs, Alfredo Rostgaard y René Azcuy, comparten espacio con las de otros menos reconocidos por la crítica como Roberto Martínez y Pedro González Pulido; sin que falten representantes de generaciones posteriores, en las que figuran Nelson Ponce, Giselle Monzón y Raúl Valdés (RAUPA), por solo mencionar algunos.
Asimismo, se exponen los carteles finalistas en el concurso convocado para elegir el que sirve para la promoción de esta muestra curada por Sara Vega Miche y Laura Arañó, especialistas de la Cinemateca de Cuba y del MNBA, respectivamente.
A la inauguración asistieron Roberto Smith, presidente del ICAIC; Elena Nápoles Rodríguez, representante de la Oficina Regional de la Unesco; Luciano Castillo, director de la Cinemateca de Cuba y Oscar Antuña Benítez, subdirector técnico del MNBA.
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