“A través de las pinturas e instalaciones de esta exposición, Roberto Fabelo nos invita a un recorrido visual y conceptual donde la vida se presenta como un ciclo de repeticiones constantes, caminos que se cruzan, historias que se entrelazan. En medio de las guerras y desacuerdos que acosan a nuestra sociedad, deseamos un mundo que busque la unificación en el círculo infinito de la paz y la justicia”, apunta el sitio oficial de la Fundación Clément en Internet, galería en la que actualmente expone, con éxito de público y de crítica, el prestigioso pintor, dibujante, ilustrador y escultor Roberto Fabelo (Camagüey, 1950), Premio Nacional de Artes Plásticas 2004.
Inaugurada el pasado 8 de noviembre bajo el título de Ronda Infinita, la muestra permanecerá abierta al público hasta el 12 de enero del próximo año, y está conformada por pinturas e instalaciones de grandes dimensiones, representativas del extraordinario universo creativo del artista; en tanto buena parte de las obras fueron presentadas en importantes encuentros internacionales del arte, como las bienales de La Habana y Venecia, respectivamente; y otros trabajos corresponden a etapas creativas más recientes.
“La poética visual de Fabelo nace desde lo más profundo de su pasado, para erigirse en plena realización de fábulas y quimeras”.
En esta exhibición el maestro continúa su interés por escudriñar diferentes aristas de la sociedad contemporánea, enjundioso examen que no solo extiende su mirada hacia su país, sino también sobre los más acuciantes problemas que atañen a la humanidad en estos convulsos tiempos caracterizados, en general, por manifestaciones de injusticia social, pobreza y otros males; amén de que su obra deviene fiel reflejo de los valores más auténticos de cubanidad.
La poética visual de Fabelo nace desde lo más profundo de su pasado, para erigirse en plena realización de fábulas y quimeras, insertadas dentro de la adversa inmensidad de este tiempo, amén de una narración que, en última instancia, deviene análisis y crítica social, que toma como punto de partida la observación de todo lo que sucede a su alrededor: los hombres, las mujeres, los niños, los ancianos, las plantas, los animales, los caracoles, el mar, las comidas, los vestuarios y “todas las cosas que pueblan este raro mundo”, me dijo en una ocasión. De entre ese universo conforma sus discursos de carácter dramático y expresionista, cuyos personajes van entretejiendo una estructura arquitectónica sobre la sociedad, atrapada en el lienzo, la cartulina, la madera, el metal...
La muestra está conformada por pinturas e instalaciones de grandes dimensiones.
A través de ese poder casi sobrenatural que posee este artífice para ver a su alrededor un poco “más allá”, de actuar como prestidigitador de cuanto acontece en su medio, encantando rostros, figuras y objetos para trasladarlos al dibujo, la pintura o la escultura; lo cual le atribuye a su obra un carácter esencialmente enigmático, original y fantasioso. Cuando admiramos sus piezas sentimos una especie de alquimia espiritual que viene a alegrarnos y a hacernos sufrir.
En las palabras del catálogo de la muestra, el reconocido curador, coleccionista y galerista norteamericano radicado en Francia, Gilbert Brownstone, fundador y presidente de la Fundación que lleva su apellido, expresa: “Heredero de la formación académica de las escuelas de arte, Fabelo se distingue por sus representaciones esencialmente figurativas y su gran dominio técnico en diferentes campos, como la pintura, la escultura, la instalación y el dibujo. Su gama temática es amplia y variada. Cronista social, experto en literatura, cine y música, aborda con ironía, lirismo y sensualidad temas contemporáneos como la desigualdad social, la injusticia y la ambigüedad política, mientras se exploran cuestiones más íntimas como el subconsciente, los valores personales, el amor o la sexualidad”.
En la poética ambigüedad visual de las pinturas de Roberto Fabelo, o más bien en el dramatismo enérgico de sus dibujos, acuarelas y esculturas, hay una evidente denuncia de actitudes y comportamientos, expresados a través de la innovación de las formas, de la transmutación permanente de todo aquello que nutre su inspiración para ofrecer una creación plástica eminentemente enfática, en la que el sentido de lo barroco y el diseño delirante y fantástico de los personajes, tiene algo en común con la literatura latinoamericanista de García Márquez, escritor con el que siente una particular identificación.
Fabelo se distingue por sus representaciones esencialmente figurativas y su gran dominio técnico en diferentes campos”.
La Fundación Clément, ubicada en la comuna francesa de Le François, a unos 40 km de la capital Fort-de-France, abre sus puertas al público, de forma gratuita, los 365 días del año, entre las 9.00 a.m. y las 6.30 p.m. Desde el año 2005 acomete acciones de mecenazgo en favor de las artes y del patrimonio cultural en Martinica; así como ha reunido un conjunto de documentos que dan testimonio de la historia social y económica de esa pintoresca isla del Caribe perteneciente a las Antillas Menores.
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