“El cuento me motivó porque me encantó el espíritu de Fátima que a pesar de que desde que es un niño sufre todas las incomprensiones, todos los problemas, me encanta eso de Fátima no se rinde, Fátima se cae pero se levanta y eso fue lo que me inspiró de este personaje, porque yo también soy un poco así optimista frente a la vida”. Así explicó el actor y director Jorge Perugorría que lo impulsó a llevar a la gran pantalla, la historia “Fátima o el Parque de la Fraternidad” del escritor Miguel Barnet.
El encuentro con parte del elenco y el equipo que tuvo a su cargo esta producción cinematográfica se realizó en la Sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) que reserva, como cada año, un espacio para la Jornada contra la Homofobia y la Transfobia, el cual comenzó con la proyección del making off de la película, al que siguió un diálogo conducido por el crítico de cine Frank Padrón.
Miguel Barnet, presidente de la UNEAC comentó que la institución se prestigia en contribuir con la jornada. “Este es un tema tan complejo un tema que ha sido tan controvertido que aun en aquellas personas con más nivel cultural e incluso con mucha sensibilidad, a veces en estas personas hay reticencia, confusión, vacilación con el tema. Entonces por eso yo pienso que es educativo (…) un tema que ya se ha universalizado y que ha logrado en nuestro país tener una importancia y un lugar capital en nuestras preocupaciones sociales y culturales”, expresó el escritor.
Aunque Barnet afirma que su Fátima no es la de Perugorría, ni la de Carlos Enrique Almirante, quien encarna este personaje, confiesa estar muy complacido con el resultado de la película. “Yo pienso que estas vidas son unas vidas muy duras, muy dramáticas, muy adoloridas, son personas que han cercenado su sexo, y yo creo que no hay nada más terrible que no querer tu cuerpo, que no querer tu nombre, que no desear tu identidad, tu identidad de género, no querer ser lo que tú eres biológicamente. Y esa es la razón por la cual me llamo la atención el tema y empecé a escribir”, agregó.
Por su parte Jorge Perugorría explicó al público presente que acaba de regresar de México donde terminó la película, pues lo que se presentó en el pasado Festival del Nuevo Cine Latinoamericano fue una copia que se hizo con mucho esfuerzo, pues el equipo tenía la ilusión de presentarla en el evento. No obstante, hizo la invitación para ver el filme cuando se exhiba próximamente en las salas de estreno del país.
Perugorría confesó que lo que le encanta de la película es que pasada media hora, el espectador está viendo un conflicto de seres humanos, “y yo creo que en ese sentido esta lucha se tata de eso, defender los derechos de los seres humanos, más allá de sus diferencias sexuales”.
Otro de los grandes aciertos del filme, según su director es el casting y confesó estar muy feliz con el trabajo de todos los actores. “Carlos Enrique Almirante es un actor que siempre ha estado bien en todos sus trabajos, pero yo creo que aquí alcanza una madurez que lo hace crecer como intérprete y lo pone en un primer nivel no solo dentro de Cuba, sino que su trabajo realmente cada vez que las personas lo ven, lo aprecian mucho y yo creo que es uno de los valores de la película”, admitió.
Para Tomás Cao, quien asume el otro protagónico de la película, lo más importante fue el desempeño que tuvieron ambos actores, la química que hubo entre ellos, aunque nunca habían trabajado juntos.
“Pichi siempre trató, por supuesto respetando la historia original del cuento y del guión, de que fuera una historia de amor, aunque el personaje mío tiene sus rasgos de proxeneta, de bajo mundo, que fuera una historia de dos seres que se enamoran, dos seres, ya sean hombres, mujeres, dos seres, o una pareja hetero, y allí estuvimos tratando de hacer eso” explicó Tomás Cao.
Por su parte René de la Cruz comentó que aunque cada cual tenía su personaje, también deseaban encarnar el personaje de Fátima. “Todo el mundo quería ser Fátima o alguien, pero teníamos que estar en Fátima, porque era una película, yo creo muy necesaria (…) sabíamos que teníamos un material en la mano muy duro en estos tiempos”, afirmó.
El encuentro terminó como en una especie de viaje a la semilla con la lectura de fragmentos del cuento leídos por su autor: Miguel Barnet.
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