Abel Prieto, director de la Oficina del Programa Martiano (OPM) y presidente de la Sociedad Cultural José Martí; René González Barrios, presidente del Instituto de Historia de Cuba y el consagrado historiador e investigador Ernesto Limia —autor de varios libros relacionados con la Historia de Cuba en general—,se dieron cita en el Centro Cultural Dulce María Loynaz para rendir homenaje al Líder de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, con motivo de sus dos años de partida física, y al doctor Armando Hart Dávalos, a doce meses de su deceso.
“A partir de sus veinte años de edad, ya Hart analizaba que el único camino para la solución de los problemas en Cuba estaba dado a partir de la lucha armada de una forma diferente: desde el pensamiento. No es hasta 1954 en que Hart se percata de la personalidad de Fidel, luego que este sale del presidio de Isla de Pinos, a partir del manifiesto Al Cuba que Sufre, redactado por quien llegara a ser el Líder de la Revolución cubana.
El Investigador puntualizó a continuación que “cuando Fidel es detenido en México, Hart redacta una carta al presidente de ese país, en defensa de Fidel destacando que era uno de los jóvenes más profundos y trascendentes de Cuba quien al mismo tiempo sentará las bases de un país socialista y democrático. Esto ocurre seis años antes de que el Comandante en Jefe declarase el carácter socialista de la Revolución. Ya Hart había interpretado sobre la evidencia de una revolución socialista en Cuba liderada por Fidel.
“La CIA observaba ya a Fidel desde los años cuarenta del pasado siglo, en plena Guerra Fría. Nadie, antes de 1961, excepto Hart, imaginaba sobre la preparación de una revolución socialista”.
Por su parte Abel Prieto, al frente de la OPM, significó que “para las grandes batallas de carácter educativo y socio-cultural, Fidel tuvo a su lado a Armando Hart, que venía como él de Martí. No hay duda que fueron momentos decisivos de la Revolución aquellos en que ambos coincidieron en las ideas del pensamiento martiano”, para añadir que el tema de la Ética es imprescindible, algo que valoró con profundidad el doctor Hart, “una figura primordial dentro del proceso revolucionario de este país, y un hombre además que interpretó la idea de la unidad y su construcción. Realmente conozco a muy poca gente que haya sabido entender el método fidelista de construir la unidad, de sumar, de tratar por todos los medios de crear un frente común con todo aquel que no sea un enemigo de principios. Fidel y Hart continúan junto a nosotros nutriéndonos, como savia nutricia del pensamiento cubano”.
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