Eduardo Ávila Rumayor es el director de la Casa de Iberoamérica de Holguín - institución gestora de la Fiesta de la Cultura Iberoamericana y de la Feria Internacional de Artesanía Iberoarte- y una de las principales personalidades artífices de un modelo que a todas luces tiene mucho que enseñar en cuanto a sus experiencias durante todos estos años.
Según detalla Eduardo Ávila en entrevista en el Estudio Multimedial del Ministerio de Cultura, al fundar la Fiesta, siempre se tuvo la visión de crear las capacidades para asimilar y admitir a todas las expresiones culturales de Iberoamérica, y por eso, Iberoarte en su vigésima edición resultó uno de esos eventos fundados con la siguiente lógica:
“Esta es una cita que muestra relativa independencia en relación con la Fiesta pero que tributa a ese mosaico que tratamos de mostrar todos los años. Hacerlo saliendo de una pandemia representó un reto, pero resultó también el reflejo de los esfuerzos conjuntos emprendidos desde Holguín y sus autoridades de gobierno, la Dirección de Cultura y el Fondo de Bienes Culturales para gestar un megaevento con características muy peculiares”.
En la Feria de Artesanía el pueblo holguinero puede ver a menudo una expresión más concreta de una Fiesta, una que en ocasiones pudiera diluirse en salones o en instituciones; lo que le concede una pequeña magia a Iberoarte. Aquí se reúnen más de 80 artesanos cubanos en dos espacios feriales principales: en el recinto ferial ExpoHolguín y en el centro de la cuidad en la Plaza de la Marqueta. Pero esto no es todo en lo que respecta a esta iniciativa.
Eduardo Ávila Rumayor cuenta que, cuando en 1993, María Elena Walsh fundara la Casa Iberoamericana, lo hizo desde la importantísima visión de vincular cultura y turismo. Por eso, esta Casa Iberoamericana ha puesto especial énfasis en el tema del desarrollo de las industrias culturales, como un modelo de autogestión que aprovecha la capacidad real de los artistas, artesanos y promotores en general.
Así este proyecto simboliza un ejemplo muy loable, por haber sido capaz de insertarse en las lógicas de colaboración internacional a través de la aplicación de estrategias, teniendo en cuenta los cambios que desean proyectar de cara a un nuevo modelo económico más eficiente.
Además, ya llevan alrededor de seis años implementando la experiencia de participación en una gran plataforma enfocada en el desarrollo integral territorial conocida como la Plataforma Articulada para el Desarrollo Integral Territorial (PADIT). Esta iniciativa ha recibido fondos producto de la colaboración suiza, italiana, etc.
De esta forma, el desarrollo cultural puede ser impulsado desde la creación de capacidades y oportunidades para transformar de manera efectiva las vías de autofinanciación; todo en pos de potenciar el desarrollo local gestionado por las pequeñas empresas de impacto en Holguín. Sirva esto como una lección de alianzas para la diversidad de creación y para estimular acompañamientos a proyectos socioculturales que articulen los modos de implementar una economía efectiva, desde la cultura y para la comunidad.
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