Focus Danse: fisicalidad y belleza, la batalla permanente


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¿Qué es la vida de un hombre? Es la batalla de la sombra y la luz – Es una lucha entre la esperanza y la desesperación, entre la lucidez y el fervor… Estoy del lado de la esperanza, pero de una esperanza conquistada, lúcida, más allá de toda ingenuidad”.

Aimé Césaire

 

Hoy, aun insistiendo en el poder de la danza como oportuno campo de transformación y generación de múltiples instancias simbólicas y poéticas, de su poder como zona activa movilizadora del pensamiento, todavía hay quienes solo ven más allá y más acá del movimiento en sí mismo. Y lo sabemos, no basta el movimiento asociado a la danza, al cuerpo que baila e, incluso, a la técnica corporal de que él se sirve para concretar su ser expresivo; no es suficiente seguir atados a la motilidad, al ser “flujo y continuidad de movimientos”. La danza es eso, pero también, mucho más…, igualmente, lo sabemos.

“Danza: fisicalidad y belleza, la batalla permanente”, no pudo ser mejor título para encuadrar el taller que recién impartiera el coreógrafo martiniqués Jean-Hugues Miredin dentro de la octava edición del Mes de la Cultura Francesa en Cuba. El evento, en este 2024 eligió el lema “Rumbo a las Olimpiadas”, justamente como homenaje a esas zonas cruzadas entre arte y deporte como concilio cultural de lo común tejido entre ambos universos que, muy pronto París acogerá en los venideros Juegos Olímpicos. Es así que, lo físico implícito en la belleza y viceversa, vinieron como anillo al dedo para que, Jean-Hugues y los bailarines de Micompañía (colectivo que dirige la creadora Susana Pous) y estudiantes de la Facultad Arte Danzario de la Universidad de las Artes, siguieran las palabras claves que dictara el coreógrafo. Superación de uno mismo / resiliencia / desfile (desfile olímpico) / inauguración / alegría, desilusión, ira / patriotismo / implacabilidad, trabajo en equipo / resistencia física y mental…, en el poder simbólico y semántico de las palabras, estuvo la guía del trabajo.

 

A través de la exploración de los diferentes componentes que se presentan en torno al deporte, de manera individual y/o colectivamente emerge un campo de juego para ponderar la danza, el movimiento, la improvisación y la voz como herramientas esenciales que habitan el contexto de Focus Danse. Las definiciones de la palabra deporte están ahí para recordar las reglas y actitudes que debía adoptar el trabajo en taller. Sentido de grupo, cohesión, emulación y sustrato importante del deporte en el desarrollo de una sociedad, en la “creación de una sociedad”. Disciplinas de juegos, desarrollo físico y mental. El conocimiento de los efectos (positivos, sin olvidar, los negativos) sobre la salud mental de determinados individuos. La depresión ante el fracaso, el uso de productos medicinales nocivos, el dopaje, el aumento de la competencia y la autoestima como la otra cara de la moneda. Crear estados de juego, de complicidad, el empuje; efectos todos, que habitan y hacen la performance de la danza.

Para Jean-Hugues Miredin, quien viene de una amplia carrera como bailarín y maestro de yoga, después de haber desandado mundos y escenarios diversos en Norteamérica y Europa, retornar a su Caribe natal, es tiempo de reconectarse con lo esencial. Quizás su modo danzante va por motivaciones más próximas a la estructura mínimal, al esfuerzo comedido, hacia una calidad de presencia que responsabiliza el sentido apto de estar a la escucha, de la atenta mirada, del volverse propositivo; no hacia un baile que se regala desde la obviedad del bailar. Quizás tenga que ver con la exploración sobre la excelencia morfológica y elocuente del cuerpo danzante, de sus recursos expresivos puestos en función del propósito, de las circunstancias, incluso al improvisar sobre una aparente partitura inexistente.

“Danza: fisicalidad y belleza, la batalla permanente”, es invitación al cuerpo que baila para explorar espacios de significado expandidos, una suerte de dispositivo visual cinestésico que permite conceptualizar corporalmente el funcionamiento del lenguaje en modo icónico, rítmico y metafórico. El espacio que rodea el cuerpo nunca se reduce únicamente a su materialidad y se ve constantemente interpretado/habitado por una motricidad pensante que, en todas las circunstancias, le otorga significados, motivos de presencia. Incluso, siendo más abarcadores, podemos cuestionarnos elementos supuestamente más que trillados, pero no. ¿Qué es un cuerpo en escena? ¿Qué tiempo y espacio genera? ¿Qué es la “presencia”? Es el punto de partida sobre el que se construyó una gran franja de investigación/ creación, o es también una danza que se muestra más simplemente (cuerpos quietos vs. cuerpos en movimiento).

Y es que, en esas relacionalidades entre danza y deporte, entre fisicalidad y belleza, vuelve la pregunta a regir nuestros modos observantes. La danza es producida por el cuerpo, acaso es esto lo que pudiera caracterizarla; su calidad de actividad generadora de significado la caracteriza igualmente, aunque este significado parezca a primera vista bastante complejo de definir. Jean-Hugues Miredin lo tiene claro, su danza explora el conocimiento cotidiano (aquel considerado “ordinario, superficial o frívolo” por la visión académica e intelectual restrictiva) y aborda el poder de la imaginación en la vida cotidiana, la belleza como método y las metodologías imaginativas para conjurar futuros que ya están aquí y pasados que aún están por descubrir. El danzante camina, trota, corre, se agita y reposa. La marcha se hace en la medida que el sujeto danzante compromete su estar alerta, listo y vulnerable como objeto físico de la danza. La escucha del partenaire, el impulso, el acompañamiento del uno y de la otra. La dupla, el solo, el trío y el conjunto. Todas y todos en masa unánime y solitaria, cada una y cado uno, “bellamente” presentes.

El salón de VillaLola, la sede habitual que Susana Pous y Micompañía usan como cuartel general de operaciones, de donde han salido sus creaciones más recientes (Infinito o Mondo) se transformó en sitio de convivencia para que belleza y fisicalidad, mesura y entusiasmo, estudiantes, profesionales y amateurs, se expusieran desde la dimensión sensorial y poética que contiene el danzar. “Danza: fisicalidad y belleza, la batalla permanente”, teniendo como centro de sus exploraciones aquello que la cotidianidad ha extraído del lenguaje técnico del baile, ahora se restituye en la medida que propone una perspectiva sensible (quizás insurgente del pasado), señalando la persistencia de las huellas del colonialismo técnico y cultural de la danza misma, pero para inspirar modos amables y negociadores de superar el mito, a través de la acción, la imagen, lo poético e identitario de lo que somos en este Caribe hecho por la sujeción de sus aguas.

El momento de restitución del taller, de la muestra de resultados, combinó la presencia de los estudiantes de danza del ISA y a Micompañía. Asimismo, permitió recibir en VillaLola al proyecto de danza urbana Gamahd, venido desde Ciego de Ávila y que, siendo cultores del Kpop, estilo de baile enérgico y altamente coreografiado originario de Corea del Sur y estrechamente relacionado con la música pop coreana, ha logrado fusionar atentamente sonoridades de la música cubana. El estilo de baile dinámico y lleno de expresividad que combina movimientos precisos, sincronización y versatilidad, al juntar hip-hop, pop, jazz y bailes populares nuestros.

Esta producción de Focus Danse dentro de la octava edición del Mes de la Cultura Francesa en Cuba 2024, nos ratificó la perfección de la pregunta y de ella la oportuna respuesta que nos animara Aimé Césaire, la de saber que la danza debe estar “del lado de la esperanza, pero de una esperanza conquistada, lúcida, más allá de toda ingenuidad” para conseguir la justa medida entre fisicalidad y belleza.

 


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