En un diario español, en un artículo acerca de la política interna o interior de España, se escribió respecto a una reunión de gobernadores de diferentes provincias, lo siguiente: “En la cumbre de gobernadores, seguramente se habrá podido captar el pulso de la actual situación política del país”.
Analicemos el caso:
La voz cumbre en una de sus acepciones, según el diccionario académico, es ‘reunión de máximos dignatarios nacionales o internacionales para tratar asuntos de especial importancia’. La cuestión es que a esta reunión de gobernadores provinciales no puede llamársele cumbre, pues no se trata de máximos dignatarios nacionales o internacionales, ya que ninguno de estos gobernadores ejerce autoridad suprema. Una cumbre es aquella en que se reúnen dos o más jefes de Estado o jefes de Gobierno y a la cual puede añadírsele o no algún dignatario internacional, como el secretario general de las Naciones Unidas.
Ahora voy acerca de lo de captar el pulso. Me parece que captar el pulso es cosa que puede venir bien, si se tiene que comprobar que alguna persona que, por sufrir un desmayo o quedar tirada en el piso sin conocimiento alguno, se le capte el pulso para saber si se trata de alguien que se pueda reponer de tales malestares o si está moribundo o fatalmente muerto. Pero a quien esté perfectamente bien de salud se le toma el puso o se le toma la presión arterial.
Porque captar tiene varias acepciones, y de entre estas se pudiera colegir alguna propiedad como para poder captarla. Una de ellas es: ‘Percibir por medio de los sentidos, percatarse, comprender’, y ‘recibir, recoger sonidos’. Estas acepciones son más largas, pero para tratar de hacer valer lo que estoy exponiendo, solamente he tenido en cuenta parte de ellas... Para finalizar con este examen acerca de captar el pulso, solamente puedo decir que está bastante ridículo.
En definitiva, la frase o la oración de marras pudiera haber quedado redactada así: “En la reunión de gobernadores provinciales se podrá haber constatado la actual situación política del país”.
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El Diccionario del español actual, de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos, en dos volúmenes de gran tamaño, en casi la totalidad de las definiciones de las diferentes palabras expuestas como entradas, se incluye como testimonio una cita de cuando ha aparecido esa voz escrita en algún texto, y abreviadamente refiere a la fuente. Pero ahora no voy a incluir tales citas, solamente lo digo como referencia.
Veamos algunas voces registradas aquí:
Apartadizo, apartadiza: Significa ‘Que se aparta o huye del trato de la gente’.
Muladi: Era ‘en la España musulmana: Hijo musulmán de un matrimonio mixto’ y ‘cristiano convertido al islam’.
Pascantazo: Se trata del ‘incumplimiento de un compromiso matrimonial’.
Pigre: Quiere decir ‘persona perezosa y negligente’.
Ritornelo (del italiano ritornello): ‘Pasaje que se repite en una obra musical, especialmente en los coros’.
Americanismos
El adjetivo y sustantivo maromero, maromera, tiene varios significados, son cuatro, pero todos son americanismos. Voy a referirlos:
- El primero es un adjetivo que significa ‘versátil’ y esta palabra versátil —también adjetivo—, tiene la definición siguiente: ‘De genio o carácter voluble o inconstante’.
- A partir de este segundo de los significados todos son sustantivos (tanto masculinos como femeninos). Veamos: ‘Acróbata’.
- El tercero es ‘político astuto que varía de opinión o partido según las circunstancias’. (De este tipo de maromero conocimos bien en el pasado cubano).
- El cuarto tiene dos etiquetas, es decir, que es voz usada en Puerto Rico y en República Dominicana, y dice así: ‘Persona a quien hay que tratar con cautela’. Sin embargo, en esta última también debería tener la etiqueta de usado en Cuba, pues, cuántas veces hemos oído algo parecido a esto: “Ten cuidado de hacer cualquier negocio con Fulanito que él tiene fama de maromero”.
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