Por la humildad que lo caracterizaba, según testimonios de amigos y familiares, quizás nunca imaginó el músico, ensayista y compositor cubano Guillermo Tomás la trascendencia de su obra, algo que en alguna medida se hace visible en el nombre que hoy lleva uno de los conservatorios más relevantes formador de músicos cubanos.

Este centro es parte del conjunto de escuelas de arte que agrupa el Consejo Nacional de Enseñanza Artística y brinda a sus estudiantes una formación como músicos en el nivel elemental y medio, además del ejercicio en sus especialidades, a partir de la práctica de conjunto, devenida en agrupaciones musicales de pequeño y amplio formato, que tiene su máxima expresión en la orquesta sinfónica.

El desarrollo de este conservatorio y su devenir a lo largo de todos estos años, constituye el más grande homenaje a este hombre que legó grandes obras literarias y quien fuera además director de la Banda Municipal de La Habana, la cual llevaría por el camino de los premios nacionales e internacionales a la música cubana.

Guillermo Tomás nació en Cienfuegos, el 10 de octubre de 1868 y falleció en La Habana el 30 de octubre1933. Los triunfos obtenidos como director de la banda municipal de La Habana son recordados por los diversos reconocimientos en Cuba y en el extranjero. Entre ellos: Exposición de Buffalo (1901) medalla de oro, Condado de Roxbury (1901) medalla de oro, Estado de Ohio (1908) medalla de plata, Ayuntamiento de La Habana (1907) medalla de oro y Ayuntamiento de Nueva York (1914) medalla de oro, entre otros reconocimientos.

El talento inigualable del maestro Tomás lo llevó a ser miembro de la Real Academia Gallega (España) y presidente de la Sección de Música de la Academia Nacional de Artes y Letras. Además de hacer en 1911 los ejercicios reglamentados para el doctorado, obteniendo este codiciado título del Grand Conservatory of Music, incorporado a la Universidad del Estado de Nueva York.

Sin embargo, en Guillermo Tomás se da el fortuito privilegio de la comunión de las artes. Sus grandes aportes literarios forman parte del panorama artístico y cultural cubano, textos que por su relevancia han sido traducidos al inglés y encomiadas por importantes autoridades críticas de Europa y los Estados Unidos de América, entre las que más se destacan, Las grandes etapas de arte tonal (2 tomos), Los grandes poetas tonales (2 tomos), Orientaciones del arte tonal moderno (1 tomo), Ricardo Wagner (1 tomo), Mujer y arte (1 tomos), Fases del género sinfónico contemporáneo (1 tomo), La Francia heroica en francés y español (1 tomo) y La América invencible en inglés y español (1 tomo).

Junto a esto una labor pedagógica encomiable hasta el punto de compartir sus conocimientos en varias conferencias en el Conservatorio Nacional y en la Universidad, correspondiéndole el honor de ser el primer músico cubano que ha dejado oír su voz desde la tribuna universitaria, que era el más alto centro docente del país.

A este músico, compositor e intelectual cubano Guillermo Manuel Tomás, corresponde, por excelencia, el mérito de haber nacido en una gloriosa fecha a los inicios de la República de Cuba, exactamente el 10 de octubre de 1868, en Cienfuegos, quizás por tan importante coincidencia histórica su sentido patriótico al incorporarse más tarde a la lucha por la emancipación de la Patria.

En el mes de octubre, donde naciera y falleciera uno de los más brillantes artistas que ha tenido la isla recordamos el legado de Guillermo Tomás, hombre de quehacer célebre y de prestigio, miembro de la Real Academia Gallega y Presidente de la Sección de Música de la Academia Nacional de Artes y Letras, un hombre de pluma, pensamiento, música y arte.