Habana Sensual. Ciudad Clásica, del artista del lente y periodista Gabriel Dávalos, es el título del libro sobre fotografías de ballet, publicado por Ediciones Cubanas de Artex, y presentado en el Museo Nacional de la Danza por su director, el doctor Pedro Simón.

Ante todo, habría que destacar los valores estético-artísticos de esa joya de las artes visuales convertida por su joven autor en obra literaria, la cual el ilustre crítico de danza y estudioso de esa disciplina artística calificara de «hermoso cuaderno de arte […], hermoso libro».  

El volumen recoge más de 50 imágenes que presentan como protagonistas principales a integrantes del elenco artístico del Ballet Nacional de Cuba (BNC), así como a bailarines cubanos que, en el momento actual, forman parte de otras agrupaciones danzarias del orbe.

Dichas fotos registran para la posteridad momentos únicos e irrepetibles, protagonizados por Viengsay Valdés, Grettel Morejón, Amaya Rodríguez, Serafín Castro, Alejandro Virelles, Xiomara Reyes, Arianni Martín, Marisé Fumero, Edward González, Osiel Gounod, Liset Santander y Mariem Valdés, entre otras figuras consagradas del arte de las puntas a escala internacional.

Algunas de las fotos que aparecen en Habana Sensual… se exhiben como gigantografías en vallas públicas en la Ciudad de las Columnas, ilustradas con aforismos martianos; y de ellas, varias han visto la luz en publicaciones periódicas cubanas y foráneas.

No creo que nadie, en su sano juicio, se atreva a poner en tela de juicio la función básica indispensable desempeñada por la fotografía en el mundo de la danza, ya que capta un momento específico, lo congela, lo inmortaliza, lo retiene, lo salva para la posteridad; por lo tanto, el trabajo del fotógrafo de ballet es atrapar el instante perfecto.

Por otra parte, en ese volumen se percibe que la elevación y el aire, devienen una de las cosas que más motivan al autor y uno de los elementos más logrados en el arte de Gabriel Dávalos: los bailarines vuelan se despegan del piso y se elevan a la bóveda celeste.

Para ilustrar ese aserto, utiliza el díptico en que aparecen las primeras bailarinas Grettel Morejón y Amaya Rodríguez, y que marca un hito importante en ese contexto artístico-literario.

Por lo tanto, no constituye un hecho casual que ese artista del lente se haya motivado con ese elemento trascendente de la danza, lo sepa captar y se lo obsequie al lector en esas fotos de complejísimo nivel estético-artístico, que estimo perdurarán durante mucho tiempo, y estoy seguro de que algunas se convertirán, por derecho propio, en clásicas.

Por último, Gabriel Dávalos, está convencido de que La Habana es el mejor lugar del mundo donde la danza deviene el lenguaje más exacto para describir una ciudad, donde su gente vive, ama, crea y sueña.