Justo este 28 de septiembre, cuando cumpliría sus 76 años de edad, la muerte le llegó al destacado actor y promotor cultural Manuel Porto García, a causa de complicaciones de salud asociadas a la Covid-19, tras varios días de ingreso hospitalario.
Las redes sociales y plataformas digitales han sido testigos del cariño y afecto del pueblo cubano al destacado actor. Muestras de dolor tras su partida han sido visibles desde que en horas de la mañana de este martes se diera a conocer la noticia de su fallecimiento.
A través de su cuenta en Twitter, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas expresó “Con profundo dolor despedimos a Manuel Porto, uno de los grandes talentos de la actuación de nuestro país. Transmitimos nuestras condolencias a familiares, amigos y a su público”.
De la actuación se enamoró y por esos caminos comenzó a desandar hasta ganarse el reconocimiento y el cariño de muchos, por la naturalidad con la que interpretó cada personaje no solo en el teatro, sino también en el cine y la televisión.
Fue por azar tal vez que su vida llegó a los escenarios. En numerosas ocasiones comentó cómo a través del Servicio Militar se encontró con ellos y desde entonces formó parte del Movimiento de Artistas Aficionados de las FAR y halló en las artes escénicas una pasión inquebrantable en su vida.
De la sabia de importantes exponentes de la escena como Enrique Santiesteban, Reynaldo Miravalles, Raquel y Vicente Revuelta, José Antonio Rodríguez, Miguel Navarro, Verónica Lynn, Gina Cabrera y muchos otros, tomó experiencias y se nutrió de valiosas herramientas que les sirvieron para asumir la interpretación de sus personajes de una manera peculiar y a la vez contribuir a la formación de nuevos rostros en el panorama cultural de su país.
Su pasión por la actuación y por el arte todo, le propiciaron ser un incansable promotor cultural y lejos de su natal barriada capitalina de Pogolotti, fundó una obra cumbre para el desarrollo cultural comunitario: el Conjunto Artístico Korimakao, en la Ciénaga de Zapata.
Sobre este proyecto, al que consideró la obra de su vida expresó: “Korimakao es una idea tan artísticamente humana o tan humanamente artística. Me plantearon ayudar a organizar ese movimiento de la Ciénaga de Zapata. Cuando terminé la novela Cuando el agua regresa a la tierra me quedé, apoyado por el Comandante Faustino Pérez, fundador del proyecto.Vinieron personas de La Habana, Camagüey, del oriente, de otros países a integrarse a ese grupo que soñaba llevar acciones artísticas no solo a la Ciénaga sino a toda Cuba”.
Sus magistrales interpretaciones
El nombre de Manuel Porto permanecerá por siempre en la memoria histórica de nuestra cultura por la manera en que defendió su profesión, y con el amor que le impregnó a cada uno de sus personajes y trabajos realizados en el teatro, el cine y la televisión.
Obras teatrales como El tío Vania, El vuelo del quetzal o La Hoguera, unidas a muchas otras de alto valor artístico y actoral marcaron su vida en las tablas.
En tanto, el cine contó con sus magistrales interpretaciones bajo la guía de importantes directores en disímiles cintas como Leyenda (1981), Se permuta (1983), Plácido (1986), La vida en rosa (1989), Caravana (1990), Barrio Cuba (2005), Omerta (2008), José Martí: el ojo del canario (2010), bajo la guía del maestro Fernando Pérez o Esteban, de Jonal Cosculluela (2016).
http://cubarte.cult.cu/periodico-cubarte/fidel-manuel-porto-y-el-korimakao/
A través de la pantalla chica se ganó también el respeto y admiración del pueblo cubano con su participación en numerosas producciones como Sol de Batey, Cuando El agua regresa a la tierra, Algo más que soñar, o su personaje “Toñín”, en la telenovela Vuelve a mirar que actualmente se transmite por la televisión nacional.
Numerosos premios y reconocimientos como la Distinción Raúl Gómez García, el Premio Nacional Cultura Comunitaria, y muchos otros son expresión de la valía y la grandeza de este gran hombre que con su esfuerzo, constancia y pasión deja una profunda huella en la cultura cubana.
Deje un comentario