En la tarde del 18 de noviembre, fue conmemorado el Aniversario 70 de la fundación de la Juventud Socialista.

El salón principal de la Casa del Alba Cultural resultó pequeño para reunir a un público de todas las edades que, emocionado y respetuoso, conmemoró tan importante acontecimiento.

Fue un acto político cultural donde ofrecieron su arte Thami López, quien interpretó versos de Rubén Martínez Villena y Antonio Guerrero musicalizados por ella. Sus palabras introductorias y las interpretaciones mismas, evidenciaron la identificación de los jóvenes cubanos con figuras cimeras de nuestra historia, quienes desde muy jóvenes, por su accionar y legado, son fuentes de inspiración para las generaciones que se disponen a tomar las banderas de la continuidad revolucionaria.

Otro momento lleno de una lírica y un sentir dignos de la organización que se homenajeaba, fueron las interpretaciones del coro de la Academia Mariana de Gonich, bajo la dirección del maestro Hugo Oslé, compensado con el largo aplauso del auditorio.

Muy valiosas fueron las palabras de elogio a la Juventud Socialista, pronunciadas por la segunda secretaria de la UJC. La joven dirigente no obvió ninguno de los momentos destacados de la organización, el aporte a las luchas de los obreros, los estudiantes (especialmente en la Universidad de La Habana) y de los campesinos; el cumplimiento de su rol en tanto organización juvenil del PSP; la participación de esa vanguardia juvenil en respaldo, desde la clandestinidad, a la lucha revolucionaria; el significado de la revista Mella, y, en general, el legado que dejó a la AJR, organización con la cual se fundió tras el triunfo revolucionario, y posteriormente a la UJC, organización que estuvo muy atenta al accionar de su predecesora.

Las palabras de clausura fueron pronunciadas por Jorge Risquet Valdés, integrante del Comité Central del PCC y quien fuera miembro destacado de la Juventud Socialista. Risquet hizo un valioso análisis de la labor de la organización juvenil durante sus 30 años de existencia; sus actividades y riesgos; subrayó que dos de sus principales dirigentes, Flavio Bravo y Raúl Valdés Vivó, a quienes Fidel conocía desde los tiempos de estudiantes universitarios, fueron los encargados de establecer con él los contactos iniciales tras su excarcelación en 1955.

Con la lucidez y honestidad que caracteriza a los revolucionarios, Risquet hizo una justa valoración de las deficiencias de la organización que retrasaron su integración plena a la lucha revolucionaria y su inserción como parte modesta en la historia de lucha de los jóvenes cubanos.

En una reflexión excelente y también oportuna para los tiempos que corren, sentenció: Desdichados los pueblos que olvidan a sus héroes y dejan morir sus tradiciones.

Fue una tarde hermosa en que la lluvia no impidió que un considerable número de los entonces miembros  y dirigentes de la Juventud Socialista se reunieran con los jóvenes de hoy, trabajadores y estudiantes y compartieran experiencias, anhelos y conquistas.

Entre los jóvenes de entonces que se mantienen con el mismo entusiasmo luchando por Defender la Revolución y hacerla avanzar, como orientara la dirección del PSP en enero de 1959, se encontraban en el acto: Haydee Díaz, Susana Reimont, Niurka Escalante, Thais Aguilera, Olivia Miranda, Antonia Pantaleón, Nancy y Argentina Jiménez, , Carmen Gómez, Antonio (Tony) Pérez Herrero, Nelson Gutiérrez, Ebrahim Em Naranjo, José Altshuler, Alfredo Martín, Pancho Peñalver y muchos otros.