Con la rumba sucedió algo parecido que con el Son. Se sabe que la rumba tuvo su origen en Matanzas. Desde el siglo XIX la escritora costumbrista Dolores María de Ximeno ¨Lola María¨, describe una danza efectuada por un cabildo de negros esclavos que salían bailando en parejas que culminaba en una danza con el paso lento y majestuoso sobre todo en la mujer con la frente altiva y actitud erguida, con la cola de su falda suelta. Los instrumentos eran de madera y cuero que se tocaban aprisionados entre las piernas.

Con esta detallada descripción podemos llegar a la conclusión que se trata de una rumba. Desde luego, aquellos bailes ¨de negros¨ no se bailaban en la calle ni en lugares públicos, con excepción de las fiestas del Día de Reyes, sino dentro de los barracones, solares y cuarterías.

De manera que la rumba, desde sus inicios en Matanzas en el siglo XIX, estuvo relegada a manifestarse casi clandestinamente, tal como sucedió con el Son a principios del siglo XX cuando llegó a La Habana procedente de la región sur-oriental de la isla.

En La Habana, donde la rumba adquirió una gran fuerza, estuvo postergada a solares y cuarterías, habitados, sobre todo por negros y blancos pobres.

Famosas eran las rumbas de ¨cajón¨ o de ¨tiempos de España¨ que se efectuaban en los solares de las barriadas de Cayo Hueso y Jesús María, donde aún persisten solares famosos por las grandes fiestas rumberas que allí se daban como el solar de La California o el de Rancho Grande, donde todavía se baila rumba pero no como ayer, sino para recordar aquellos tiempos de puro clandestinaje. Ahora cuando en esos sitios se ofrecen espectáculos de rumba, son auspiciados por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) o por la Dirección de Cultura del Municipio y asisten grupos folclóricos donde artistas famosos ofrecen a los participantes verdaderas lecciones de cómo se baila el guaguancó, la columbia y el yambú.

¡Quién iba a pensar hace unos años que en la Biblioteca Nacional José Martí se haría un toque de rumba con la entusiasta participación de grupos rumberos y uniéndose a la fiesta empleados de esa institución!

Pero hay otros buenos ejemplos: la rumba tiene ya un elegante y bien dotado palacio donde se ofrecen seminarios, conferencias y por supuesto espectáculos donde la rumba se manifiesta en todo su esplendor. Eso nos hace pensar que ya la rumba no es como ayer. De ninguna manera esta manifestación de genuina cultura popular está marginada y relegada a los solares, sin que esto quiera decir que esto no se baila allí. La tradición sigue pero en otro sentido.

Filmes, discos, espectáculos teatrales, congregan a un público entusiasta a disfrutar de la rumba que ya se liberó de las cuarterías para enseñorearse con fuerza en el gusto del pueblo sin distingos del color de la piel.

Pero hay algo más impresionante: hace poco la prensa cubana (Granma), 9 de junio de 2015 publicó que ¨la rumba  marcó un hito en la expo universal de Milán¨. Es decir, que en Italia se bailó rumba. ¿Qué dirían de esto Chano Pozo, El Tío Tom, Malanga y otros grandes de la rumba? Si esto hubiera sucedido en España, concretamente en Andalucía, no sería de extrañar, porque sabido es que una de las variantes de la rumba, el guaguancó, posee una notable influencia del ¨cantes jondo¨ que se puede advertir cuando el cantante guía entona ¨la diana¨ para dar paso al coro y al baile.

¿Pero en Italia?... Pues sí, en Milán se reconoció a la rumba como Patrimonio de la Humanidad, en el contexto de la Expo Universal.

Allí, en el Pabellón Cubano el poeta y etnólogo Miguel Barnet, Presidente de la Fundación Fernando Ortíz, resaltó los valores culturales de la rumba y como esta manifestación danzaría permanece viva y fuerte en Cuba y apuntó Barnet que ¨nutre otras manifestaciones danzarías y musicales en Estados Unidos y otros países de América Latina y el Caribe¨.

Es decir, que la rumba, no solo salió de los barrios marginales de Matanzas y La Habana sino que llegó a Europa con la fuerza propia de los ritmos atesorados por los ancestros africanos.

Entre los días 21 de agosto al 1ro. De septiembre se bailará rumba por todo lo alto en la ciudades de La Habana, Pinar del Río, Matanzas, Trinidad, Cienfuegos, Camaguey, Guantánamo y Santiago de Cuba. El fuerte contenido cultural de las expresiones rumberas cubanas se manifestará con la alegría con que antaño se bailaba en el barrio matancero de Las alturas de Simpson, la zona más importante de esta manifestación danzaría, y donde algunos musicólogos como Raúl Martínez aseguran que fue la cuna de la rumba.

De allí son patriarcas fundadores de la rumba nombres tales como Anselmo Calle, Silverio Fuenro, Ángel Morales, Juan Bautista Gómez, Félix Campos, Salomé Fernández y las mujeres Yeya Calle, valentina Mesa, Estanislá Luna, Esperanza Fumero y Margarita Zequeira conocida por ¨Cundunga La china¨ y otros valiosos exponentes de este baile tan cubano que ya no es como ayer, porque sin lugar a dudas constituyen una legítima expresión del folclor de nuestra cubanía.

FUENTES CONSULTADAS

Dolores María de Ximeno y Cruz: Aquellos tiempos. Memorias de Lola María. El Universo SA, La Habana, 1930

De la Hoz, Pedro: Periódico Granma. 9 de junio de 2015

Martínez Rodríguez, Raúl: V Encuentro de la rumba. Ponencia. Matanzas, 1976