Hoy entre las diez de la mañana y las doce del día, estará activo un tuitazo nacional al que han invitado el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) y el Ministerio de Cultura de Cuba para conmemorar los 60 años de la primera emisión del Noticiero Icaic Latinoamericano, fundado y dirigido por Santiago Álvarez.
Decir Noticiero Icaic Latinoamericano es recordar a Santiago Álvarez de manera automática, porque el alma de las cosas nunca las abandona, y eso fue el más notable documentalista que ha dado Cuba, insuperable aún hoy en que tantas generaciones han aprendido de su magisterio genuino e integrador.
Santiago Álvarez no había estudiado cine, era un hombre culto, agudo, sensible y humanista que aceptó la tarea que le dio –sabiamente–, Alfredo Guevara cuando se nacionalizaron los noticieros, y era imprescindible cambiar la concepción y perspectiva de los mismos.
Entonces para él y para muchos otros que lo acompañaron como Fernando Pérez, Orlando Rojas, Octavio Cortázar, Miguel Torres, Daniel Díaz Torres, Rolando Díaz o Manolo Pérez, el Noticiero fue una gran escuela que se desarrolló desde la experimentación, indagación y cuestionamiento de la realidad, y la libertad de creación.
No es ocioso repetir que el conjunto de noticieros que fueron emitidos semanalmente entre los años 1960 y 1990, constituyen un documento histórico de gran valía la que se patentiza en la actualidad en virtud de la vigencia que conservan temas como el racismo y todas las desigualdades; las protestas populares, y las luchas en el mundo por la justicia social.
Declarado en 2009 Patrimonio Nacional de la República de Cuba, e inscrito en el Registro de la Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el propio año, el Noticiero Icaic Latinoamericano es, sin lugar a dudas, el archivo documental más íntegro de la historia de la Revolución cubana, pero además, como dice su presentación en EcuRed fue creado por Santiago Álvarez con producción del Icaic «para mostrar al mundo la verdad de Cuba y América Latina», sin embargo no limitó a esta área geográfica sus discursos cinematográficos.
El Noticiero Icaic llegó a amplias masas de cubanos por la arraigada costumbre en el país de concurrir al cine, por lo que pronto los espectadores se habituaron a esperarlo en las funciones y no eran pocas las veces que se oía a alguien murmurar a la salida de la proyección, que había estado mejor el noticiero que la película.
Se convirtió además en algo que se compartía, para utilizar un término tan actual, por las polémicas que provocaba desde el abordaje claro y directo de la realidad nacional y sus contradicciones, algunas de las cuales solo se reflejaban en estos materiales; la gente se reconocía, reconocía su vida, sus problemas y sus preocupaciones.
El Noticiero Icaic fue osado y cuentan que sus artífices se buscaron muchos problemas con oportunistas indolentes, y actuar así en Cuba siempre es aplaudido sobre todo cuando las críticas a los conflictos vivos del país se trataban desde una posición consecuente pero sin concesiones; así era el estilo y la mirada de estas producciones.
Santiago Álvarez lideró la transformación del lenguaje audiovisual y de la noticia, y aportó una obra de periodismo cinematográfico de alta mérito testimonial.
Sus puestas en pantalla apelaron a la emotividad a la vez que mostraban una nueva perspectiva ideológica, estética, política y humana; eran una provocación a la reflexión y al pensamiento, desde el compromiso con la realidad social, la historia del país, Latinoamérica y el mundo.
Los noticieros mantuvieron una coherencia en textos e imágenes, desde estructuras diversas que se integraban y se apoyaban en muchos casos en el humor, y la ironía como una manera de lograr la empatía con el espectador, con planteamientos atestados de cubanía y sencillez, pero a la vez con hondura ética y de pensamiento.
El Icaic y el Institut National de l'audiovisuel (INA), radicado en Francia, firmaron, para suerte de todos, un convenio en el año 2012 con una validez de 10 años, que tiene como propósito la restauración, digitalización y valorización de la colección del Noticiero Icaic Latinoamericano, por su importancia patrimonial y para la conservación de la memoria colectiva.
Esta colaboración ha permitido la restauración de las copias en 35 mm y la realización de copias digitales en formato de alta definición.
Cuando se revisan las sinopsis de cada una de las emisiones del Noticiero Icaic, se comprueba la amplitud y diversidad de los temas tratados, y se admira la capacidad que desde el punto de vista estético tuvo la obra toda para lograr una coherencia a pesar de plasmar asuntos tan disímiles como el deporte, la producción de una fábrica, una función de ballet, la guerra, una protesta social, concentraciones en la Plaza de la Revolución, la zafra, y muchos más que mantenían un sello visual incomparable.
Infortunadamente hay sucesos, muchos, de la historia contemporánea de Cuba que no han encontrado desde el punto de vista noticioso ni documental una plataforma que los recogiera y conservara en el tiempo, porque al noticiero nada lo sustituyó semanalmente y la memoria, en este sentido, está incompleta; por eso en estos aniversarios se siente su falta y la de Santiago, por eso y mucho más.
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