Dentro del abanico de eventos que propone el proyecto Rutas y Andares en esta capital, el Palacio del Conde de Lombillo acogió este martes la inauguración de la exposición Servando Cabrera Moreno: Una voz en la distancia.
La cita, programada para las 16:00, hora local, exhibió piezas de este artista plástico que forman parte de colección de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
Como homenaje en su centenario, la muestra abarca temas significativos de su producción pictórica, entre ellos, los dibujos de contenido erótico, los retratos de milicianos anónimos y los históricos del Che o Guiteras, así como los guajiros y los rostros de mujeres.
El encuentro con su obra destaca asimismo el papel del entonces Historiador de La Habana, Eusebio Leal, como coleccionista de arte y figura que posibilitó la conformación de este repertorio representativo de la gran parte de la labor artística de Cabrera Moreno.
Las obras, dispersas durante años en las distintas dependencias de la Oficina del Historiador, se exponen en esta ocasión con la finalidad de ser apreciadas y valoradas en su conjunto por el espectador.
Cabrera, egresado en 1942 de la Academia de Bellas Artes San Alejandro, tuvo una prolífica trayectoria y realizó más de 130 pinturas entre retratos al carbón, óleos, grabados y otras técnicas.
A través de sus etapas creativas, el virtuoso del pincel navegó bajo la influencia del Picasso de los períodos azul, rosa y Neoclásico, viajó por España, Italia y Grecia, visitó por primera vez México y América Central, y hasta allí llegó su talento.
Entre los premios y distinciones que mereció a lo largo de su carrera se encuentran la Mención Honorífica del XXIV Salón de Bellas Artes, del Círculo de Bellas Artes, La Habana (1942).
Además de la Medalla de Plata en el XXVIII Salón Anual de Pintura y Escultura, Círculo de Bellas Artes, La Habana (1946).
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