En días pasados, los participantes  de la primera  edición de la Bienal  Internacional de Humor Político, se dieron un “saltico” hasta  San Antonio de Los Baños. Para una jornada  motivada esencialmente  por la inauguración y las premiaciones  del XVIII Salón Nacional de Humorismo y Sátira. El certamen, convocado por el Museo del Humor se movió de su fecha inicial para integrarse a la más joven bienal de las artes visuales entre las que se convocan en  Cuba.

La apertura de "Tellerías", en el cine teatro Círculo de Artesanos, dio inicio  al programa organizado en la Villa del Humor. La muestra se integra por una docena de trabajos enviados por el caricaturista  José Ángel Téllez (Tellerías)  a los últimos salones convocados por  el Museo.  Una selección,  entre sus caricaturas personales, viñetas  de sátiras políticas y de humor general, que evidencian sus preocupaciones ante los fenómenos más acuciantes de la humanidad. La  exposición  fue curada y presentada por la museóloga María Elena Arango Larrinaga, quien destacó su  constante colaboración con la institución para su labor de promoción  cultural y formación de valores con el público infantil.

A continuación,  en el Museo Municipal fue presentada otra de las muestras colaterales programadas, "Dos Amigos que se quedan"; como merecido  homenaje a  dos  artistas gráficos recientemente fallecidos, Antonio Mariño  Souto ( Ñico) y Narciso Antonio Martínez  Nicolau  Narciso); “excelentes  exponentes del Humor gráfico en Cuba, quienes cultivaron  un vínculo profesional  y afectivo con el Museo del Humor”. Bastan las 12 obras que se escogieron para explicarse la popularidad de estos dos palanteros. Los dos dentro del costumbrismo, pero con distintivas improntas y modos de hacer, Narciso con sus “calenticas”  y sus “doble sentido”; Ñico  con sus historietas de  “El mejor Amigo”  y  su maestría en el dibujo, en la composición de los espacios que recuerdan el  pop art.

En la tarde, se realizó el acto de inauguración con la presencia de Juan Albergó Rodríguez Linares (Jefe del Departamento Ideológico del Comité Provincial  del PCC en Artemisa), Ivón Álvarez (Directora Provincial de Cultura), Yuri Belén Ramírez (Primer Secretario del Comité Municipal del PCC en San Antonio de los Baños), Eddy Michel Leiva Marrero (Vice intendente del CAM) y Danaisy García Roque (Presidenta interina del Consejo Nacional de Artes Plásticas).

En el patio de la vieja casona, Jesús Víctores Rodríguez, director de la institución ariguanabense, condujo el acto de inauguración  amenizado por varios integrantes del proyecto "La Dulce Quimera", dirigido por el prestigioso maestro Rodolfo Chacón. Además, ante la ausencia de los presidentes de ambos jurados, le correspondió leer las actas con los veredictos.

Al joven artemiseño Luis Ángel Espinosa García, se le otorgó el  Premio en Humor General, con su trabajo titulado “Jaque Mate”. “Afinación”  la viñeta de  Javier Cubero Torres recibió  la Mención de esta  categoría.El de Caricatura Personal,  fue ganado por  Jorge Luis Cabrera, por  su homenaje gráfico  a la Premio Nacional de Humor Juana Bacallao.

El Premio en Sátira Política correspondió el santiaguero residente en La Habana  José Ángel Téllez Villalón con la obra “Bloqueo para apagar”. En el mismo apartado fue reconocido con una Mención  el habanero  Cándido Isidro Cuenca, por su dibujo “Juego de Guerra”.

El Premio en Fotografía se le confirió a Adonys Carrera Acosta por su captura titulada “Terapia Intensiva”. El correspondiente a Historieta quedó en  manos del villaclareño  Javier Cubero Torres, con su obra “Intento de Suicidio. En la misma modalidad del humor gráfico  recibió una mención el también santaclareño  Jorge Sánchez Armas con  “El Duelo”.

La única pieza concursante en Humor Volumétrico mereció  un  Premio del Jurado, se trata de la costumbrista instalación “Limpieza Profunda”, concebida y facturada por  el artesano  artemiseño Joel Rodríguez Cruz.

El más importante Premio del certamen, el que otorga el  Jurado al Conjunto de las Obras lo mereció  Javier Cubero Torres.

Además de los del Jurado se dieron a conocer otros  colaterales. El  Premio Museo del Humor lo mereció  el de Melaito, Javier Cubero Torres, con su historieta “Intento de Suicidio”  y el  Premio de la Popularidad, que se decide por el público asistente, lo ganó  Antonio Ortega León por  su  pieza “Prevalezca la Paz”. El Premio del Círculo de Humoristas Gráficos de la Prensa en Las Tunas  y del Salón Nacional Sonría Compay de Santiago de Cuba se le otorgó al creador santiaguero  José Zorrilla Villalón, por su obra “Híbrido”.Por su parte,  el Círculo de Humoristas Gráficos de Las Tunas, "con el objetivo de estimular a las mujeres creadoras de humor gráfico", "por la calidad de la obra y ser la única mujer participante en el evento", reconoció  a la participante  Lillian Durån Ballestero por su obra titulada “Doña Omara y Ethiel Failde”.

Un total de 71 obras de 21 autores conforman  la muestra de este Salón Nacional de Humorismo y Sátira. Se montaron en los dos últimos locales  de la casona,  agrupadas por las categorías en concursos: Humor General (15), Caricatura Personal (18), Sátira Política, Historieta (11), Fotografía (8) y Humor Volumétrico (1). Son piezas  de diversas facturas, logradas en su mayoría, con dominio de la técnica y cargadas  de la ironía o el tono burlesco que distingue a este género de las artes visuales. Unas clasifican dentro de la caricatura editorial, propia de los medios de prensa, otras dentro del humor más costumbrista,  con chistes  gráficos que provocan la risa. No es el  todo,  ni el más exquisito  humor  gráfico  del archipiélago, sino una muestra de  su media.

Tampoco resalta entre los  mejores  salones que hemos alcanzado ver, por la cantidad de trabajos presentados, por la calidad  o por la representatividad. Se extrañan firmas reconocidas  y de quienes asiduamente participaban,  aportando variedad temática y formal a este tipo de salones. A pesar de que se  extendió el plazo y que se  podían enviar trabajos por vía  de correo electrónico. Consecuencia  de la falta de promoción y de las  secuelas que van dejando la falta de incentivos  que acompañan  los premios; esta vez fue solo un diploma.