Este martes 12 de junio fue inaugurada “La noche del jazz” en la Casa de la Música de Artemisa, perteneciente a la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, Egrem, en ese territorio. Esta nueva propuesta dentro del diseño de la Casa, responde al objetivo de diversificar la propuesta musical y brindar un espacio de alto nivel artístico que no tiene precedentes en la provincia.
Según comentó Renier Rodríguez, director de la Casa de la Música de Artemisa, se propone contribuir con la apreciación musical del público con una propuesta diferenciada que resalta los valores de una institución por donde ha pasado —en un año y medio de funcionamiento— parte de lo que más vale y brilla del contexto de la música cubana contemporánea. La noche del jazz, concebida los segundos martes de cada mes, viene a completar el diseño de programación para los diversos públicos de la Casa, que ya incluye la “Tarde del danzón”, las propuestas infantiles, la noche retro y los espacios dedicados a la FEEM y la FEU. Con este nuevo espacio —dijo— el público artemiseño podrá conocer e interactuar con lo mejor del quehacer jazzístico cubano.
Esta primera noche contó con la presentación de la joven cantante y jazzista Zule Guerra y su agrupación Blues de Habana, reconocida por su labor dentro de la nueva hornada de jazzistas cubanos, y merecedora, entre otros reconocimientos, de un premio Jojazz de Interpretación en 2013 y el premio Ópera Prima del Cubadisco 2015.
Zule escogió un variado repertorio en el que estuvieron presentes temas de sus discos Blues de Habana y de su más reciente, Sesiones de Vitrola, que acapararan el favor de la crítica en su participación hace un mes en el festival Artes de Cuba organizado por el Kennedy Center de Washington, en Estados Unidos. Durante una hora y media el público asistente, entre los que se encontraban también músicos y artistas del territorio, se deleitó con la extraordinaria voz de la cantante en temas como Sweet and big orange hope, Contigo en la distancia, Tú no sospechas, No me platiques más o El último café; y con el virtuosismo de su banda acompañante conformada por Omar González en el bajo, Jesús Pupo en el piano, Degnis Bofill en la percusión, Víctor Benítez en el saxofón y Hugo Cruz en la batería.
Al finalizar, la artista agradeció la oportunidad de este nuevo espacio para el jazz cubano y significó la atención y el cariño de un público que vino a disfrutar de una “música diferente, pero que en esencia, es también cubana”.
De esta manera, la Casa de la Música hace honor a su nombre, demostrando que no existen fronteras en cuanto a géneros musicales, y se consolida como el principal espacio cultural en la provincia de Artemisa, que combina presentaciones en vivo de lo mejor de la música cubana, con el excelente servicio y atención al público.
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