Incidencia real, mediaciones, lo alternativo y buenos proyectos en Bienal de La Habana
Llega la XV Bienal de La Habana, 2024-2025, convertida ya en un circuito importante para las artes visuales alejadas de los círculos de poder que condicionan e invisibilizan la producción artística tercermundista, cuando no imponen su canon, globalizan la creación.
Nacida con esa vocación y égida, esta edición estará celebrando los 40 años de que llegase al mundo esta cita de la visualidad en toda su extensión y lo hace replanteándose su discurso estético sin renunciar a su cometido original, atemperándose a estos tiempos de superficialidad y banalidades, de rápida cosecha y propuestas vacías, legitimadas por un mecanismo bien engrasado de promoción, marketing y ventas.
Horizontes Compartidos, pretexto, slogan y campo de acción en esta ocasión, invita a los artistas y galerías a volcar su mirada creadora en las comunidades de todo tipo, a la mirada común sin depreciar las diferencias, a la producción artísticas bajo el influjo de esos contextos volcada en tres zonas: colaboración, mediación y transdisciplinariedad, recogidos en su Plataforma Conceptual.
Para que nos comente de lo que acontecerá en algunos puntos, el periódico Cubarte conversa con Liset Alonso Compte, subdirectora del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, institución que arriba a igual aniversario, 40, y timonel de la Bienal desde sus inicios.
- Háblenos de los espacios alternativos en la mirada institucional, cada vez proliferan más en nuestro país. ¿Cómo lo tienen contemplados desde la institución, su producción estará incorporada?
Creo, en principio, que eso no es una novedad, los espacios alternativos vienen existiendo en Cuba desde hace varios años, ni siquiera, refiero, desde el 2015, hay proyectos mucho más viejos y, más que alternativos, son proyectos creados por artistas, iniciativas creadas y organizadas por artistas con el objetivo, justamente, de complementar ese universo institucional que, en realidad, no es tan amplio para la cantidad de creadores que hay en Cuba.
Estimo que esa vinculación se ha dado de manera natural, no solo con la Bienal o con el Centro Lam a través del trabajo de los propios especialistas. Varios de estos artistas realizan exposiciones, no solo en espacios institucionales, sino, en otras galerías y muchos de esos lugares alternativos o estudios de artistas que hay diseminados en toda la ciudad.
Entonces, pienso que eso es una relación que, sobre todo, a nosotros nos gusta que se dé de una manera orgánica y fluya naturalmente. Nuestro objetivo es potenciar todas aquellas iniciativas que están contribuyendo al desarrollo del arte cubano y la cultura cubana, ese es básicamente nuestro objeto como Centro Lam y Bienal. Esa fue una de las ideas de salir de la ciudad de La Habana, por ejemplo, visibilizar los proyectos que estaban sucediendo fuera de la capital con incidencia dentro de ese lugar de origen, pues tuvieron relevancia.
Y eso lo puedes aplicar de manera directa a nuestra relación con otros espacios. Recientemente, hacíamos una presentación en la Galería-Taller Gorría, Habana Vieja, con una promoción de estudiantes del ISA con los cuales ya estamos en relación; el taller realizaba un proyecto muy eficaz con ellos, nosotros aprovechamos e hicimos una presentación de la historia de la Bienal de La Habana y lo que iba a ser este próximo evento.
Ese tipo de proyectos e iniciativas es la que nos interesa potenciar y con las cuales queremos establecer este tipo de alianzas de las que hablamos cuando decimos que la edición de esta Bienal va a estar centrada en el tema de la colaboración.
- ¿Habrá evento académico?
Sí, por supuesto. La primera acción de la Bienal después de la inauguración, va a ser el evento teórico. Obviamente, todo está en un momento de desarrollo, estamos conceptualizando cuáles serán las líneas temáticas, tienen que estar relacionadas, de alguna manera, con el arte que se estará exhibiendo en la Bienal. El encuentro tendrá una semana de duración con características similares entre lo que tradicionalmente hacíamos y lo que logramos hacer en la edición pasada a nivel de la virtualidad.
- ¿Por dónde iría la curaduría general de la cita, tiene que ver con esta salida a la comunidad de las galerías y los artistas? Explíquenos.
Ese es uno de los ejes que tiene la Bienal, no solamente va a ser eso. Como mencionamos en la Plataforma Conceptual, hay tres conceptos fundamentales: colaboración, mediación y transdisciplinariedad, tres conceptos, además, muy amplios y que significan muchas cosas. El de mediación es el que ronda todo, porque nos interesa y permite buscar estrategias para mediar entre los artistas, entre los artistas y el público, el acercamiento hacia todas esas comunidades que se expanden más allá de la comunidad artística.
A veces solemos identificar la palabra comunidad con lo barrial, pero, comunidad se refiere a la comunidad profesional, la científica, educacional, etc. Son proyectos automáticamente de mediación porque está mediando; también aquellos que permiten una mediación con la sociedad y la realidad de nuestro país.
El tema de la colaboración y la transdisciplinariedad, no solamente se refieren a esos proyectos que vayan hacia a las comunidades, sino, su trabajo con otras comunidades profesionales que rondan el arte. Luego, no solo será el arte realizado en un barrio el que recoja la curaduría, es una idea mucho más amplia.
- Todavía es temprano, pero, estimado promedio de países presentes en esta edición.
Aún no lo tenemos. Tenemos que tener en cuenta que estamos jugando con un contexto económico actual muy complejo, no solo en Cuba, sino, a nivel internacional. Desde esos presupuestos, la selección de artistas va a ser la que podemos tener, los proyectos que logremos realizar; problamente no sean muchos, pero, los pocos que sean, queremos que tengan una incidencia real y que sean buenos.
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