Inestimable legado de Antonio Núñez Jiménez


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Antonio Núñez Jiménez

Qué lejos estaba de imaginar Antonio Núñez Jiménez (Alquízar, 20 de abril de 11923-La Habana, 11 de septiembre de 1998) que a los de 16 años de edad, cuando pudo hacer realidad su gran vocación profesional al explorar la Loma de Candela, en Güines, e iniciaba una brillante carrera que  lo convertiría en uno de los más brillantes científicos en Geografía, Arqueología y  Espeleología, 56 años después sería declarado por la sociedades de Geografía y Espeleológica de Cuba, respectivamente, como el Cuarto Descubridor de Cuba, ubicándose a la altura de célebres figuras como Cristóbal Colón, Alejandro de Humboldt y Fernando Ortiz.

Textos de obligada referencia

Núñez, considerado asimismo como El Padre de la Espeleología Cubana fue el primer presidente de la Academia de Ciencias de Cuba y presidente fundador de la Federación Espeleológica de América Latina y el Caribe y de diversas sociedades científicas nacionales e internacionales. Durante su prolífica carrera publicó más de 190 libros y folletos, entre ediciones sucesivas y traducciones, mil 665 artículos, 16 prólogos, y más de 70  entrevistas, en periódicos y revistas nacionales y extranjeros; amén de realizar cinco colecciones de afiches y 15 documentales para el cine y la televisión.

Entre sus numerosas publicaciones se encuentran trascendentales títulos como  Las Cuevas de Bellamar (Editorial Ciudad, La Habana, 1952); Geografía de Cuba (Editorial La Habana, 1954 y 1959); Así es mi país (Imprenta Nacional de Cuba, La Habana, 1961);  Cuba con la mochila al Hombro (Ediciones Unión, La Habana, 1963), Cuba: Dibujos Rupestres (Industrial gráfica S. A., Lima, 1975); Isla de Pinos. Piratas, Colonizadores y Rebeldes (Editorial Arte y Literatura, La Habana, 1976); Cuba la Naturaleza y el Hombre: El Archipiélago (Letras Cubanas, La Habana, 1982), Cuevas y Carsos (Editora Militar, La Habana, 1984).

Importantes textos, muchos de obligada referencia para estudiantes, investigadores y científicos, igualmente fueron escritos por Núñez Jiménez: Petroglifos del Perú (Editorial Científico Técnica, La Habana, 1986); En Canoa del Amazonas al Caribe (Editorial El Conejo, Quito, 1989); Medio Siglo explorando a Cuba (Imprenta Central de las FAR, La Habana, 1990);  El Che en Combate (Ediciones Mec Graphic Ltd., La Habana, 1998); así como La abuela (Ediciones Mec Graphic, Ltd., La Habana,1998); Cultura, Estado y Revolución (Editorial Periplus, La Habana, 1999); El Geotransformación de Cuba (Editorial Científico-Técnica, La Habana, 2018), amén de la valiosa colección Cuba: la Naturaleza y el Hombre, enciclopedia en 50 tomos que comenzó a publicarse en 1982 y que constituye el mayor reto editorial de la Fundación Núñez Jiménez (FANJ), entre otros que harían interminable esta relación.

Plena identificación con la lucha insurreccional

Su plena identificación con la lucha insurreccional, emprendida por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, le propinó numerosos problemas con la policía del dictador Fulgencio Batista. Fue detenido y torturado en varias ocasiones. Tras los acontecimientos del asalto al Cuartel Moncada participó en la distribución del célebre alegato La Historia me Absolverá junto a su esposa Lupe Véliz, y otros revolucionarios.

Sería imposible reseñar la vida profesional y revolucionaria de Núñez Jiménez en tan apretada síntesis, pero vale recordar que aquel sobresaliente y joven investigador, a la temprana edad de 17 años,  el 15 de enero de 1940, fundó la Sociedad Espeleológica de Cuba junto a otros compañeros. A través de esta institución recorrió todos los rincones de Cuba, reportando y rectificando elevaciones, nacimientos de ríos, cuevas, entre otros accidentes geográficos.

Durante su profusa existencia, la sociedad forjada por el carismático y emprendedor investigador ha acogido, desde su creación, a infinidad de profesores universitarios, historiadores, médicos, maestros, comerciantes, zoólogos, geógrafos, arqueólogos, geólogos, paleontólogos, biólogos y botánicos. Su importancia estriba no solo en haber iniciado la exploración sistemática del mundo subterráneo cubano, sino además en haber emprendido el estudio total de la geografía de Cuba, de su naturaleza y de su historia.

Hay que destacar que poco tiempo después de su apertura, esta Sociedad fue agredida por la policía batistiana, motivo por el cual Núñez Jiménez se trasladó a la ciudad de Santa Clara donde obtuvo la Cátedra de Geografía Regional (Eurasia, África y Oceanía) y Geomorfología de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, y allí creó la Sociedad Científica de Espeleología, que estudió la región central del país.

Sus exploraciones de la zona propiciaron conocer bien el terreno donde posteriormente incursionaría la Columna 8 Ciro Redondo (1958), a la que se incorporó y fue nombrado Capitán del Ejército Rebelde. Participó en la liberación de Fomento, Cabaiguán, Placetas, Remedios, Caibarién y Santa Clara, bajo las órdenes del comandante Ernesto Che Guevara.

En marcha con Fidel

De sus experiencias junto a Fidel y otros dirigentes de la Revolución, publicó el libro En marcha con Fidel (1959, 1960, 1961 y 1962, respectivamente), en los que se relata la estrecha relación del líder de la Revolución Cubana con su pueblo.

De este volumen, extraje unos fragmentos que ilustran la sencillez y fluida literatura del científico guerrillero al narrar el encuentro del Comandante en Jefe con un grupo de campesinos en la localidad de Soplillar (Ciénaga de Zapata), donde asistió, junto con Celia Sánchez y otros dirigentes revolucionarios, a la primera cena carbonera celebrada el 24 de diciembre de 1959:

 “Nos sentamos debajo de un árbol cuyas ramas se mecen por la suave brisa invernal. Los faroles iluminan las verdes hojas, que contrastan con la negrura del espacio, donde simbólicamente la Constelación del Arado parece presidir el cielo de Cuba.

“Ha transcurrido el primer año de la Revolución en el poder, no exento de dolor: la trágica desaparición del Comandante del Pueblo, Camilo Cienfuegos; la muerte de inocentes ciudadanos, víctimas de sabotajes y la metralla de aviones piloteados por la traición al servicio de poderosos durante siglos de coloniaje y tutela.

“La relación directa con este pueblo de carboneros que le demuestran una cercanía casi familiar y una comprensión de sus sentimientos, azuzan tal alegría en Fidel que nos conmueve a todos. Pienso que al tocar Fidel en el mismísimo fondo de sus pueblos, al reunirse con estos hombres, mujeres y niños para festejar la Nochebuena, muestra su profundo amor por los humildes, que lo hermana a Martí”. (Tomado de En Marcha con Fidel. Antonio Nuñez Jiménez. Editorial Letras Cubanas, 1982).

Ángel Graña González, vicepresidente de la FANJ, en exclusiva para Cubarte, dijo que la amistad de Núñez con Fidel comenzó desde la Universidad de La Habana y continuó hasta la muerte del primero. “Recuerdo que Fidel estuvo durante el funeral del eminente científico en el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias en el Cementerio de Colón. Fueron grandes amigos. Durante toda su vida el Comandante en Jefe  lo visitaba en su casa y allí entablaban largas conversaciones”.

De vendedor ambulante a prestigioso científico

En la década de los años 40 del pasado siglo, Núñez fue vendedor ambulante, jornalero en el Ministerio de Obras Públicas, empleado de la Comisión Nacional de Propaganda y Defensa del Tabaco Habano, oficinista en la Casa Fotográfica Minicam de La Habana; en tanto continuaba sus actividades científicas.

En la interminable lista de títulos que obtuvo a lo largo de su vida profesional y académica está el de Doctor en Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana, en 1951; Miembro de Honor de la National Speleological Society y miembro de la National Geographic Society en Estados Unidos; Miembro de Honor de la Sociedad Geográfica de la Unión Soviética en 1963; Miembro de la Academia de Ciencias de Checoslovaquia; Miembro de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales y la Sociedad Venezolana de Espeleología; Presidente del Centro de Estudio del Arte Rupestre de América Latina y del Caribe en Vigirima, Venezuela.

Se desempeñó, además, como Embajador de la República de Cuba en Perú (1972-1977); presidente del Banco Nacional de Cuba (1960); director Técnico de la Escuela para Instructores de Arte (1961); Director Ejecutivo del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA); Viceministro de Cultura (1978-1989); miembro de la Comisión Gestora del Gran Parque Nacional Sierra Maestra y Presidente de la Comisión Nacional de Monumentos, desde 1978 hasta su deceso, incrementando la lista de Monumentos entre los que cabe resaltar el Yunque de Baracoa o el Hotel Nacional de Cuba. Presidió numerosas delegaciones gubernamentales, artísticas, científicas y comerciales, que representaron a Cuba en reuniones, foros, giras, eventos y negociaciones en el ámbito internacional.

Explorador del mundo

Infatigable emprendedor, cuando notablemente avanzó en sus exploraciones a lo largo de la Isla, decidió explorar el mundo. Entre esas investigaciones geográficas, espeleológicas y arqueológicas se destacan las realizadas al Polo Norte (1972) y la Antártida (1982), así como las exploraciones en la Cordillera de Los Andes, desde Perú hasta Venezuela (1972-1977); en tanto igualmente lo hizo en China, Islas Galápagos, Isla  de Pascua y otros sitios del mundo. Memorable fue su organización y protagonismo en la conocida expedición En Canoa del Amazonas al Caribe y En Canoa por el Mar de las Antillas (1987-1988), en la que recorrió más de 17 400 km y 20 países de las cuencas de los ríos Amazonas, Orinoco y el Mar de las Antillas

Conocido internacionalmente por sus aportes a las disciplinas geográficas, en especial en la Espeleología —una de sus mayores pasiones—, y en temas geohistóricos de las más disímiles regiones del planeta, igualmente en 1994 creó, cuando contaba 71 años de edad, la importante fundación La Naturaleza y el Hombre que hoy lleva su nombre.

Bajo el lema Hacia una Cultura de la Naturaleza, esta institución actualmente trabaja en pos de la armonía entre la sociedad y su entorno, a través de la difusión de la obra y el pensamiento de su fundador y la activación de procesos participativos e investigación geohistórica, ambiental, cultural y social; así como incursiona en el diseño, gestión y ejecución de proyectos de conservación, recuperación ambiental y aquellos que eleven la calidad de vida de los grupos sociales, brindando asesorías y capacitación sobre temas ambientales a productores, y otros públicos interesados.

Se trata de una Organización No Gubernamental cultural y científica de carácter civil, autónoma, sin fines de lucros, con capacidad de poseer patrimonio propio y ser sujeto de derecho y obligaciones al amparo de la ley cubana. Se dedica a la investigación y promoción de programas, proyectos y acciones a favor de la protección del medio ambiente particularizando en su relación con la cultura y la sociedad.

Entre sus temas priorizados se destacan la historia ambiental y ecología política; conservación patrimonial y servicios culturales, enfocado en la preservación de la memoria histórica y el vínculo de la cultura y el medioambiente; localidades sustentables con énfasis en desarrollo comunitario, y otros muchos, incluidos el riesgo ante desastres naturales, el enfrentamiento al cambio climático y los vínculos de la economía y la sociedad con el medioambiente.

“Mantener viva la acción de Núñez Jiménez”

Ángel Graña, quien también tuvo la posibilidad de trabajar al lado del prestigioso maestro, aseveró que esta entidad tiene como fin esencial “mantener viva la acción de Núñez Jiménez en todas sus facetas, para lo cual en todas las provincias hemos creado delegaciones presididas por investigadores y científicos que fueron sus ayudantes en esos territorios. En Matanzas, por ejemplo, además de otros estudios se continúan las exploraciones en la Cueva de Bellamar, que fue su tesis para el Doctorado en Filosofía y Letras”.

En la FANJ existe un Museo Especializado, que atesora una colección de gran diversidad, compuesta por varias obras plásticas originales de artistas cubanos y extranjeros donde resalta la obra del pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, cerámica prehispánica —entre estas la más grande colección de piezas eróticas—, objetos y obras procedentes de la expedición En Canoa del Amazonas al Caribe, manuscritos y fotografías, entre otras, por la que adquiere un valor excepcional, además de por su naturaleza, por la personalidad de Antonio Núñez Jiménez y su labor en numerosos campos de la ciencia y la cultura. El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural le entregó al Museo la Categoría Especial.

La biblioteca

Ubicada en la Calle 5taB No.6611, entre 66 y 70, Playa, La Habana, y presidida por la Licenciada  Liliana Núñez Velis, la FANJ dispone además de una extraordinaria biblioteca ubicada en la Sala Sarah Ysalgué, cuyos fondos incluyen diferentes temas, a disposición de investigadores y estudiosos que así lo soliciten entre los que se incluyen: más de 23 mil volúmenes sobre Geografía Cubana y Mundial, Geología, Espeleología, Antropología, Historia y Medio Ambiente; libros antiguos de los siglos XVI y XVII; amplia bibliografía sobre Cristóbal Colón y Alejandro de Humboldt; hemeroteca con una vasta colección de revistas nacionales e internacionales: Bohemia, La Researche Cientifique, National Geographic y una colección de la revista INRA digital, entre otras.

Igualmente cuenta con medios audiovisuales (videos VHS, CDS y DVDS), relacionados fundamentalmente con los temas de trabajo de la FANJ; además de un catálogo digital en fase de actualización que recoge el registro del acervo documental al servicio del público en general. En él, se pueden consultar diferentes materiales como parte del proyecto de digitalización que lleva a cabo el Programa de Conservación Patrimonial y Servicios Bibliotecarios para la protección de los materiales originales. Es el principal Centro de información de Permacultura en el país.

Cubarte dialoga con una joven trabajadora de la FANJ

La joven Licenciada Gabriela Rodríguez Pla, a cargo de las Relaciones Públicas y la Comunicación, dijo a Cubarte que trabaja allí desde el año 2019. “Antes de llegar, conocía un poco del trabajo de la FANJ; pero sí del trabajo y la obra de Núñez. Había leído algunos textos escritos por él y que se guardaban en la biblioteca de la escuela. Estas lecturas me facilitaron conocer de sus hazañas  y sus relaciones con importantes figuras de la época. Sin embargo, comenzar a trabajar en este prestigioso centro reafirma mi opinión que rige el trabajo de la organización que es mantener vivo ese espíritu de aventura, de sentirse útil y de  trabajar hacia una cultura de la naturaleza”.

Gaby, como todos le llaman, precisó, además: “Contamos con un grupo de trabajo maravilloso que representa un gran apoyo para los jóvenes trabajadores de la FANJ y que siempre están dispuestos a compartir sus enseñanzas y experiencias. Es importante mencionar que muchos de los trabajadores que hoy tiene esta institución  trabajaron con Núñez. Otros como nosotros llegamos después, pero que de manera general, considero que reflejamos que somos más que un colectivo, una gran familia”.

Martiano innato

Martiano innato, el Cuarto Descubridor de Cuba fue un extraordinario estudioso de la vida y la obra del Héroe Nacional. En uno de sus libros, titulado José Martí; la naturaleza y el hombre (1999) pone de manifiesto el gran amor que sintió el Héroe de Dos Ríos por la naturaleza cubana. Al igual que el autor del libro, el Apóstol fue un amante incondicional de Cuba, sus montañas, sus ríos, sus flores y sus orígenes ancestrales. A través de su lectura, vemos hoy su increíble vigencia e imbricación con los preceptos de la Revolución Cubana en su empeño ecologista de preservación del Medio Ambiente y su profunda solidaridad con el Continente Americano.

Núñez Jiménez fue honrado en Cuba y en el extranjero con más de 95 condecoraciones y 180 diplomas, lauros entre los que se destacan las órdenes del Nilo, de Egipto; del León Blanco, de Checoslovaquia; la Estatal Lenin, de la URSS; la Félix Varela de Primer Grado; la del Sol de Perú; la Carlos J. Finlay y la Juan Marinello; además de la Gran Oficial de la Orden Heráldica Cristóbal Colón, de la República Dominicana, y la Orden Nacional Honorato Vázquez, de Ecuador.


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