Como a tantos otros próceres de las guerras independentistas de Cuba, Guillermo Collazo Tejeda tuvo el mérito de nacer en tierra oriental (Santiago de Cuba), de donde fue llevado a España a los nueve años de edad, donde, en julio de 1862, ingresó en la escuela de artillería de Segovia para graduarse el 22 de agosto de 1866 con el grado de Alférez. En septiembre de 1868 fue ascendido a teniente del ejército español.
Su profundo amor a la tierra que le vio nacer le convocaron a unirse a las fuerzas mambisas ante el llamado cespedista de la Guerra de los Diez (1868-1878), donde brindó lo mejor de su apego a la causa revolucionaria recibiendo los grados de Comandante.
Participó activamente en las negociaciones de paz que pusieron fin a dicha guerra y formó dúo con el también oficial Ramón Roa, para informar a todos los generales cubanos del cese de hostilidades contra el Ejército colonial español.
Al concluir dicha primera contienda independentista, se afilió al Partido Liberal Autonomista de Cuba, al igual que otros ex combatientes cubanos.
Años después, decepcionado del autonomismo, se reincorporó nuevamente a los independentistas. Conspiró activamente para reiniciar la guerra, hechoque sucedió en 1895.
Ya en tierra cubana, donde desembarca en 1896, participó al llamado Martiano de la Guerra Necesaria o segunda contienda independentista, donde es ascendido a General de Brigada del Ejército cubano en 1898.
Asimismo, se opuso activamente a la intervención estadounidense en la Mayor de las Antillas. A tal punto, que integró la junta patriótica de La Habana --fundada el 10 de octubre de 1907--, para oponerse a la corriente anexionista que durante la segunda intervención militar norteamericana abogaba porqueCuba se convirtiera en un protectorado de Estados Unidos. Al respecto, escribió varios libros donde expresó su firme oposición a dicha intervención.
Tras la constitución de la República neocolonial tuvo serias discrepancias con el entonces presidente Tomás Estrada Palma (1902-1906).
Entre 1909 y 1911 fue representante a la Cámara por La Habana; intendente general de la república hasta su destitución en mayo de 1913, por el presidente Mario García Menocal (1913-1921).
Fue miembro fundador de la Academia de Historia de Cuba (1910), desde la cual narró de las guerras cubanas de independencia.
Falleció en la capital cubana, el 13 de marzo de 1921. Tenía al morir 72 años de edad.
Quizás, entre los hechos más perdurables de la vida de Enrique Collazo haya sido su indiscutible valor como cronista histórico de dos contiendas independentistas y de una intromisión imperialista al final de una guerra que ya había sido ganada por el mambisado cubano.De esa amplísima selección de datos históricos hay que mencionar uno de sus libros: De Yara hasta el Zanjón, de alto contenido didáctico y patriótico.
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