“Tenemos que agradecérselo, en primer lugar, a Fidel Castro, fue quien le dio la tarea a Rolando Rodríguez de armar el Instituto Cubano del Libro… para cumplir un principio que había planteado en 1959: la Revolución no le dice al pueblo cree, le dice al pueblo lee”, afirmó el escritor Francisco López Sacha, durante la edición especial del Sábado del Libro, realizada en la librería Fayad Jamís y dedicada a los aniversarios 57 y 65 de la fundación de esa institución y de la Imprenta Nacional , respectivamente.
Al festejo estuvo invitada también la Dra. Isabel Monal, filósofa e investigadora, a quien se le acaba de dedicar la XXXII Feria Internacional del Libro de La Habana (FILH), 2024, junto a López Sacha. El espacio es organizado por el Instituto Cubano del Libro (ICL) y asistió Juan Rodríguez, su presidente.
Fundado el 26 de abril de 1967, el ICL, ha sido ejecutor de una de las principales políticas culturales de la Revolución cubana: la incentivación del conocimiento y la lectura, subvencionando la edición y producción del objeto libro como ningún otro país en el mundo. Organiza y realiza el evento cultural más abarcador y magno de la cultura cubana: la ya citada FILH, próxima a su XXXIII edición en el 2025.
“El Instituto Cubano del libro era la meta cuando yo tenía 18 años, empecé a leer en esa época, gracias a lo que inicialmente se llamó Instituto del Libro, la Colección Cocuyo, hecha por Ambrosio Fornet y Edmundo Desnoes… estábamos entrando en el mundo contemporáneo gracias a la fundación del ICL; mi generación se educó leyendo esos libros abiertos a todo el universo, desconocido entonces para las letras cubanas, al menos de manera general, ese principio sostuvo el nacimiento del ICL”, dijo Sacha.
Se refirió al Congreso Cultural de La Habana, realizado en 1968 “con ese sentimiento de apertura de abarcar todo lo posible el conocimiento científico, filosófico, cultural, literario, histórico y el de nuestro propio país”, señaló.
Hizo alusión también a la Colección Controversia, otra de las creadas por el ICL, en la que se publicaron “filósofos y estudiosos que no eran marxistas, pero era necesario conocerlos por el pueblo y que los leyera”, puntualizó. En ese sentido, celebró el acierto en publicar, incluso, obras de pensamiento y corrientes adversas al proceso revolucionario, “esa tarea también la realizó, hay que agradecérselo a Fidel y a la idea ecuménica de la Revolución”, aseveró.
“Estamos celebrando 57 años del ICL, años importantes que han llenado épocas de la cultura cubana, celebramos también que el Instituto se mantenga saludable bajo el mismo espíritu con el que se fundó, con los principios de ser una institución ecuménica que diera cabida a todas las ideas, tendencias y posibilidades del pensamiento literario y social en Cuba; y que pudiesen estar representados allí, puesto que eso es lo que da riqueza y fortaleza al pensamiento revolucionario cubano: el conocimiento de todos, el de nuestros amigos y el de los enemigos”, concluyó.
En el acto se hizo entrega a Isabel Monal, en manos de Juan Rodríguez, de un reconocimiento especial, otorgado por el Centro Provincial del Libro y la Literatura de Santiago de Cuba a las personas que se le dedica la FILH.
Juan Rodríguez recordó otra de las grandes acciones realizadas por Fidel: la creación en el año 2000 del Sistema de Ediciones Territoriales (SET), conocido popularmente como la Rizzo, por la marca de la impresora que llegó a todas las provincias cubanas para desarrollar localmente la promoción y producción de libros y autores, “hoy exhibe la publicación de más 4500 autores y 4 millones de ejemplares”, remarcó.
De la vasta producción literaria que ha impulsado el ICL y como homenaje a este, en el encuentro se presentaron los libros Voy a escribir la eternidad, autoría de López Sacha y editado por Letras Cubanas y, Ensayos Americanos, de Isabel Monal, bajo la casa editora Nuevo Milenio.
El primero de ellos, Voy a… es una recreación novelada y aleatoria de Manzanillo, ciudad natal de Sacha y es autorreferencial, narra a esa ciudad a través de su familia. La dedicó al escritor Luis Felipe Rodríguez. Mientras Ensayos Americanos, profundiza en el pensamiento filosófico cubano y latinoamericano con un insondable argumento del marco caribeño y latinoamericano, concepto metodológico característico y desarrollado por Monal. El libro fue presentado por la Dra. Olga Fernández.
El ICL agrupa una serie de relevantes editoriales a nivel nacional –186 sellos editoriales— y ejerce la política editorial de la nación después de le edición extraordinaria del Diario del Che en Bolivia, el primer libro editado bajo este concepto y benjamín del naciente Instituto.
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