La muerte del escritor Miguel Donoso Pareja, a los 83 años cubre de luto a la cultura y a la literatura ecuatorianas, coincidieron en señalar ayer aquí dos destacados intelectuales del país suramericano.
En declaraciones a Prensa Latina, el director de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), Raúl Pérez Torres, aseguró que el fallecimiento de Donoso este 16 de marzo en la ciudad portuaria de Guayaquil representa una gran pérdida para las letras no solo de esta nación, sino del mundo.
Realmente para la CCE y para mí en lo personal, su desaparición es triste y dolorosa, agregó Pérez Torres, tras resaltar la contribución literaria y poética que hizo el escritor, ensayista y poeta ecuatoriano a la cultura universal.
En ese sentido destacó su obra literaria, en especial sus cuentos, aunque "yo me quedo con su poesía", apuntó.
Pérez Torres consideró, sin embargo, que el mayor aporte de Donoso a la cultura fueron los talleres literarios que impartió durante casi toda su vida, no sólo en Ecuador, sino también en México, donde vivió exiliado durante 18 años.
Por sus manos pasaron grandes escritores, destacó el director de la CCE, institución que poco días antes de su deceso publicó una revista que rinde homenaje al autor de cuentos como El hombre que mataba a sus hijos (1968), o novelas como Nunca más el mar (1981) y Ecuador, identidad o esquizofrenia
(1998).
De su lado, el historiador Juan Paz y Miño, apuntó que Donoso es un referente literario en la vida de Ecuador, dado que cultivó la literatura con un sentido moderno, "ecuatorianista y latinoamericanista".
Desde mi punto de vista de historiador, deja una huella literaria sobre nuestro presente, comentó Paz y Miño a Prensa Latina.
La prensa ecuatoriana también dedicó amplios espacios este martes al fallecimiento de Donoso (1931-2014), ganador del Premio Nacional de Literatura Eugenio Espejo en 2006, y a quien su ya avanzada enfermedad le impidió asistir en noviembre pasado al homenaje que se rindió durante Feria Internacional del Libro de Quito.
Es triste sentirse un Maradona cualquiera, recontrafamoso y adorado por las masas, cuando uno aspira a ser un casi anónimo escritor, escribió Donoso en la carta que remitió entonces a los organizadores de ese homenaje, y reseñada este martes por el diario El Telégrafo.
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