“Isabel es enemiga de las cuestiones estáticas, ve el desarrollo porque la vida y la sociedad coexisten”, afirmó la Dra. Olga Fernández durante la presentación, en la Casa del ALBA, del libro Ensayos americanos, autoría de la filósofa Isabel Monal, una de las figuras a la que está dedicada la XXXII Feria Internacional del Libro de La Habana (FILH) 2024, editado por la Editorial Nuevo Milenio.

La actividad formó parte del Coloquio y homenaje a esta imprescindible figura del pensamiento cubano, organizado por dicho sello editorial y el Instituto Cubano del Libro (ICL), comprendido dentro del amplio programa de la FILH. A la velada asistió el ministro de cultura Alpidio Alonso y Juan Rodríguez, presidente del ICL.

En el libro, la intelectual aborda el pensar continental y su interés en el pensamiento filosófico cubano imbricado con el de la región latinoamericana a través de la dialéctica y la historia de las ideas, sin contaminación y lugares comunes, según opinión de Olga, alumna de Isabel.

“No extraña su identificación, percepción y enriquecimiento en el entronque con la filosofía marxista, pero… plantea lo que significó el triunfo de la Revolución cubana para ella, se hizo marxista y martiana; sus ideas de Cuba están insertadas en el marxismo, este libro lo confirma”, subrayó.

En este volumen se recogen ensayos realizados por Monal en diferentes momentos. Está dividido en dos partes, la primera agrupa ensayos dedicados a América Latina y la segunda a Cuba; en esta última, inicia sus reflexiones desde la etapa de la colonización. Los textos parten de profundos elementos metodológicos y una mirada sistémica a la historia desde todas las raíces conceptuales del pensamiento –positivismo, etc. —, esbozados con diversos enfoques en un empeño de verlos con totalidad.

Diversos intelectuales  del pensamiento filosófico cubano, son mencionados con peculiar ilustración y reflexiones por la autora, entre ellos, José de la Luz y Caballero, Félix Varela y el muy olvidado Fraile Bartolomé de la Casas. Por supuesto, no pueden faltar  las figuras de Martí y Fidel, con  particular énfasis en el tema de la unidad patriótica en cuanto a la organización de la guerra – desde sus respectivas épocas—, por ambos.

Igualmente, el profesor Rafael Cervantes, se refirió al libro y a la figura de Isabel Monal, capaz de “convocar a todos los que estamos aquí, comprometidos con la Revolución… convoca al estudio, deslumbra”, dijo. Alabó la honestidad científica de su pensamiento y su capacidad innata para polemizar.

Varias instituciones e integrantes de la sociedad civil, hicieron entrega de reconocimientos a la  Dra. Isabel Monal, entre ellas, el Instituto de Filosofía de la Universidad de la Habana, que le otorgó la condición de Investigadora de Mérito por la Obra de la Vida; también la Sociedad Económica Amigos del País, la Universidad del Partido Comunista de Cuba Ñico López, el Instituto de Investigaciones Filosóficas, entre otros, le hicieron llegar su honra.

Momento particular y emotivo fue la mención, espontánea, de su familia, para quienes, “ha sido la persona que nos ha cultivado valores, sembrado la necesidad de mantener una familia unida, la importancia del respeto a los demás por muy humildes que fueran, la ayuda y la solidaridad; el sacrificio y el esforzarse cada día más”, según manifestaron.  

Isabel Monal agradeció el agasajo. Recordó a sus maestros primarios en la escuela pública en los años 30 del siglo pasado, quienes le enseñaron el amor por Cuba y su historia. Le debe también mucho a su formación católica, comentó. 

A sus 92 años no renuncia al trabajo, “mientras pueda seguiré trabajando”, dijo. Prepara un texto que, según su opinión, será motivo de choque y controversia, “no le tengo miedo a eso porque ayudará al conocimiento; si me equivoqué, por lo menos se abre un camino de análisis”, comentó.

Se trata de una idea venida de Fidel sobre las tradiciones nacionales revolucionarias. “Llegué a la conclusión que el nacimiento de las tendencias de ese pensamiento de ese nacionalismo revolucionario, está en la conexión de Félix Varela, Aponte y las conspiraciones de la década del siglo XIX”, expresó. Hará una compilación de esos textos.

Igualmente, proyecta otros escritos sobre lo que ha dado en llamar “el marxismo fundacional latinoamericano, ubicado en la década del 20 y los primeros años del 30”, en incondicional muestra de su pasión por el marxismo y en especial, la Revolución cubana, “seamos serios, no basta la correcta orientación ideológica, hay que ser serio y acuciosos, le he dedicado mi vida a la Revolución”, aseguró.

Alentó a estar “todos juntos en un proyecto que nos debe mover, pero, sobre el cual tenemos derecho a intervenir, a participar, a decidir en la nueva democracia, que no sea burguesa; tenemos que ser muy críticos con lo que hagamos y ser muy críticos con las veces que nos equivocamos, seamos creadores y seamos correctos”, concluyó.