La edición número 37 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano es casi ya un hecho. Apenas falta una semana para que la capitalina y muy céntrica calle 23 se convierta en un hervidero de personas de todas las edades, ansiosas de disfrutar del amplio espectro de producciones de distintas partes del mundo que la cita decembrina siempre pone al alcance.

Más de cuatrocientas películas serán exhibidas entre los días 3 y 13 de diciembre, tanto como participantes en el concurso oficial, integrando el gran bloque Latinoamérica en perspectiva o dentro de las muestras dedicadas al cine europeo y norteamericano.

Detrás de este esfuerzo y gracias a la voluntad política del país de mantener de forma ininterrumpida el evento, se encuentra su director, Iván Giroud, un hombre que no solo se ha ocupado de contar con una programación de la más alta calidad, sino también de impulsar el mejoramiento tecnológico de las salas donde esta habrá de materializarse.

En un reciente intercambio sostenido con la prensa y ante la pregunta que le formulara Cubarte en relación con el auge del cine independiente cubano y su presencia en este Festival, el ejecutivo respondió:

“No hay una diferencia con años anteriores. El Festival siempre ha tenido la misma recepción para una película que se haya producido de forma independiente o por el ICAIC o por la Televisión.

El Festival de cine que se hace en Cuba tiene que tener también una ventana importante para el cine nacional, como hacen todos los Festivales del mundo, apoyando su cinematografía. Estamos en la obligación de crear el mejor clima para que ese cine se pueda ver junto con el cine latinoamericano, junto con el cine internacional”.

Refiriéndose a los patrones estéticos que se siguieron en la selección de las películas que participarán en esta edición del FINCL, Giroud explicó:

“Las obras son más complejas ahora. Pienso  que eso es un mérito. De todos modos, las obras en concurso son películas más elaboradas. Creo que mucho más profundas en la manera en que están contadas.

Pero el Festival no olvida que hay otro cine más popular, que tiene mucha comunicación con el público por lo que nosotros tenemos una programación de unas 35 películas en la sección A sala llena, un poco para compensar.

Sabemos que hay muchos públicos. Hay un público más culto, un público que quiere un cine más sofisticado. Hay otro público que va al cine sencillamente a relajarse y también ese tiene que encontrar en el Festival su espacio”.

En conferencia de prensa Ud. dijo que la organización de esta edición del Festival ha sido muy difícil. ¿A qué se refería específicamente?

“Ha sido un Festival difícil porque hemos tenido que luchar con muchos obstáculos, sobre todo de carácter tecnológico. Pero al mismo tiempo sentimos que tenemos la obligación de forzarlo porque si no podemos perder mucho terreno, terreno por el cual hemos venido trabajando durante 37 años.

Estamos compitiendo con muchas opciones. De ahí que si uno sigue la campaña gráfica del Festival ve que este está convocando todo el tiempo a amar al cine como espacio y como sentido. Convoca todo el tiempo a ir al cine, a amar al cine. De este modo el Festival puede ayudar un poco a entender la importancia que el mismo tiene”.

¿Se extenderá el Festival a otras provincias del país, como en años anteriores?

“Va a ser difícil. Era un año muy complicado y teníamos que “poner toda la carne en el asador” para al menos echar adelante el circuito de la calle 23 y que sus salas tengan las condiciones para que las películas se presenten dignamente”.

¿A las puertas del Festival cuáles son sus expectativas como director del mismo?

“Yo creo que esta va a ser una edición superior. Lo que hace falta es que el público responda”.