El pasado día 23 de noviembre quedó clausurado en sala Martínez Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba el XIV Simposio Internacional de Traducción Literaria que sesionó desde el día 21 y al que asistieron especialistas y traductores literarios de Cuba, Estados Unidos, México, Italia, Colombia, Gran Bretaña, Brasil, Alemania y Portugal.
Este es un encuentro académico especializado en la traducción de los géneros literarios que incluye la crítica; es uno de los eventos de traducción más antiguos del país y constituye una tradición en la UNEAC pues se desarrolla cada dos años desde 1995 organizado por la Sección de Traducción de la Asociación de Escritores de esa institución.
Jesús Irsula dirige esta sección y al finalizar el simposio conversó con el Periódico Cubarte, acerca de la traducción literaria en Cuba, asunto que, dijo, merece por su importancia un mayor reconocimiento social.
¿Cuál es su valoración de los resultados del Simposio?
Nosotros estamos muy satisfechos por el alto nivel de los trabajos expuestos y los debates que motivaron, que contaron con una gran participación; no fue una sorpresa, lo esperábamos por la calidad de los resúmenes de las ponencias presentadas por los traductores y especialistas de la traducción literaria que asistieron.
Tuvimos el honor además de contar en la inauguración con la presencia de Kevin Kirk, recién electo presidente de la Federación Internacional de Traductores (FIT).
Nuestras expectativas se han sobrecumplido.
¿Está previsto editar para su publicación estas ponencias?
Vamos a luchar porque haya una publicación de las mismas, impresa o digital, y que también se coloquen en Internet porque debemos socializar estas experiencias que son muy importantes.
De los temas tratados por los ponentes extranjeros, ¿cuáles son comunes a nuestra realidad en esta especialidad?
La mayoría de los participantes extranjeros son traductores de literatura cubana; hay temas comunes como la literalidad, el hecho de que la traducción literaria no se realiza palabra a palabra sino que lo que se traduce es el sentido, la música, el alma del autor.
Además de las características lingüísticas de los idiomas, están las diferencias culturales de cada nación,en nuestro caso la cubanía, asunto que fue tratado por un ponente estadounidense; los traductores literarios no solo deben dominar el idioma, tienen que conocer de cerca la obra del autor y la cultura del país del que procede este; sin estos conocimientos se puede traducir un texto, pero se pierde toda la riqueza cultural que lleva implícita.
¿Predominó el enfoque teórico o la experiencia práctica en las exposiciones?
La mayoría de las ponencias no eran puramente teóricas; entre los participantes había académicos pero fundamentalmente eran profesores de traducción literaria o traductores, por lo que en las ponencias siempre hubo un componente práctico.
El lema del simposio es «Los escritores hacen las literaturas nacionales, los traductores hacen la literatura universal», frase del escritor José Saramago…
Sí, porque es una realidad que conocemos a los grandes escritores del mundo porque existió un traductor que trajo sus obras a nuestra lengua.
El papel del traductor literario es una profesión que es muy anónima y no tiene el reconocimiento social que merece y esto es un fenómeno universal, sin embargo, cada día el traductor se hace más visible y lo más importante es que es un recreador, es un escritor.
En Cuba esta concepción se cumple, por eso en la UNEAC existe la sección de traducción y los traductores no somos menos que los escritores porque somos también creadores.
¿Esto que me dice tiene que ver con el proceso de reinspiración por el que debe pasar un traductor literario?
Sí, por supuesto; el traductor hace una interpretación del texto que lee pero necesita reinspirarse con el tema que el escritor concibió, solo así va a lograr que el que lo lea no vea su mano.
El verdadero traductor literario es el que logra su total invisibilidad en el texto y el reconocimiento social.
¿Quisiera comentar sobre la importancia de la ponencia «Propuesta didáctica para la formación de traductores literarios» presentada por la especialista Bárbara Bertoni, de México?
Su ponencia expone la experiencia de unos talleres que ella realiza con la participación de jóvenes, porque es errado pensar que la traducción literaria deben acometerla solo traductores de mucha experiencia, hay que comenzar la formación de los traductores literarios desde edades tempranas y con el tiempo estos van adquiriendo mayor experiencia y cultura.
Yo tengo la vivencia de que un traductor joven puede lograr una solución de traducción tan efectiva como la que puede proponer un experimentado; en la ponencia que yo presenté incluí una anécdota a propósito, que ocurrió en un taller que yo impartía en la Universidad de La Habana, donde una alumna me ofreció una solución mejor que la que yo había planteado.
Nosotros vamos a tratar de ejercer una mayor influencia sobre la formación de los traductores y la presencia en los planes de estudio de la traducción literaria; igualmente es necesario que los profesores de traducción se vinculen más a la traducción literaria.
¿Se llegó a acuerdos en el evento con vistas a proyectos conjuntos futuros con instituciones foráneas?
Como resultado de este encuentro entre especialistas y traductores posiblemente se realicen nuevas antologías y se coordinen participaciones en eventos futuros y actividades de intercambio tanto en Cuba como en otros países.
Tengo entendido que la idea de realizar la antología germano-cubana, Relaciones fue suya…
Sí, y pudimos realizarla con la colaboración de muchos compañeros.
En el Simposio se realizó un prelanzamiento de la misma por parte del traductor alemán Manfred Schmittz, gran conocedor de la cultura cubana, pero será presentada oficialmente en la venidera Feria Internacional del Libro, La Habana 2018.
Esta es una antología reversible que contiene la biografía de los autores y de los traductores y que tendrá también una versión electrónica. Reúne poemas de los escritores cubanos Alberto Guerra, Arturo Arango, Miguel Terry, Olga Montes y Emilio Comas, que fueron traducidos por igual número de especialistas alemanes, y aparecen obras de los escritores alemanes Horst Bosetzky, Monika Ehrhardt-Lakomy, Dorle Gelbhaar, Gunnar Kunz y Petra Gabriel, que fueron traducidas, en igual orden, por los cubanos Francisco Díaz, Olga Sánchez, Omar González, Orestes Sandoval y por mí.
Las antologías son una vía para sortear la imposibilidad que existe de traducir obras literarias en su totalidad, pero al menos así se logra una representatividad y se contribuye a que los lectores cubanos conozcan algo de la literatura de otras naciones y que la nuestra se conozca en el mundo.
Hay una noticia importante para el universo de la traducción en Cuba…
Claro. Cuba será la sede del Congreso de la Federación Internacional de Traductores que se celebrará en el año 2020.
Moscú y Montreal eran las otras ciudades aspirantes a la sede del cónclave, son dos fuertes contrincantes, con mejores condiciones económicas, pero no con la simpatía que goza Cuba en este mundo.
Publicado: 1 de diciembre de 2017.
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