El arte de la orfebrería, cuyo origen etimológico proviene del latín aurifex, que se deriva de la suma de la palabra aurum, que puede traducirse como “oro”, y el verbo facere, que es sinónimo de “hacer”, constituye hoy en Cuba una modalidad artística cuyos más significativos exponentes se encuentran en los principales polos turísticos del país, como La Habana, Varadero, Cárdenas, Holguín, Matanzas y Cienfuegos, en cuyas ciudades existen talleres y galerías donde se exhiben valiosas creaciones de los artesanos insulares.
Nuestro país se distingue entre los de Latinoamérica y el Caribe con mayor desarrollo en esta manifestación. En la actualidad cientos de creadores, la mayoría de estos pertenecientes a la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (Acaa) y provenientes del sistema de la enseñanza artística, así como otros muchos de formación autodidacta, ejercen este milenario oficio que ya se practicaba por las primeras culturas del Medio Oriente y el Mediterráneo que dieron lugar a Arte mesopotámico y la Escultura mesopotámica.
Entre los más connotados exponentes de este modo de expresión artística en la mayor de las Antillas se encuentra el Maestro Jorge Tabares Hevia (La Habana, 22 de octubre de 1964), graduado de Diseño de Troqueles en 1983, quien en cada una de sus obras demuestra excepcionales cualidades en la manipulación de numerosos tipos de metales (fundamentalmente plata, platino, paladio, cobre y alpaca, este último consistente en una aleación ternaria compuesta por zinc, cobre y níquel, con un color y brillo parecido al de la plata).
Asimismo trabaja con igual destreza el hueso, los cristales de cuarzo y disimiles gemas o piedras preciosas o semipreciosas, así como rocas, minerales, vidrios o productos orgánicos de origen natural.
Este artesano artista ha heredado el prestigio y la habilidad de uno de los precursores del desarrollo de la orfebrería en Cuba, el maestro platero Gregorio Tabares —de quien tal vez sea descendiente—, cuya vivienda y taller radicaron a partir del año 1707 en la casa marcada con el número 113 de la Calle Obispo, en el corazón de La Habana Vieja. Allí actualmente radica el Museo de la Orfebrería, donde en 1990 este artífice expuso sus trabajos.
Pero no solo artículos de bisutería, como collares, pulseras, aretes, prendedores, cadenas, anillos, medallas y dijes, muchos de estos elaborados con las técnicas de la filigrana, el repujado y el troquelado salen de las diestras manos de Jorge Tabares, sino además infinidad de pequeñas esculturas alegóricas a las faunas marina y terrestre de Cuba; así como piezas decorativas y otras joyas que despiertan el interés de coleccionistas y aficionados al buen arte de la orfebrería recreado en lo mejor de las tradiciones, tanto cubanas como de todo el mundo, particularmente de Asia, Medio Oriente, Egipto y Grecia, así como en las creaciones de muchos grandes artistas como los maestros orfebres rusos del siglo XIX, Andrey Grigoriev, Ivan Gubkin, Sakerdon Skripitsyn e Ivan Zuyev; amén de los "artistas-joyeros" Gustav Fabergé (1814-1893) y Peter Carl Fabergé (1846-1920), creadores de los exquisitos Huevos de Pascua Fabergé para los zares de Romanov, entre muchos otros. De estos emblemáticos artesanos se ha nutrido la formación artística del cubano.
Otra vertiente emblemática de su trabajo está relacionada con la creación de humidores (receptáculos de madera para la conservación de havanos), que descuellan entre las principales atracciones de los turistas consumidores de tabaco que visitan Cuba, hermosas piezas en las que este maestro combina maderas preciosas, metales, piedras decorativas y otros materiales para finalmente lograr alucinadores trabajos que se destacan por su originalidad y fantasía.
En su estudio-taller puede apreciarse y disfrutarse de las sofisticadas técnicas empleadas por este creador miembro de la Acaa, entre estas una de las formas más populares de estampado, el Repoussé, que consiste en martillar el reverso de una lámina de metal para crear un diseño en bajo relieve; así como el Chasing, que funciona de manera opuesta a la anterior, y forjar un diseño elevado en el metal; además del magistral ensamblaje de los cuerpos y piezas (Lampistería), entre otros muchos desempeños de los que se derivan trabajos que asimismo sobresalen por la limpieza, la fusión de los metales con las piedras y una admirable descripción compositiva.
Las piezas de Jorge Tabares se han exhibido en importantes museos, instituciones y eventos de diferentes regiones del mundo, como en el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Chile, país en el que igualmente participó en las ferias de las Tradiciones, en La Recoleta, y en la de Arte Popular. La galerías Gucci, de Buenos Aires, Argentina, y la de la Revista Excelencias, en Madrid, España, han llevado a sus salones la magia de la orfebrería de este creador cubano igualmente invitado a la Feria del Libro en Tlalnepantla de Baz (dedicada a Cuba) en México.
Las capitalinas galerías de 12 y 23 (agosto de 1993), la del lobby del Ministerio de la Construcción (diciembre de 1994), la Amelia Peláez (agosto del 2000) , la del Parque Metropolitano (agosto de 2005), y la del Hotel Panorama (enero de 2006), presentaron muestras personales del maestro Tabares; las que igualmente formaron parte de varias exhibiciones colectivas, como las organizadas en el Ministerio de la Construcción, el Taller de Arte de Centro Habana y las Bienales de Miscelánea de la Acaa, en el Museo de la Revolución.
También, como parte de las mejores realizaciones de la joyería contemporánea, participó en el Fórum Buena Vista, en México; en cinco ediciones de la Feria Internacional de artesanía (FIART), auspiciada por el Fondo Cubano de Bienes Culturales, además de seis convocatorias del Festival internacional del Habano, entre otros eventos. Piezas de su autoría se encuentran en colecciones privadas en Beverly Hill, New York, Santiago de Chile, Buenos Aires, México y Cuba.
Deje un comentario