José Andrés Fumero y Josué García son dos jóvenes realizadores que participaron en la XV Muestra Joven ICAIC, que tuvo lugar en La Habana entre los días 5 y 10 de abril.
Ellos compitieron con los animados para adolescentes y adultos Traqueotomía y La venganza, ambos, de poco más de un minuto de duración, pertenecen a la serie TVP, que también integran Kilómetro 0 y Escatología, y que tiene como propósito homenajear a lo que fueron los Filminutos, y los Quinoscopios; tratan con estos de retomar la idea de los cortos sintéticos para contar una historia y recrear un tema en muy poco tiempo y con pocos recursos.
Kilómetro 0 y La Venganza conquistaron los dos Premios de Animación de la vigesimoquinta edición del Almacén de la Imagen, celebrada recientementeen Camagüey.
Presentaron además a la sección Haciendo Cine, de la 15 Muestra Joven ICAIC, el proyecto, también de animación, Condenado a callar, que fue seleccionado entre los 14 que recibirán apoyo de diferentes productoras para la realización de los filmes.
Condenado a callar recibirá, por parte de los Estudios de Animación del ICAIC, asesoría general de la técnica de stop moction; de la FAMCA el espacio para trabajar durante 7 meses, y de dB Estudios el apoyo para la grabación de voces y la postproducción de sonido.
Cubarte conversó con José Andrés Fumero, quien tiene a la Muestra Joven ICAIC en gran estima. “Yo soy hijo de la Muestra, nos dice; aquí empecé a mostrar mis trabajos, y es un espacio muy certero para la realización audiovisual joven, y sobre todo es una manera muy buena de poder exponer tu obra a las personas, y de intercambiarcon otros realizadores las maneras de hacer, los modos de pensar, las ideas en función de una renovacióntodo el tiempo del propio arte, de la cultura audiovisual, incluso aquí convergen criterios diferentes pero se aúnan en un mismo propósito que es mostrar al público el quehacer audiovisual que están haciendo los jóvenes”.
Fumero es de Caibarién, en Villa Clara; se graduó de la Academia Profesional de Artes Plásticas Leopoldo Romañach de esa ciudad del centro de la Isla, y luego de trabajar durante tres años, se presentó a los exámenes del Instituto Superior de Arte, y fue aceptado. Actualmente cursa el primer año de la Facultad de Medios de Comunicación Audiovisual de ese alto centro docente, según afirma, porque quiere “aprender más”.
No utiliza el término producción, cuando se refiere a sus animados, prefiere hablar de realización: “nosotros hacemos animados de manera independiente, de una forma muy poco institucional; trabajamos con una computadora y con muy pocos recursos, sin cobrar un peso; lo hacemos porque nos gusta crear animación y participar en estos eventos para mostrar nuestro arte a las personas. También es como un divertimento, nos sentimos muy bien haciéndolo y si además podemos presentárselo al público y a éste le gusta es una satisfacción inmensa”.
Existe un compromiso ideoestético indiscutible en los trabajos de Fumero-García, a juzgar por los temas que abrazan; hay una profundidad de pensamiento y un afán por reflejar la realidad cotidiana. ”Nuestros temas básicamente son la sociedad, cómo se mueve en la actualidad; la manera en que influyen los cambios políticos, sociales y económicos, en la propia vida cotidiana del cubano, trayendo a colación los temas banales; nos interesa plasmar la realidad imperante, desde una lata tirada en lacalle, desde un trago en un bar, desde una hoja que cae; partir de las pequeñas cosas de la vida, que son muy poco relatadas en el cine cubano”.
Estos jóvenes animadores, por otra parte, están tratando de rescatar la utilización de la técnica del 2D, en cuanto a los trabajos que realizan de manera independiente. “El2D, es una animación que se ha dejado un poco de lado, como una «Cenicienta» un poco subvalorada, porque ahora se trabaja más en 3D por las nuevas tecnologías; nosotros tratamos de alguna manera de poner la formación plástica que tuvimos en nuestra propia obra, aplicar todoslos conocimientos y tratar de aunaren un mismo trabajo todas nuestras ideas, preocupaciones, y las inquietudes que tenemos como seres sociales y realizadores”.
Sin embargo el proyecto que estos cineastas presentaron a la novena edición de la sección Haciendo Cine, se sale un poco de las líneas técnicas que han descrito, y en cuanto al tema hay puntos en común y otros que lo diferencian.
“Lo que presentamos a Haciendo Cine es algo más autorreferencial; Josué y yo nos hacemos llamar Sin presupuesto fijo, porque trabajamos sin ningún tipo de recursos y traemos una propuesta que nos retrata; es sobre un músico, nosotros no somos músicos, pero utilizamos la música como lenguaje universal, que se ve frustrado y como no puede componer una pieza decide suicidarse. Nuestros personajes siempre tienen historias trágicas, porque nos gusta hacer que las personas reflexionen a través de los trágico”.
La técnica en la que han concebido el animado, también para adolescentes y adultos, Condenado a callar, es la de stop moction, que no es posible realizar sin recursos; “este proyecto nos podría lanzar como profesionales porque tiene una mayor envergadura y precisa de bastante trabajo y dedicación”, asegura Fumero.
Acerca de lo conquistado en la sección Haciendo Cine declaró: “Me siento muy bien porque realmente es un paso de avance en el proyecto, sobre todo era lo que necesitábamos: un empujón para que arrancara, y por eso es muy importante para nosotros que al menos pueda concretarse la primera fase del mismo”.
¿Y qué piensan hacer para poder concluirlo?
Seguir aplicando a otras becas de creación para poder sacar el proyecto adelante.
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