José Antonio Portuondo Valdor (Santiago de Cuba, 10 de noviembre de 1911 - La Habana, 18 de marzo de 1996), fue un reconocido pedagogo, escritor, historiador literario, crítico, ensayista y   político cubano cuyo nombre lleva el Instituto de Literatura y Lingüística de Cuba, como un sempiterno tributo a quien fue acreedor del Premio Nacional de Literatura en el año 1986.         

Estos son merecidos homenajes, al igual que todos los que se le ofrezcan ya que el legado de pensamiento de Portuondo es uno de los tesoros fundamentales de la historia de la literatura cubana.

En el año 1929 matricula la carrera de Derecho en la Universidad de La Habana, que se interrumpe al ser clausurado el alto centro docente por el gobierno de Gerardo Machado, contra el que luchó desde las filas del Ala Izquierda Estudiantil de Santiago de Cuba.

Luego en 1936 comenzó a estudiar en la Facultad de Filosofía y Letras; a la par coedita las revistas Polémica y Mediodía, esta última perteneciente al Partido Comunista Cubano, y dirigió el programa radiofónico Instituto Popular del Aire; en 1937 fundó y dirigió el semanario Baraguá, y obtiene en 1941 el doctorado en Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana con su tesis Concepto de la poesía, editada como libro en 1945, texto considerado iniciático de las investigaciones científicas acerca de la literatura cubana.

En 1945 obtuvo una beca del Colegio de México y durante un año en este prestigioso centro, y bajo la dirección del notable poeta, ensayista, narrador, diplomático y pensador mexicano Alfonso Reyes (Monterrey, Nuevo León, 17 de mayo de 1889 - Ciudad de México, 27 de diciembre de 1959), desarrolló una investigación sobre la teoría literaria.

En la nación azteca, en ese año 1946, también colaboró con algunos medios de prensa, específicamente con La Voz de México, periódico de los comunistas de ese país, y publicó, prologó y anotó la antología Cuentos cubanos contemporáneos.

De 1946 a 1953, impartió clases como profesor invitado en las universidades estadounidenses de Nuevo México, Wisconsin, Columbia, Nueva York y Pennsylvania State. Igualmente dictó cursos de verano en las universidades de California en Los Ángeles, Duke y Wisconsin, y ya en 1953 se radica en Cuba donde fue docente en la Universidad de Oriente, y acusado por su ideología, de «reforzar los cuadros intelectuales del comunismo» por lo que se ve obligado a marchar al extranjero y viaja a Venezuela donde imparte clases en la Universidad de los Andes.

Al triunfo de la Revolución en 1959, se reincorporó al claustro de profesores de la Universidad de Oriente, de la que asume la rectoría en el año 1962, y se vincula de manera muy activa a la vida cultural y política de la isla por lo que es designado por el Gobierno revolucionario para ocupar responsabilidades de Embajador de Cuba en México, primero y más tarde en la Santa Sede.

Se destacó asimismo, por su participación en las muchas polémicas político-culturales de la convulsa época inicial de la revolución, en temas tales como el realismo, la libertad de creación y la vigencia del surrealismo, entre otros.

En 1965 es nombrado Director del recién creado Instituto de Literatura y Lingüística, trasladándose a La Habana, en cuya Universidad ocupó además el cargo de profesor de Estética, Teoría Literaria y Literatura Cubana.

En 1971 la Universidad Nacional Mayor de San Marcos le confirió el título de Profesor Honorario por su destacada labor en la investigación de la Literatura Hispanoamericana y en especial, la del Perú. 

Fue miembro del Consejo de Dirección del Centro de Estudios Martianos desde su fundación en el año 1977, de la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO y de la Sociedad Cubano Mexicana de Relaciones Culturales, en la que ocupó la presidencia.

La Universidad de La Habana le otorgó en 1981 el Doctorado en Ciencias Filológicas y al siguiente año retoma, hasta su desaparición física, la dirección del Instituto de Literatura y Lingüística. En el III Congreso de la UNEAC celebrado ese año fue elegido Primer Vicepresidente de la organización, responsabilidad que mantuvo hasta 1988.

Su obra estudia principalmente cuestiones de poética y estética, de literatura social y de Historia de la literatura cubana desde una perspectiva marxista.

Entre sus textos principales se distinguen: El contenido social de la literatura cubana (1944); Concepto de la poesía (1945); José Martí, crítico literario (1953); El pensamiento vivo de Maceo (1960);  Estética y revolución (1963);Crítica de la época y otros ensayos (1965); Astrolabio (1973); La emancipación literaria de Hispanoamérica (1975); Itinerario estético de la Revolución Cubana (1979); Orden del día (1979); Capítulos de literatura cubana (1981); Martí, escritor revolucionario (1982), y Ensayos de estética y de teoría literaria (1988 ).  

 Sus ensayos y artículos han sido traducidos a los idiomas, francés, inglés, ruso, chino, alemán, eslovaco y rumano, entre otros.

A lo largo de sus años de vida colaboró en Lunes de Revolución, Cuba Socialista, Unión, La Gaceta de Cuba, Santiago, Sierra Maestra, Casa de las Américas, Islas (S. Clara), Verde Olivo, Bohemia, Moncada, Anuario Martiano, El Caimán Barbudo, todas publicaciones cubanas.

Igualmente, trabajos suyos aparecieron en Cuadernos Americanos, Letras de México, El Hijo Pródigo, todas de México; Revista Iberoamericana, Books Abroad, Revista Hispánica Moderna, Revista Interamericana de Bibliografía, de Estados Unidos; Mundo Hispánico, de España; Literatura Soviética (URSS), y Cahiers d'Histoire Mondiale, de Francia.

El inventario de condecoraciones y premios que recibió es amplio y se destacan la    Orden de la Cultura Polaca (1974); Orden Carlos J. Finlay (1981;)  Orden Félix Varela de Primer Grado (1981); Profesor Honorario de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (República Dominicana, 1994), y Socio de Mérito de la Sociedad Económica de Amigos del País (EE.UU., 1994). 

Incansable investigador, hombre de aguda mirada e interpretación de los fenómenos culturales de su tiempo legó al futuro una obra inmensa, plena de sabiduría y vigencia.