Siegfried Kaden ha logrado acompasar su respiración en dos ámbitos bien diferentes: Alemania y Cuba. Allá, su país de origen y formación, mantiene una apreciable presencia en los circuitos de exhibición. Pero desde1995, en que comenzó su vinculación con la Isla, cada vez se siente más comprometido con la vida cultural de un espacio donde encuentra razones para la realización espiritual.
Una prueba de esa implicación acaba de ofrecerla en la galería de la sede del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) de Granma. En Bayamo, Kaden desembarcó con un repertorio de 101 dibujos en los que rostros y gestos de la mujer cubana de nuestros días ocupan un primer plano.
“No me interesa la belleza fría de las modelos de estudio ni la voluptuosidad de las formas —confiesa Kaden—, sino la vibración interna de esas protagonistas de la épica cotidiana en un país resistente. Ver a esas mujeres de diversas edades y ocupaciones despeja dudas e incertidumbres. Yerra quien pretende descubrir cosas aquí, más bien ellas descubren y estimulan mi sensibilidad. Yo solo aspiro a dejar un modesto testimonio de admiración”.
El joven Kaden comenzó a estudiar Economía en la ciudad de Bochum, pero su inclinación hacia la creación plástica lo llevó a la Universidad de Stuttgart. Desde su primera muestra personal en Munich (1976) hasta la de Bayamo, acumula más de 80 exposiciones en Alemania, Suiza, Austria, España, Países Bajos, entre otros países.
Aquí ha impartido clases en San Alejandro y el Instituto Superior de Arte, a partir de su experiencia anterior en academias austriacas y alemanas.
“Para mí es enriquecedor el clima cultural de Cuba —declara— y el intercambio con artistas cubanos. Me siento mucho más cómodo pintando, dibujando y concibiendo proyectos en Cuba, que por cierto, no solo es La Habana. En mi país, aunque no lo quiera, debo insertarme en la lógica de la competencia”.
Kaden nació en Dresde, en medio del estrépito de los bombardeos de la aviación norteamericana en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial. Estéticamente se ubica entre los herederos de la tradición expresionista y de la gráfica satírica alemana. Desde el punto de vista formal su expresión se basa en el rigor del dibujo.
“Esa es la base de mi trabajo, sostengo que el dibujo es mucho más íntimo que un cuadro, es como escribir una carta, un poema, es la impresión más directa de la persona y esa forma de arte transmite veracidad”, explicó el artista a los bayameses que apreciaron la muestra 101 rostros de mujeres cubanas.
En estos momentos Kaden prepara un nuevo puente de entendimiento entre el arte cubano y alemán, el cual quedará tendido el próximo abril en una galería de Nordheim cuando comparta espacio con la artista Cirenaica Moreira.
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