En días en que a menudo podemos ver en la televisión cubana a Alexis Leyva Machado, Kcho, mostrándonos detalles de la exposición En ningún lugar como en casaque, instalada en el Museo Nacional de Bellas Artes, resulta actualmente inaccesible de forma presencial a causa de la pandemia del nuevo coronavirus, el artista no cesa en su quehacer, marcado siempre por un gran interés comunitario.
La más reciente noticia que genera, es la creación en su Estudio de uno de los vacunatorios que, en breve, se sumará en el capitalino municipio de Playa a la campaña de inmunización contra la covid19.
“Después de habérmeles brindado, los compañeros de Salud Pública fueron a visitarme para ver cómo podía colaborar con ellos. Ahí acordamos que, de todos los espacios del Estudio, ese era el más práctico, aunque hubo que hacerle algunos cambios, como ponerle dos lavamanos, acondicionar un área de acceso limitado para guardar los insumos médicos…Es lo que siempre hago, la verdad, buscarle nueva vida a las cosas”, explicó Kcho al Periódico Cubarte.
“Esa Sala se llama Martha Machado. Ahí fue donde el 8 de enero de 2014 Fidel dejó inaugurado el Kcho Estudio Romerillo (Laboratorio para el arte), donde se han hecho grandes exposiciones y también donde pasé mi cuarentena cuando regresé de España en 2020.
No hay un espacio más coherente que ese que lleva el nombre de mi madre, Martha Machado. Mi mamá fue la persona que, junto a mi papá, me crio, me educó. Ellos son las personas que hacen que yo sea como soy”.
Al igual que en su obra artística, tras el accionar comunitario de Kcho siempre hay un concepto rector:
“Me gustaba mucho la idea de poder vincular, como siempre hago, el arte con todo. Y qué mejor conexión que lo más valioso del arte cubano, los maestros de la vanguardia artística cubana, con la vanguardia científica que ha sido capaz de crear esas cuatro vacunas en esta pequeña isla bloqueada.
¿Qué mejor acompañamiento a esta tarea que estas obras de Servando Cabrera, Mariano Rodríguez, Raúl Martínez, el gran Wifredo Lam y Raúl Corrales, las cuales forman parte de la Colección del Museo Orgánico del Romerillo?”.
Tras radicarse en 2012 en ese barrio del capitalino municipio de Playa, intenso ha sido su accionar con los habitantes de la comunidad. Desde la creación de un museo con valiosísimas obras en el Mercado Los Marinos, donde los vecinos adquieren sus alimentos normados, hasta el apoyo a personas vulnerables durante la actual crisis sanitaria, ha estado siempre dispuesto a colaborar en cuanto pueda ser útil.
Cualquiera podría preguntarse por qué con tanto talento y reconocimiento internacional quita tiempo a la realización de su obra artística para dedicarlo al bienestar de otras personas.
“La respuesta es muy sencilla, más en el Día de las Madres. Esto que ves aquí -dice señalando la sala Martha Machado convertida en vacunatorio- es el resultado de la vida, de las cosas que uno aprende, de las enseñanzas de nuestros padres, de la confirmación que uno recibe en ocasiones de alguien tan importante para Cuba como Fidel. Esta no es una obra de Kcho, es una obra de la Revolución, de la educación que me dio mi mamá.
Yo fui educado para esto. No puedo estar tranquilo y siempre me siento obligado a actuar cuando es necesario. He hecho muchas cosas en la vida, estoy en una pila de museos importantes, en no sé cuántas Bienales…Sí, pero eso no es tan importante, esto sí es importante. Es muy importante tener los pies sobre la tierra y también el corazón. Ese es el sentido de lo que hago.
El vacunatorio es un regalo para las mamás cubanas. No creo que para la humanidad haya una tarea más importante hoy, en este mundo, en esta hermosa Tierra azul que vio Gagarin desde el espacio que erradicar la pandemia de la covid19. Esta es la tarea más importante para Cuba y para el mundo: vacunar a sus ciudadanos.
Siempre lo he dicho: me debo a Cuba, a los cubanos, a su futuro, a su felicidad, a su bienestar. Por eso creé el KchoEtudio, la Brigada Martha Machado. Por eso hemos estado en tantos ciclones, en el terremoto de Haití. Por eso estamos en el Romerillo desde 2012, trabajando con este pueblo y seguiremos aquí.
Este centro de vacunación es el resultado de esa relación real y directa con mi entorno, con la sociedad, con mi pueblo. Y te reitero, es un regalo para mi mamá y para todas las madres cubanas en su Día. Y, si es necesario, haremos otros”.
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