Por más de dos siglos, Santa María del Rosario y su Iglesia Parroquial han sido testigos mudos de incontables hechos históricos.

El propio atrio de la iglesia ha servido de escenario a diferentes manifestaciones artísticas y su inmueble, también ha sido testigo de acciones revolucionarias. Sus archivos son un verdadero tesoro, por igual, la presencia de sus catacumbas son también importantes.

Relacionado con los visitantes que de una u otra forma han estado presentes en la Ciudad Condal y su iglesia pueden mencionarse Ilustres personalidades como el sacerdote católico Pedro Morell de Santa Cruz, quien fuera obispo de León entre 1749 y1753 y de Cuba entre 1754 y 1768.

El destacado Obispo de Espada, Juan José Díaz de Espada y Fernández de Landa (1756-1832) también visitó la parroquia. Espada fue el segundo obispo de La Habana. Gobernó la diócesis durante treinta años. Se considera, contribuyó de manera destacada al proceso de renovación del pensamiento, la educación, la salud pública y la beneficencia en Cuba. Figura importante de la primera mitad del siglo XIX en Cuba, y que su labor renovadora y modernizadora fue determinante en los inicios del proceso de formación de la cultura y del pensamiento cubanos.

La familia Condal, no puede dejar de mencionarse, y como era de esperar, por sus riquezas, linaje y cultura, contó con la amistad de figuras importantes de la Historia y Cultura Nacional, tales son los casos: La familia Simoni, en particular de Amalia Simoni, luchadora independentista y quien fuera esposa del patriota cubano Ignacio Agramonte y Loinaz del Castillo con quien se casó en 1868. En esta relación mediaron ante el padre de Amalia el quinto Conde de Casa Bayona y su esposa.

Desde las luchas patrióticas por la independencia de Cuba descolla entonces el mismísimo Ignacio Agramontes (1841-1873), Mayor General del Ejército Libertador de Cuba, quien a su vez fuera conocido, con respeto y cariño por su tropa, como “El Mayor”, lo cual ha quedado grabado para siempre en el corazón de los cubanos.

Agramontes fue hombre de acción y de pensamiento y es de mucha actualidad destacar la arenga que le hiciera a su tropa aquel fatídico 11 de mayo de 1873:

“La más alta y noble misión del hombre es el trabajo, cimiento de la sociedad, y el único medio de conquistar una patria honrada, que es el fin del programa que nos ha arrastrado llenos de amorosa fe, a estos turbulentos campos para convertirnos en obreros de la humanidad. Nuestra misión se va cumpliendo; vuestra disciplina y vuestra abnegación hacen de todos nosotros el núcleo fundamental de la futura República”.

De la Ciudad Condal existe una interesante anécdota sobre Máximo Gómez Báez (1836-1905). Este insigne patriota, no obstante haber nacido en República Dominicana, fue general en la Guerra de los Diez Años y General en Jefe de las tropas revolucionarias cubanas en la Guerra del 95. Gómez fue ejemplo de internacionalista y de genio militar.

Del Generalísimo, como también se le conocía, se cuenta que durante una visita a Santa María del Rosario en compañía de su hija, ésta perdió su pañuelo en algún lugar del pueblo, y cuál no sería el asombro de todos, cuando  fue encontrado y entregado por uno de los vecinos del pueblo, lo que hizo exclamar al General ¡que qué honrados y honestos eran los rosareños…!

También se supo que José Martí y Pérez en carta escrita a Federico Edelman de diciembre 11 de 1890 dijo: " El sábado, 13, a las 8 de la noche, nos juntamos en casa, refiere  Martí, de Carmita (sic) unos cuantos amigos de poca ceremonia a decir adiós, con café y versos, a Francisco Chacón."

Francisco Chacón y Torres fue un noble y militar español de origen cubano que ostentó el título de II Conde de Casa-Bayona. También fue Señor, Justicia Mayor y Teniente a Guerra de la ciudad de Santa María del Rosario y su territorio, Alcalde de dicha ciudad. Francisco Chacón y Torres, contrajo matrimonio en la parroquia de la ciudad de Santa María del Rosarioel 7 de marzo de 1744, con doña Mariana Herrera y Chacón.

Tomás Romay y Chacón fue un destacado médico cubano quien fuese el primero en aplicar la vacunación en Cuba, fue miembro de la familia Chacón. Y, según refiere el historiador local de este territorio, Rogelio Hernández, durante una visita que realizara el ilustre galeno a la Casa Condal durante el mes de marzo de 1804, aplicó la vacuna contra la viruela a varios vecinos en presencia del médico de la Ciudad D. Ramón Castañeda.

Otra importante figura de la intelectualidad cubana fue Alejo Carpentier, destacado novelista cubano, descollante figura de la vanguardia estética y el pensamiento cubanos. El autor de “El Siglo de las Luces”, contrajo nupcias en la iglesia de Santa María del Rosario con Lilia Esteban de Carpentier, el 26 de mayo de 1941.

De Alejo Carpentier también fue conocida la relación de amistad y respeto con el P. Raúl Martínez, quien llevara a cabo su ceremonia nupcial.

Este embajador de lo mejor de la cultura cubana, escribió un delicioso artículo que tituló “Misa del Gallo en Santa María del Rosario”, redactado para el Periódico Semanario Tiempo en 1940.

La iglesia también fue escenario de la lucha contra la tiranía batistiana en la década de los cincuenta. Una noche ya su amparo, un grupo de revolucionarios subió a lo más alto de la torre del campanario, donde colocaron la bandera rojinegra del Movimiento 26 de Julio. Al día siguiente todo el pueblo admirado y asombrado, vio ondear la bandera. Poco tiempo permaneció allí, pero bastó para que el hecho quedara como gesto desafiante de rebeldía y patriotismo, grabado para siempre en la memoria de los rosareños.

La Reina Sofía de España, también fue uno de los visitantes ilustres de esta excepcional Parroquia, llamada con justeza la Catedral de los Campos de Cuba.

Y así, llena de anécdotas, conocimientos y emociones está la iglesia cuyo halo se extiende al parque frente a ella y antigua Plaza de Armas. Allí  se encuentra y se cuenta una afortunada historia de amor.

Relatado por museólogos del museo municipal del Cotorro se dice que una muchacha de familia pudiente hubo de enamorarse de un joven humilde. Conocido los hechos por el padre mandó este a “la niña” a España para cortar de raíz dicho noviazgo, sin embargo, el enamorado y tenaz joven con muchos esfuerzos y sacrificios logró hacerse del dinero del pasaje y siguió a su amada hasta tierras hispanas. Pasado el tiempo, ambos jóvenes regresaron para sorpresa de su recio papá, casados y con un hijo.

Entonces en gesto tierno y amoroso la joven sembró en dicha Plaza una pequeña araucaria[1] que hoy crece vigorosa como émulo del amor de la afortunada pareja. Y quizá, para demostrar la poderosa fuerza de un verdadero sentimiento la planta creció tan arriba que es en la actualidad el árbol más alto que puede observarse en esa comarca. Sin dudas, es un símbolo de lo que el amor es capaz de alcanzar.

Es, a su vez, emotivo para los cubanos, pensar que sobre las losas del suelo de la iglesia en la que uno se detiene, pudieron caminar tantas personalidades. Ello le ofrecen a todos una especial apreciación de la oportunidad que se está viviendo y que pareciera transportarnos como en máquina del tiempo a aquellos momentos en que Cuba no había sido aún liberada y la gente humilde acudía a esta Casa de Dios en busca de algún alivio a sus inmensas penurias.

Entonces, estimado lector, más adelante, cuando la victoria sobre la COVID 19 sea un hecho irreversible, visite Santa María del Rosario, su iglesia, así como el parque y el restaurant ubicado en la antigua casa Bayona.

Y si desea, mejor aún, programe una visita guiada por los museólogos, que le deleitarán con sus historias y anécdotas, para lo cual no deje de coordinar previamente con el Museo Municipal del Cotorro, a pocos kilómetros de distancia.

¡No se arrepentirá! y  mientras tanto se le sugiere que busque y conozca sobre los innumerables valores que se atesoran en el patrimonio cubano, a veces bien cerca de usted, como en este caso a menos de 20 km del centro de la Capital y otras, aún más cerca, en su propio vecindario.