¿Cómo buscar alternativas viables de ingresos en divisas en medio de los cambios económicos y financieros que vive el país sin vulnerar el objeto social de una empresa que prioriza la producción, comercialización y distribución del disco musical, además de la protección de un patrimonio fonográfico invaluable?, ¿son los servicios complementarios a estos procesos los que deben adquirir valor primario como sucede en algunos casos?, ¿es necesario vender la unidad artística y el disco junto a un producto no necesariamente cultural como es la cerveza?.
Estas y otras interrogantes fueron tema de los intensos debates y opiniones del Balance anual de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM), realizado en el Centro Cultural 31 y 2, Casa de la Música, presidido por Fernando León Jacomino, viceministro de Cultura, Reinier Rodríguez, gerente general de la EGREM, entre otras autoridades de la cultura, la administración pública, además de las UEB y filiales de todas las provincias, artistas y líderes de varios proyectos de la disquera.
A tener inventiva y creatividad en la búsqueda de soluciones, capacidad para sugerencias y eliminar trabas burocráticas, alentó León Jacomino, “no se puede desnaturalizar el objeto de la EGREM, el repertorio no puede desplazar el objeto social… hay que cambiar el monopolio de la gestión cultural por la empresa estatal; la empresa existe porque existe el artista, no al revés, somos empleados de los artistas”, dijo.
“Cada vez que un artista publica algo en las redes es porque las empresas, no lo atienden bien, hay falta de gestión en la representación artística. Los porcientos de la representación son algo grave que está sucediendo, la empresa participa de los dividendos sin hacer mucho. La principal distorsión de hoy es tratar de enderezar la pirámide, totalmente al revés”, sentenció.
Vectores importantes en el funcionamiento del sello musical más longevo del país como son el comercio digital, la venta física, la producción fonográfica, las exportaciones; la tan imprescindible industria cultural y el plan de eventos, de los cuales derivaron el grueso de los ingresos en el 2023 por concepto de cover o entrada, entre otros, fueron objeto de los profundos análisis que abogan por un mejoramiento eficiente de estos.
Múltiples factores inciden en la descolocación de algunos de estos parámetros que impidieron buenos resultados como los obtenidos en el año precedente, por ejemplo, el nivel de ingresos en las exportaciones fue muy por debajo de 2022.
Verticaliza y hace dependiente la gestión de esta empresa, el esquema monetario de 1 dólar por 24 cup, lo que implica brechas en la captación de divisas; la poca o nula viabilidad para la conformación de paquetes turísticos, autorizados nada más por la Agencia Cultural Paradiso; deserción de los trabajadores lo que implica fluctuación en el completamiento de la plantilla, problemas con la impresión gráfica; desactualización del catálogo editorial – no están inventariadas todas las producciones—, entre otras.
Se puntualizaron las deudas con los artistas, “estamos conscientes de ello, por eso enfatizamos en cómo aumentar la producción fonográfica”, subrayó Reinier. La EGREM se sabe acreedora de una ineludible tarea como lo es la producción del disco y todos sus derivados, por eso, según Élsida González, productora y musicóloga, “hoy estamos obligados a que todo lo que suceda como música, necesita entrar en la industria”.
No obstante, a pesar de los inconvenientes, esa empresa musical ingresó al prepuesto del estado más de 4 millones; logró valiosas sincronizaciones a nivel nacional e internacional, sobre todo, licencias en formato vinilo; varias producciones fueron presentadas en el Cubadisco, se exportó toda la música, presente en las diversas plataformas online, a pesar de las dificultades con los ingresos en moneda dura.
Hoy son realidad alianzas estratégicas para la distribución y producción, tanto nacional como internacionalmente, como lo son la vinculación Cerrito Record, The Orchard, Altafonte, Páfata, la ACDAM, el ICAIC y proyectos independientes tales como Mambo Producciones y Guámpara. También, solidificaron alianzas con actores no estatales, hoy 68 mipymes se vinculan a la EGREM, lo que ha permitido el ingreso 112 millones y la disminución del costo por peso.
A pesar de todo, en las proyecciones para el 2024, reforzarán su accionar. El eslabón arte y repertorio, el de mayor aporte en la EGREM, requiere incentivos, “debemos actualizarlo en vistas al 60 aniversario de la empresa”, expresó Reinier. Exhortó a cambiar el sistema de producción y de ventas, la activación de la fábrica d discos, a pesar de su obsolescencia y carencias; darle una nueva perspectiva comercial a los Álbum Kafé con productos vistosos, venta internacional de los eventos, mayor venta en las Casa de la Música, la venta de archivos, etc.
De importancia vital y expuestos por los directivos de las diferentes UEB, la estimulación e incentivos a los trabajadores, la necesaria distribución de utilidades, adopción de precios diferenciados para los turistas, negociación directa para la concertación de paquetes turísticos, utilización del servicio del post, licencia para vender en moneda dura, etc.
Igualmente, en el balance se prestó atención al decir y reclamo de los artistas. El músico Jorge Luis Robaina, (Jorgito Karamba), líder de varios proyectos con la EGREM y emprendedor, habló de la necesidad de un enfoque diferente en las negociaciones para con ellos, “estamos en un nuevo país, con un nuevo marco regulatorio”, comentó. Se refirió a las formas der comercialización, su rentabilidad, el cumplimiento de los acuerdos contractuales, el respeto a la política cultural que, entre otros aspectos, cumplimentan su trabajo.
Al balance también asistieron, Sara Blanco, funcionaria del Comité Central del PCC; René de la Portilla, funcionario del MINCULT e Indira Fajardo, presidenta del Instituto Cubano de la Música.
Fotos: cortesía Juan Carlos Borjas
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