La guerra sucia contra Cuba


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La guerra sucia contra Cuba, como su autor plantea, es una obra crítica, de compilación de documentos del Gobierno de Estados Unidos, desclasificados en los años noventa de la pasada centuria, publicados por primera vez en la Isla y que revelan las operaciones secretas realizadas por esa superpotencia imperialista, dirigidas al derrocamiento del Gobierno Revolucionario cubano.

Una obra novedosa, escasamente tratada en la historiografía cubana, de gran actualidad y significativa importancia para entender la filosofía y los intereses geopolíticos del imperialismo norteamericano. Su rigor teórico está avalado, además, por la consulta de documentos que hasta hace poco constituían parte del secreto político militar del gobierno norteamericano y que no solamente contribuyen al estudio y análisis sobre la política seguida por la administración Kennedy, inmediatamente después  del descalabro sufrido en las arenas de Playa Girón en abril de 1961,  sino que confirman la hipótesis sostenida por la dirección política de la Revolución cubana acerca de la participación directa del gobierno de Estados Unidos, la Agencia Central de Inteligencia y otras instituciones gubernamentales de ese país en las actividades subversivas contra Cuba desde los primeros días después del triunfo de enero de 1959.

La obra está escrita con un lenguaje claro y preciso, comprensible por el lector común. La estructura interna, concebida con lógica y coherencia, favorece la comprensión sin dificultades del contenido y el alcance de los propósitos imperiales contra Cuba. El diseño de cubierta corresponde a los objetivos, en tanto, el interior favorece y recrea la lectura.

El texto de Diez Acosta debe ser conocido, divulgado, consultado y ha de servir de referencia obligada para docentes de todos los niveles de enseñanza, investigadores, estudiantes, y de mucha utilidad para todos los cubanos pues presenta los elementos esenciales desde la propia concepción norteamericana sobre sus planes y objetivos a corto, mediano y largo plazos con respecto a la isla de Cuba. Una mirada por dirigentes políticos y gubernamentales extranjeros, politólogos, sociólogos y activistas sociales contribuiría también a entender los fenómenos y contradicciones ocurridas durante varios años en no pocos países latinoamericanos y caribeños y que en la actualidad encuentran su expresión entre las fuerzas de izquierda y los movimientos políticos en nuestro continente.

La guerra sucia del profesor, investigador y ensayista Diez Acosta amplía su vasta indagación sobre el enfrentamiento histórico entre Estados Unidos y Cuba, tarea que durante varios años ha venido ocupando su interés investigativo, como resultado de lo cual ha publicado decenas de artículos en varios órganos de prensa nacionales y extranjeros.

A su autoría corresponden, entre otros, los títulos siguientes:   Peligros y principios (1962), Peligros y principios. La Crisis de Octubre desde Cuba, (1992), cuya segunda versión ampliada apareció en 2012; La guerra encubierta contra Cuba (1997 y 2006), Algunas reflexiones cubanas sobra la Crisis de los Misiles (1997), Octubre de 1962. A un paso del holocausto, publicada en 2002 y 2007; La confrontación Cuba-Estados Unidos (2003), y Los últimos 12 meses de J F Kennedy y la Revolución Cubana, 2011; La guerra encubierta contra Cuba (1997 y 2006); Algunas reflexiones sobre la Crisis de los misiles, 1997; Octubre de 1992; A un paso del holocausto (2002 y 2007), publicada también en los Estados Unidos;  así como La derrota de la guerra sucia (2014) y Un intento de revancha. Estados Unidos vs. Cuba (1969-1974), en 2018. 

El Dr. Diez Acosta, tras minucioso análisis documental, nos sitúa ante las dos alternativas posibles a escoger por la nueva administración demócrata ante la derrota sufrida:

  • Continuar el mismo rumbo hostil y agresivo, tratando de evitar fracasos como los cometidos en la invasión por Bahía de Cochinos.
  • Rectificar la política de hostilidad desarrollada hasta ese momento y buscar formas de entendimiento y respeto mutuos con su cercano vecino caribeño.

El autor se encarga de demostrar fehacientemente que la segunda opción no estaba en el arsenal político militar de la nueva administración, de ahí que no hubo cambio alguno. La idea de eliminar la Revolución por cualquier medio, convertida en obesión por muchos políticos y funcionarios de alto nivel del Gobierno de Estados Unidos y, en especial, del presidente John F, Kennedy y su hermano Robert, se convirtieron en estrategia presidencial.

Aún sin apagarse el destello de los últimos disparos y el clamor de arrepentimiento de los mercenarios hechos prisioneros en Girón, el 4 de mayo de 1961, 15 días después de la derrota, ya se elaboraban nuevos planes agresivos y se intensificaban las acciones encubiertas y subversivas contra la Isla.

En el documento titulado Cuba y el comunismo en el hemisferio ya se planteaba abiertamente la necesidad de liquidar la Revolución cubana y a su máximo líder Fidel Castro porque “ha aportado un ejemplo de trabajo de un Estado comunista en las Américas, desafiando exitosamente a Estados Unidos. Además, él ha extendido el sentimiento antinorteamericano, un sentimiento comúnmente compartido por los comunistas. Su supervivencia, frente a los esfuerzos persistentes estadounidenses por sacarlo del poder, incuestionablemente ha disminuido el prestigio de Estados Unidos”.

Concebida editorialmente en dos tomos, la obra consta de 80 documentos, estructurados en 36 unidades temáticas que muestran las acciones proyectadas y ejecutadas por el Gobierno de Estados Unidos contra Cuba.

En sus páginas se exponen de manera detallada, los antecedentes inmediatos, el desarrollo, los participantes y desenlace de la Operación Mangosta, que desembocó en una de las crisis más peligrosas durante la segunda mitad de la centuria pasada que pudo tener consecuencias apocalípticas para la humanidad, como fue la Crisis de Octubre o de los Misiles de 1962, cuando puso al mundo al borde de la guerra nuclear.

De igual modo se refleja el proceso continuo de toma de decisiones sobre Cuba por el presidente Kennedy inmediatamente después de asumir el poder; el papel y lugar de la CIA y las demás agencias gubernamentales norteamericanas, tanto de modo independiente como formando parte de los planes de la administración estadounidense, las vías posibles –armada y no armada– para destruir la Revolución.  

Refiere con razón el autor que el aislamiento diplomático y el cerco económico fueron importantes armas empleadas por Washington para derrocar al Gobierno cubano, donde los Departamentos del Tesoro, de Comercio y de Estado desempeñaron papeles principales, dando continuidad a la política diseñada durante la administración Eisenhower para presionar y tratar de castigar a Cuba.  No escapa a la atención del investigador Diez Acosta la puesta en práctica de la Alianza para el Progreso, propuesta en marzo de 1961 por el presidente Kennedy como un programa de ayuda para el desarrollo económico y social de 20 mil millones de dólares en 10 años para América Latina, empleada a fondo por Estados Unidos para sumar gobiernos del continente americano a su política aislacionista contra Cuba y lograr un consenso favorable en la región, con el objetivo de alcanzar una acción conjunta, mediante el empleo de los mecanismos políticos y diplomáticos de la OEA y del Tratado  Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).

Resulta interesante el enfoque del autor sobre las causas de la Crisis de Octubre de 1962. Un análisis pormenorizado del curso de los acontecimientos y de la agresividad del imperialismo en estos primeros años de la Revolución cubana y fundamentalmente durante la Operación Mangosta, sirvieron de argumento a la propuesta soviética de desplegar en Cuba misiles de alcance medio e intermedio. Por esa razón finaliza la compilación con un documento que resume las operaciones militares de Estados Unidos durante la Crisis.

Cada unidad temática introduce al lector en los hechos relacionados con los documentos compilados y en cada tomo, dos índices, uno con las abreviaturas empleadas y otro sobre las personalidades más destacadas.

Igualmente, el lector podrá encontrar una cronología, que bien pudiera constituir un nuevo libro, de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos desde el 19 de abril de 1961 hasta el 8 de enero de 1963 con más de 300 entradas.

Entre las interrogantes que puede formularse el lector, sin dudas, en la obra de Diez Acosta encontrará respuesta, al menos, a las siguientes: ¿Existe una política gubernamental de las administraciones norteamericanas hacia Cuba o se expresa de modo coyuntural por cada una de ellas? ¿Qué lugar ocupa Cuba en los intereses geopolíticos de Estados Unidos? ¿Cuál es el objetivo de la política sucia contra Cuba, de qué medios se vale, qué métodos emplea, qué fuerzas participan en su ejecución, cuál es su contenido?

¿En qué consistió la Operación Mangosta, cuáles fueron sus objetivos, su contenido, medios de realización y etapas? ¿Qué significó la Alianza para el Progreso?

¿Es la guerra sucia contra Cuba un hecho histórico sin valor actual? ¿Hasta dónde las llamadas guerras de cuarta generación y los sucesos que han tenido lugar en varios países latinoamericanos son resultado de la subversión política e ideológica organizada, financiada y desarrollada por el Gobierno de Estados Unidos?

Sin dudas, el lector podrá satisfacer muchas de sus expectativas en la medida en que se adentre en el estudio de esta importante y necesaria obra del Dr. Tomás Diez Acosta y que la Editora Política y la Editora Historia, en un esfuerzo común, han puesto en manos de un amplio sector interesado en estos temas.

 


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