Desde este 19 al 24 de octubre la radio y la televisión cubanas se apropiarán del Palacio de las Convenciones de La Habana con una fiesta gigante que agrupará a más 27 países y 600 delegados entre cubanos y extranjeros, por solo citar algunas cifras que denotan la magnitud del certamen que se avecina.
Se trata de la Convención Internacional de Radio y Televisión Cuba 2014, que se acerca a la segunda quincena de octubre con nuevos convenios, exhibiciones de productos audiovisuales, contactos comerciales o individuales, encuentros teóricos, clases magistrales, presentaciones de libros y galas artísticas.
En cifras, el festival promete superar al anterior. Aún así, en la memoria de los que participamos en el evento pasado perduran todavía los recuerdos de las conferencias magistrales de Lidia Camacho, directora de la Fonoteca de México, o del polémico teórico colombiano Omar Rincón, porque ambos en sus propuestas desencadenaron debates instructivos y sobre todo válidos para los participantes de Cuba, que disfrutaron de una manera distinta de enfocar asuntos medulares de los universos audiovisuales contemporáneos.
Hubo otros interesantes y útiles encuentros, por ejemplo sobre género y medios, en los que la doctora cubana Isabel Moya hizo gala de toda su sapiencia, ironía y sentido del humor para demostrar la manera en la que, a pesar del Código de Familia y otras leyes, las mujeres latinoamericanas continúan siendo discriminadas.
Además, la intervención de la también doctora cubana Maribel Acosta, con la propuesta de crear una red de emisoras y canales para lograr un espacio mundial donde se difunda la cotidianeidad de los cubanos.
Para esta edición, al igual que hacemos con la parrilla radial o televisiva, habría que priorizar el espacio temporal de las propuestas más interesantes y propiciar de mejor manera el intercambio entre los participantes.
Esta convención viene a la par de nuevos desafíos y cambios dentro del propio Instituto Cubano de Radio y Televisión, como por ejemplo la introducción en el país de la Televisión Digital Terrestre y el proceso de diseño y revisión de la programación en las 96 emisoras que tiene el país.
El certamen será una oportunidad para el surgimiento de nuevas iniciativas que promuevan y estimulen la capacidad creativa de los profesionales de los telecentros, corresponsalías y emisoras de toda la geografía cubana.
Por ejemplo, Radio Habana Cuba entregará el premio especial “Orlando Castellanos” a los programas que mejor reflejen la vigencia del pensamiento y la obra de Simón Bolívar, y que hayan sido transmitidos por alguna emisora de América Latina.
Sin lugar a dudas, la convención promete ser una jornada favorable para el desarrollo de nuestros medios audiovisuales. El hecho de que la Convención Internacional de Radio y Televisión esté dedicada este año a los jóvenes creadores, representa de hecho un atractivo y le imprime nuevos aires de renovación a la cita de este 19 de octubre.
Ese debe ser el reto para todos los realizadores, escritores y periodistas que hacen posible la señal radial y televisiva, haciendo que todos y cada uno de los espacios, musicales, informativos, humorísticos o dramatizados, lleguen a los oyentes y televidentes de manera atractiva, creativa e interesante.
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