Quienes la conocieron o la
vieron actuar por la televisión o en el cabaret La Red, en La Habana, no
olvidan los gritos y carcajadas de La Lupe, quien desafiando todo tipo de
estereotipos conquistó miles de fanáticos en Cuba y otras partes de
Latinoamérica.
La Yiyiyi, con su
desafiante manera de interpretar un bolero, se convirtió poco a poco en un mito
de la música cubana. Los adversarios de su estilo la tildaron de perturbada,
sin embargo las críticas no pudieron nunca apagar su voz.
Nacida en Santiago de Cuba
en 1936, La Lupe también ayudó con su canto aguerrido a que la música cubana se
escuchara en muchas partes del mundo. Sus éxitos al lado de Tito Puente, las
composiciones de Tite Curet y las colaboraciones con otros músicos como Mongo
Santamaría, sirvieron para que La Reina del Soul Latino caminara con total
triunfo en el mundo de la música. ¿Qué te
pedí?, La tirana, Fever… son
temas clásicos de su repertorio, hoy tarareados por muchos.
Representada varias veces
en el teatro, su vida llena de misterios y criterios opuestos, llama la
atención a escritores y directores de cine. No obstante, La Lupe bien merece
una película. Contar su vida sería todo un reto.
Veinticinco años después
de su muerte, como mejor se le recuerda es disfrutando de sus canciones.
Posicionándola en el lugar justo que merece. Ella, leyenda al fin, continuará
cautivando a disímiles de melómanos en cualquier rincón del continente, entre
carcajadas, gemidos… Aunque algunos todavía afirmen que se trata de un “puro
teatro”.
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