En el 125 aniversario de su nacimiento y los 60 años de su muerte, la Sala Manuel Galich de Casa de las Américas realizó un homenaje al destacado artista venezolano Armando Reverón, con la muestra Reverón, luz de Venezuela.
La expo exhibe reproducciones de algunas de sus obras más reconocidas que le han merecido una posición central en el patrimonio artístico venezolano y la declaración del presidente Nicolás Maduro como Bien de Interés Cultural de la Nación.
Destacan en la muestra sus piezas de tonos ocres, dedicadas a su tierra, el paisaje campestre, el trabajo del pueblo y la sencillez de la vida cotidiana. Dichos rasgos convirtieron sus creaciones en la pintura primigenia de la venezolanidad y un testimonio único de la luminosidad caribeña, que hizo a muchos conocerlo hoy como el pintor de la Luz.
Considerado el más auténtico y completo de los pintores que militaron en la famosa agrupación conocida como el Círculo de Bellas Artes (1912-1920) y el mejor de Venezuela en el siglo XX, Reverón estudió en la Academia de Bellas Artes de Caracas entre 1908 y 1911. Luego partió a España para estudiar en las escuelas de Barcelona y Madrid, e inmediatamente se sintió fascinado por grandes como Goya, Velázquez y El Greco, así como por la cultura popular española.
Residió en Macuto, litoral central venezolano, la mayor parte de su vida y allí concibió una obra centrada en captar el impacto de la luz tropical sobre las formas a través del paisaje y el desnudo femenino. Sus piezas reflejan un mundo onírico, desdibujado, con un exhaustivo trabajo en la luz y los colores, o la falta de ellos. En la obra reveriana se distinguen tres tiempos: período azul, período blanco y período sepia.
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