El Periódico Cubarte  continúa  el homenaje a la Nueva Trova cubana y al Movimiento de la Nueva Trova por el aniversario 50 de la fundación de este, que comenzara a realizar en noviembre del año 2022, con la publicación semanal de entrevistas a trovadores de todas las generaciones y también a otros artistas, especialistas e intelectuales del país.

 Dichas entrevistas han resultado un interesante compendio de recuerdos, ideas y valoraciones que todos los entrevistados han aportado en cada una de las conversaciones, las que tienen en común una admiración profunda por este popular y entrañable fenómeno estético.

 Hoy nuestro periódico les presenta el diálogo que sostuvo con la joven trovadora Annalie López Caballero (Guantánamo, Cuba, 1991), quien es graduada de Licenciatura en Enfermería, en la Universidad de Ciencias Médicas, de su ciudad natal, pero que luego escogió un camino que también cura, como solo sabe hacerlo el arte. 

 Desde muy temprano comenzó a incursionar en la música y el canto, más tarde se apasiona con la guitarra y comienza a tomar clases de este instrumento.

 En el año 2011 integra el grupo de trova-urbana «Barra Abierta», perteneciente a la Asociación Hermanos Saíz (AHS) de Guantánamo, y en 2015 ya aparece como proyecto independiente, y realiza su primer concierto en solitario en la sede de esa organización en julio de igual año.

.Annalie obtuvo las becas El Reino de este mundo, en video clip, y la de creación musical Ignacio Villa 2022, ambas conferidas por la AHS.

 Ha sido nominada a los premios Lucas y Cuerda viva en varias ediciones, y ganadora de la Canción contemporánea del 2019 y 2022 en Cuerda viva; fue nominada en 2020, al premio Guamo que otorga la UNEAC.

 La trovadora ha participado en eventos musicales, muchos asociados a la Nueva Trova, como en Guantánamo, en las jornadas de la Canción Política de gran importancia nacional, y también en Holguín, Bayamo, Manzanillo, Santa Clara, Cienfuegos y Ciego de Ávila.

 Fue invitada por el trovador Raúl Torres a integrar el elenco que celebraría sus 30 años de  vida artística, en el Teatro Nacional de Cuba en el año 2019.

 En La Habana igualmente se ha presentado en la Fábrica de la Trova de Alamar; el Encuentro de Mujeres Cantoras «Ella y yo»; Pabellón Cuba; centros culturales de Artex, Fresa y Chocolate y Pepitos Bar; La Bombilla Verde;   Patio Bar de la EGREM;   Cine teatro Astral, y en la Casa del Alba Cultural.

 Ha ofrecido su arte en países como Serbia, Montenegro y México, y ha compartido escenario con importantes artistas como Eduardo Sosa, Augusto Blanca, Marta Campos, Tony Ávila, Mauricio Figueiral, Heidi Igualada, James Moorhead de Estados Unidos y la española Silvia Pérez Cruz.

  Su primer recuerdo de la Nueva Trova ¿llega junto a qué figura?

 Pablo Milanés

 ¿Cuándo reconoció que quería ser trovadora?    

 Desde que tomé mi primera guitarra a los 17 años de manos de mi padre.

 En sus inicios, ¿a cuál trovador se quería parecer?     

 Jamás he pretendido parecerme a nadie, eso es lo más atractivo, porque cada figura, cada artista tiene modos propios; creí desde el principio que el éxito se debe a la autenticidad.

 ¿De qué trovador reconoce influencia en su obra?

Siempre me he sentido más influenciada por Pablo Milanés, y además por Josué Oliva, un trovador de Guantánamo.

 ¿Usted cree que los fundadores del MNT «enseñaron a pensar » a los jóvenes cubanos? 

 De alguna manera sí evidentemente, porque eran y son canciones que se diferenciaban de la música popular y hacían pensar a toda una sociedad, dentro y fuera de Cuba.

 ¿Qué recuerdos tiene asociados a Pablo Milanés?

 Pablo es mi trovador   preferido. Su registro vocal inconfundible, directo como sus canciones.

Recuerdo muchas canciones en la radio de mis padres, pero una de mis preferidas es: «La Felicidad».

¿Cuál considera es el aporte fundamental de la NT a la historia de la música cubana?

 La Nueva Trova es un fenómeno musical, social, sin dudas. La poesía, el pensamiento, la belleza, los tres bien pensados.