El Movimiento de la Nueva Trova cumple 50 años ya, lo que determina que no es tan joven, sin embargo, tal y como le pasa a muchos mayores, su esencia y espíritu siguen frescos en algunos de sus cultores más experimentados y, claro, en los más jóvenes que aportan sus aires de renovación.
De todas maneras, el MNT merece mucha veneración; sus canciones han sido, a lo largo de su vida himnos de amor, del amor grande, el amor a todo, y muchas conservan, a pesar del paso del tiempo, esa cualidad.
El MNT fue en sus primeros años un fenómeno peculiar de ruptura y a la vez veneración de los ancestros musicales; son muchos los creadores cubanos que están afiliados a este movimiento; diferentes generaciones con denominadores comunes: voz, poesía y música, para compartir ideas de revolución, rebeldía, irreverencia, compromiso, fidelidad, patriotismo y amor.
El Periódico Cubarte ha querido tributar al programa de conmemoración de este aniversario 50 del MNT, una serie de entrevistas a trovadores de diferentes generaciones, herederos todos, tanto de Sindo Garay, Pepe Sánchez y Manuel Corona, como de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Noel Nicola y Vicente Feliú.
Heidi Igualada (La Habana, 1964) es una reconocida cantautora y guitarrista cubana integrante del Movimiento de la Nueva Trova.
En Heidi, muchos colegas y expertos han reconocido, desde sus inicios, una especial ternura en sus textos y su clara poesía, así como una delicada manera de decir la canción.
La trovadora es graduada de Nivel Medio Superior de Música, y en guitarra del centro de Ignacio Cervantes, instrumento que la acompaña desde los 7 años; la primera canción que se aprendió en la vida fue «Fusil contra fusil», de Silvio Rodríguez y la vez inicial en que cantó en público fue en el año 1989, nunca más ha dejado de hacerlo.
Una marca profunda dejó en su formación los aprendizajes que desarrolló en los talleres de composición de la venerada Marta Valdés, donde aprehendió el espíritu de la trova tradicional cubana.
Heidi habla poco, pero certeramente, y compone y canta mucho, lo que es más importante, por eso el Periódico Cubarte quiso integrarla a esta serie de entrevistas sobre el 50 aniversario del MNT.
—¿Su primer recuerdo del MNT llega junto a qué figura?
Bueno, es un conglomerado de figuras porque a mí comienza a llamarme la atención esta estética, este movimiento, que en aquel momento no sabía que era un movimiento como tal de trovadores, ¿no?, pues los escuchaba en unos programas que trasmitían por la radio; recuerdo que yo iba a la Secundaria Básica por la tarde y antes de almorzar yo los escuchaba.
Había varios programas consecutivos donde difundían música de la Trova, y por supuesto ponían canciones de Silvio Rodríguez, Noe Nicola, Vicente Feliú, Sara González, Augusto Blanca, Lázaro García, por eso no te puedo decir a qué figura me remito cuando pensó en las primeras veces que me percaté del MNT, sino más bien a esos programas donde encontré un conglomerado, como dije al principio, de muchos cantores.
—¿Cuándo reconoció que quería ser trovadora?
Si me dejan a mí sola, creo que nunca lo hubiera reconocido a lo mejor; yo desde muy pequeña me identifiqué con esa estética; cuando yo escuchaba música infantil con quien más me identificaba era con Teresita Fernández y con María Elena Walsh, y mucho después supe que eran trovadoras, que eran cantoras.
Yo siempre escuché mucha radio desde niña, cuando era adolescente también, pero no fue hasta 1985 que conozco a Vicente Feliú; él había ido a visitar a unos vecinos de mi antigua casa y allí le pidieron a que cantara pero no traía guitarra y le dijeron que «la muchacha de al lado», tenía una y que cantaba también, entonces me mandaron a buscar para que le prestara mi guitarra y Vicente me pide que cante algo mío ( ya yo hacía canciones cuando eso pero sin más pretensión que cantarlas en mi casa y en el Preuniversitario que cursaba en ese momento( pero así, sin más ni más, le canté mis primeras canciones y recuerdo que Vicente me dijo: « Tú eres una trovadora».
Me acuerdo bien de que esa noche no dormí, me costó mucho trabajo masticar, digerir aquellas palabras porque yo no tenía clara la diferencia esa que hay entre las estéticas, ¿no? Hoy en día se habla mucho de canción arte, me gusta más decirle así, no me gusta decir canción inteligente, o poco inteligente, o no inteligente, me parece que es una falta de respeto inmensa al talento de otros creadores que ven el mundo desde otros prismas, pero como yo no tenía clara esa diferencia de estéticas si Vicente no me lo dice, quizás me hubiera dado cuenta cuando hubiera madurado más pero, ya te digo, fue en aquel momento cuando descubrí que yo era también una trovadora.
—¿A quién se quería parecer en esos primero momentos?
No sé si parecer es la palabra adecuada pero sí tenía muchas influencias de The Beatles, de hecho, antes de cantar en español cantaba en inglés en unos combos que hacíamos en el Preuniversitario, pues cantábamos sus canciones, yo tenía mucha influencia de ese grupo, hoy todavía la tengo y mucha influencia de Silvio Rodríguez, después.
Silvio es un hombre que me influenció muchísimo no solo en el aspecto musical de lo que fuera ya la canción, sino también como ser humano. Yo siempre digo que Silvio es uno de los colaboradores, de los culpables de que yo sea la persona que soy hoy, además de mi familia y toda la formación que le dan a uno en el hogar y en el contexto en que vive y se desarrolla, pero Silvio me enseñó a ver el mundo de otra manera y a verme a mí de otra manera.
Las canciones de Silvio, más que canciones como tal son lecciones de vida, yo lo veo así, y no solo yo, creo que a una generación entera nos marcó; por esto te digo que parecerme, parecerme…, no creo que nunca me haya querido parecer a nadie pero sí he tenido influencias y tengo otras también, de Martha Valdés, un poco más para los 90; de la música brasileña muchísima influencia de Chico Buarque, de Jobin, de todas las armonías y progresiones maravillosas que hacen ellos que dudo que yo las pueda hacer igual pero siempre he tratado de estar por ese canal.
—¿Usted cree que los fundadores del MNT «enseñaron a pensar» a los jóvenes cubanos?
Esa pregunta me parece que es polémica porque pienso, y valga la repetición, que la gente piensa por sí sola, pero por supuesto que influyeron grandemente en una generación, no puedo decir que enseñaron a pensar, porque nadie enseña a nadie a pensar, pero sí influyeron en los valores, en la visión de la vida en general.
Ya anteriormente te dije que para mí las canciones de Silvio eran lecciones de vida, ya con eso te digo mucho, eran lecciones de vida para mí y para una generación que lo siguió y aún lo sigue, por supuesto que los fundadores influenciaron muchísimo en los valores, en el civismo, en la manera de afrontar el mundo, la Revolución, pero enseñar a pensar…son palabras mayores.
—¿En qué medida cree que Sara González influyó en otras trovadoras cubanas?
Sara ha sido el referente femenino por excelencia de la NT, es decir, después del triunfo de la Revolución, porque antes teníamos a María Teresa Vera, a la misma Teresita Fernández, pero todo dio un giro grande en lo que es la música en lo que son los códigos de la canción a partir del surgimiento de la NT y después del Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, que es donde Sara dio los primeros pasos de su carrera artística.
No solo Sara influyó en otras trovadoras cubanas, sino la NT en general, porque la trova es un arte de amor y donde hay amor todo fluye; no me gusta decir que por ser mujer Sara influyó en otras cantoras, por supuesto me imagino que influyó de una manera gremial, de una forma anti prejuicio, porque en esa época se tenía mucho prejuicio de que si la mujer cantaba se asociaba al vicio, a la prostitución, a las cosas malévolas de la vida, y en ese sentido como que se limpió un poco el panorama, pero como tal, que Sara González haya influido en otras cantoras…, a ver, en mi caso particular sí influyó, pero lo hizo a la par de lo que me influyeron otros como Silvio o como Vicente.
No puedo precisar si directamente en mi obra, en mi trabajo, influyó Sara, aunque después con el decursar del tiempo, cuando nos conocimos, fuimos grandes amigas; yo siempre estaba en sus conciertos, en su casa, compartiendo criterios, oyendo música, «fajándonos», (risa) por puntos de vista diferentes; de esa manera pienso que sí, que pudo haber influido como puede haber influido cualquiera.
—¿Cuál considera es el aporte fundamental del MNT a la historia de la música cubana?
A partir de que surge la Nueva Trova cubana se cambiaron todos los códigos, la estética cambió completamente, no solo musicalmente sino también en la lírica, las cosas que se decían, incluso hasta en la proyección escénica, la manera de decir la canción, la interpretación.
Cambió y fue una revolución dentro de la propia Revolución cubana, la Nueva Trova fue una revolución cultural y aún están sus huellas, porque después del surgimiento de la NT toda la música cubana cambió, y no solo los trovadores, he oído entrevistas a Juan Formell, director fundador de la orquesta Los Van Van, donde confiesa la gran influencia que tuvo de la NT.
Creo que es un aporte importantísimo, no por gusto recientemente la trova cubana se declaró Patrimonio Cultural de la Nación, es una notable contribución a la música cubana y a la cultura nacional.
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