Raúl Hernández Montanarro (San Antonio de los Baños, 1953) es economista de profesión. Luego de su jornada laboral como económico en la Empresa Comercializadora del Libro, que atiende las provincias de Artemisa y Mayabeque, se dedica al arte. Al decir de Omar Felipe Mauri Sierra, escritor y presidente de la Uneac en la provincia de Mayabeque: “Raulito es una persona que se  entrega con sinceridad a la promoción cultural, la música y el espectáculo. La sinceridad lo convierte en un artista genuino”.

Miembro de la sección de Artes Escénicas de la Uneac, su mayor virtud es la de saber movilizar y emocionar a todos. Promotor de pura cepa, está cumpliendo 13 años de presentarse en la sede de la Uneac mayabequense en Bejucal, una vez al mes, donde ha sido el director artístico y general de 156 encuentros o peñas, en las que han participado casi mil 872 artistas y más de 21 mil 800 espectadores. Si ello no es un record por lo menos es un buen average. Pero lo más importante es que afirma que todavía le quedan muchos más encuentros (Peñas) por delante, entregando al público lo mejor de nuestra cultura musical cubana.

Pero la Peña de Raúlito -que protagoniza en Bejucal desde el 2002- no surgió de la nada. De mucho le han servido la experiencia del trabajo comunitario realizado en su peña “Un artista, un té, un poeta y algo más…” que mensualmente celebra en el Museo del Ariguanabo desde marzo de 1994 y el haber dirigido un sinnúmero de galas, espectáculos y homenajes artísticos, en especial, los Festivales de Boleros de Oro de la antigua provincia Habana (algunas de cuyas ediciones recorrieron desde San José de las Lajas hasta Artemisa), además de importantes teatros de la capital del país. También, su paso por el movimiento de aficionados, su participación en el grupo Blanca Becerra de Bejucal y recibir una formación como director artístico.

En cada ocasión que se presenta esta se convierte en un espectáculo de lujo, por el elenco de artistas, el dinamismo de su conducción y la dirección precisa. Su carisma de comunicador y animador, la estrecha relación con el público y la cuidadosa combinación de géneros y creadores participantes, son el secreto de tan sostenido éxito.

Así, durante todos estos años, no le ha sido fácil construir y sostener un espacio como el que realiza; batallar contra las carencias materiales y técnicas (transporte, audio, luces, grabaciones, etc) y vencer la indiferencia de quienes vuelven la espalda al trabajo comunitario o al arte, nada de eso ha hecho mella en él. Toda acción cultural es un doble reto: el artístico y el organizativo, sin embargo, ambos son vencidos con mucho amor y entrega por Raúl Hernández Montanarro, o simplemente Raulito,  ejemplo en lo cultural y lo social.