Personalidades de la cultura y educación, que participan en diferentes proyectos socioculturales en el barrio de Cayo Hueso, municipio Centro Habana, se reunieron en la librería “Alma Máter” para rendir homenaje de recordación a la periodista italiana Marilisa Verti, defensora de la Revolución cubana. Fueron invitadas especiales al acto, Alma Masé y Enrica Matricoti, italianas solidarias con el pueblo de Cuba, y la Revolución Socialista, quienes conocieron a Marilisa.
Ella dejó entrañables recuerdos de su actitud solidaria entre los cubanos, como aquella ocasión en que auxilió a los damnificados de un huracán que a su paso por Pinar del Río había causado grandes destrozos. Marilisa afirmó que no le gustaba la guerra, era defensora de la paz; pero que si invadían a Cuba, estaría dispuesta a pelear y defenderla y dar su vida por la Patria de Martí y Fidel. Agradeció el conocimiento y la admiración que sienten los jóvenes cubanos por la luchadora antifascista italiana Tina Modotti. Quedó sorprendida al ver que Tina es parte de la cultura en nuestro país. En 2004 le hice una entrevista y explicó que Cuba entera era una mujer, porque tiene la fuerza de la mujer, tiene el cuidado de su familia, que es el pueblo y la capacidad de resistir, de salir del bloqueo, de las dificultades: VENCER.
Estuvieron presentes en el acto la destacada periodista, especialista en temas sobre la mujer Isabel Moya, miembro del Comité Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas, y la directora de la revista Mujeres, Iraida Capote. Una representación de la Universidad del Adulto Mayor y su directora municipal, Albertina Pumariego; igualmente María del Carmen Espinosa, directora del Taller de Transformaciones.
Alma Masé, miembro de la Asociación de Solidaridad con Cuba le dedicó las palabras de honor que quedarán para siempre como recuerdo del inolvidable acto sencillo y profundo. Expresó: “Marilisa Vertí era una gran mujer, muy modesta. Ella no era presumida de lo que hacía. Era periodista autodidacta. Se ganaba la vida escribiendo artículos sobre cocina, moda y otros temas semejantes para la prensa feminista. Pero su gran trabajo era en El Moncada, revista de las Asociaciones Nacionales de Amistad con Cuba. Y desde ahí defendía al pueblo cubano, lo quería muchísimo.
“Era joven, generosa, vivaracha, siempre creadora. Decidió hacer un almanaque dedicado a las mujeres cubanas y desde él combatió los comentarios de los desafectos que hablaban mal de ellas, Fue un proyecto necesario, no es que sea perfecta la sociedad; pero en Cuba son más las personas con cualidades buenas. Marilisa siempre se va a quedar para combatir lo malo.
“Ella quiso que sus cenizas vinieran a Cuba y la depositaran al mar o en el Pico Turquino, por eso pienso que ella está en el cielo de Cuba, yo me considero laica, pero en Cuba encuentro una espiritualidad muy grande; por ejemplo en esta reunión me parece sentir el alma, las ideas de las personas que como Marilisa vinieron aquí, que vienen, de los que compartieron aquí su vida. Y su amor con esta isla.
“Otra cosa de Marilisa es su sonrisa. Guardo tremendo recuerdo de una actividad contra el bloqueo, era en el desfile del 10 de octubre, del año 2007. Ella llevaba una pequeña campana y la hizo sonar, dijo: “La Campana de la Demajagua” y habló de la Historia de Cuba y de Carlos Manuel de Céspedes. Me emocionó muchísimo.
“Dicen que los que mueren jóvenes son los más queridos por los dioses. Nosotros tenemos necesidad de su presencia, pero no podemos hacer nada, sólo traerla en nuestros corazones. Yo les agradezco muchísimo por esta oportunidad que nos dan la Librería “Alma Máter”, las instituciones y proyectos socioculturales de Cayo Hueso, el haber compartido con ustedes algunos recuerdos de esta mujer maravillosa.”
En el acto que unía la solemnidad con el compromiso no faltó la poesía, dedicada a Marilisa y escrita por Xiomara Leiva, cuya letra transcribo: Mujer cubana bastión/ de la patria soberana/ que a su corazón unió/ la gran mujer italiana. Lirios y rosas perfuman/ las hermosas madrugadas/ cuando el sol radiante ya/ llama a la mujer cubana. Para el trabajo dispuesta/ la científica, la humana/ maestra, que en cada libro/ dicta su lección más alta. No es cualquier mujer, / es Cuba, que por el mundo avanza regando sabiduría y ejemplo/ donde quiera que haga falta. / Dice una voz emotiva,/ ¡bella mujer italiana!,/ que aquí sus sueños nos deja/ con amor en nuestra patria.
Luego la cantautora Katia Peredo, le dedicó una de sus canciones más queridas: Si volviera a nacer, lo mismo haría. Después, Graciela Gutiérrez de la Cátedra del Adulto Mayor, dio a conocer el Premio del Barrio otorgado a la Escuela Primaria Raquel Pérez, por su labor cultural y educativa en la comunidad. Isabel Moya consideró la obra y vida de Marilisa Verti como un testimonio digno de ser reconocido. Así, suave y combativo a la vez transcurrió el halo de esa paz, que señaló Alma Masé, como si la pequeña campana que Marilisa hizo sonar en el desfile, siguiera llamando a la defensa de Cuba.
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