La prensa diaria desde que comenzó su desarrollo masivo, ha sido canalizadora de los pensamientos de la intelectualidad de un país. Esta ha plasmado su huella en periódicos de gran circulación y también en los de menor alcance, tenemos a Carlos Marx; quien dejó estampada su firma en el Chicago Tribune y en La Gaceta del Rin, Félix Varela; en el clandestino El Habanero, José Martí; en La Nación de Buenos Aires o el periódico Patria y durante la República neocolonial a Juan Marinello, Nicolás Guillen, Jorge Mañach, María Villar Buceta, Blas Roca Calderío por solo citar algunos que se valieron del periodismo aunque la columna vertebral de sus vidas se encontraba en otras profesiones que abarcaban desde un dirigente político, un poeta hasta un profesor universitario.
A partir del singular año 2020 se observa en el periódico Granma algo de lo que muchas personas estábamos ávidas: la aparición, junto al equipo tradicional de periodistas, de algunos de nuestros intelectuales, para acompañar al pueblo lector y darle una mirada más matizada al complejo acontecer nacional e internacional. La lista ha sido bastante larga: las poetisas Teresa Melo y Nancy Morejón, el estudioso de la literatura Emmanuel Tornés, Guillermo Vilar (Guille), Oni Acosta y Beatriz Corona, críticos musicales y la última una notable compositora de música de concierto; Ernesto Estévez Rams, profesor de la facultad de Física de la Universidad de la Habana; Javier Sánchez Guerra, especialista en medios de comunicación; Karima Oliva, sicóloga y Víctor Fowler Calzada, poeta y ensayista. Desde tiempo atrás ya disfrutábamos de los artículos de la querida Graziella Pogolotti en la edición dominical de Juventud Rebelde y de la presencia de intelectuales extranjeros amigos de la Revolución Cubana: el sacerdote brasileño Frei Beto, El semiólogo mexicano Fernando Buen Abad y el filósofo argentino Néstor Kohan.
Un denominador común en todos ellos es que escriben con calidad y compromiso social. De esta manera tenemos los excelentes análisis de Oni Acosta, Guille Vilar y Beatriz Corona quienes no enajenan el hecho musical de un mercado capitalista que lo promueve, además de ahondar en nuestras raíces musicales. A Emmanuel Tornes agradecemos hacer más públicos sus estudios literarios cuando reseña un libro o recuerda el aniversario de un escritor de la literatura universal, al igual que lo hacen Nancy Morejón y Teresa Melo. En el lado de la ciencia Ernesto Estévez Rams nos actualiza sobre los peligros a los que están expuestas la ciencia y la tecnología debido a la vulgarización de estas por los medios hegemónicos de comunicación.
En este mismo sentido un aspecto que llama la atención es la salida de las parcelas de conocimiento particulares de estos profesionales para reflexionar serenamente sobre asuntos que no pueden quedar excluidos de los niveles de análisis de ningún ciudadano cubano en medio de una actualidad urgida de ser asumida con una subjetividad compleja: la innovación tecnológica, el bloqueo a Cuba y sus consecuencias entre las que se encuentra el terrorismo mediático, los escenarios de guerra militar, cultural y económica desatados en países no complacientes con la política imperial, la contaminación ambiental, el daño de las trabas burocráticas que hacen deficiente el tejido institucional de la nación entre otros.
Para muchos de los lectores muy significativo fue cuando el 18 de mayo de 2020 apareció la interesante sección Mindiccionario a cargo de Víctor Fowler, que no ha tenido continuidad, donde se han aclarado términos formados en la práctica cotidiana y enriquecidos por las academias dedicadas a las ciencias sociales y humanísticas: feminismo, biopoder, memes, microagresión etc. En cuanto a los otros autores pudiera señalarse de Teresa Melo: “Cementerio de vanidad” (Granma, 13 de enero de 2022) sobre el cementerio de ropa usada en el desierto de Atacama, “Terratenientes” (Granma, 8 de febrero 2022) de Ernesto Esteves Rams que denuncia la posesión de grandes extensiones de tierras en manos de magnates que poseen el 99% de la riqueza global y las interesantes apreciaciones de Nancy Morejón sobre la exacerbación de las manifestaciones racistas en Estados Unidos a raíz del asesinato de George Floyd.
En estos momentos Cuba necesita de la recontextualización de todo un caudal de saberes acumulados y para ello buscar los medios que coloquen estos saberes en un merecido primer plano. La prensa diaria es una excelente tribuna que contribuye a evitar que la producción de ideas de nuestros profesionales se quede en las oficinas, aulas o en las frías páginas de un informe de investigación y se extienda más allá a la vez que mantiene la sinergia que nunca debe romperse intelectual-pueblo, porque el primero es parte de ese pueblo por el que debe sentir vocación de servicio.
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