Rumbo a cumplir un siglo de construido, el Centro Cultural Palacio de los Torcedores, celebró su aniversario 97 con un espectáculo artístico que contó con la actuación de destacadas figuras del teatro y del pentagrama musical insular; así como la entrega de reconocimientos a organismos, instituciones y trabajadores destacados.
Erigido como la Sociedad de Torcedores de La Habana —con estilo de Renacimiento italiano La primera piedra en la construcción— la primera piedra del levantamiento de este edificio situado en vla barriada capitalina de Cayo Hueso fue puesta el 28 de septiembre de 1924, con la presencia de Carlos Baliño, Alfredo López y Julio Antonio Mella, entre otros reconocidos revolucionarios, para el 14 de julio de 1925 quedar inaugurado en homenaje al Aniversario 136 de la Revolución Francesa, y al primer gran triunfo de la huelga tabacalera conocida de la Moneda Americana efectuada en1907.
Esta entidad, Monumento Nacional, estrechamente relacionada con la historia, la cultura y el movimiento obrero, está asimismo vinculada al Partido Revolucionario Cubano fundado por José Martí entre los tabaqueros de Tampa y Cayo Hueso, pobres y explotados asalariados cuya acción patriótica y clasista le inspiró consideración y fervor patriótico.
Desde hace algunos años convertido por la Central de Trabajadores de Cuba en centro cultural, la efeméride formó parte de las actividades que desarrolla el movimiento sindical en evocación del 26 de Julio, Día de la Rebeldía Nacional y dentro de la programación cultural de este emblemático edificio durante la presente temporada estival.
Durante el acto, celebrado en la sala polivalente de la vetusta edificación situada en la barriada capitalina de Cayo Hueso, el Doctor Elvis Rodríguez Rodríguez, vicepresidente del Instituto de Historia de Cuba (IHC) presentó el libro, en edición digital, Historia del Palacio de los Torcedores, de la reconocida historiadora e investigadora Lucy Bejarano, volumen que se puso a disposición de los presentes.
Tras su intervención, en la que subrayó los valores testimoniales e históricos del volumen, el también investigador recibió de manos de Consuelo Baeza Martín, miembro del secretariado de la CTC Nacional, la condición de Centro Martiano, la cual hará llegar a los 170 colectivos del IHC destacados en todo el país, lauro que se confiere en ocasión del aniversario170 del natalicio del Héroe nacional de Cuba.
El desarrollo ideológico de los trabajadores cubanos, como clase obrera durante la primera mitad del siglo XX, sentó fuertes trincheras, entre las que se destacó el Palacio de Torcedores, donde Julio Antonio Mella ubicó las aulas de la Universidad Popular José Martí, fundada en 1923 con la colaboración de prestigiosos intelectuales y estudiantes universitarios que impartieron clases en este lugar para ayudar a la formación cultural y política de los trabajadores. El claustro de profesores estaba compuesto por personalidades de la talla de Rubén Martínez Villena, Juan Marinello, Sarah Pascual, Gustavo Aldereguía, Alfonso Bernal del Riesgo, José Zacarías Tallet, entre otros hasta completar la cifra de 18 profesores.
Este centro, desde sus inicios, ha estado fuertemente vinculado al arte y la cultura. Allí fueron concurrentes las visitas, actuaciones, conversatorios y charlas de destacados intelectuales y artistas de izquierda que trabajaron al servicio del movimiento obrero y la CTC (Confederación de Trabajadores de Cuba), entre ellos Nicolás Guillen, Félix Pita Rodríguez, Juan Marínelo y Luis Felipe Rodríguez.
Otros hechos patrióticos vinculados con este edificio, fueron la celebración de las honras fúnebres de Rubén Martínez Villena y Aracelio Iglesias.
Vale recordar que en este mismo lugar radicó en 1947 la oficina de Lázaro Peña, para continuar enfrentando, con firmeza y verticalidad de principios, al imperialismo y a los gobiernos auténticos lacayos, que ese año forzaron la división del movimiento obrero cubano e impusieron a Eusebio Mujal y su camarilla en la dirección de la Central de Trabajadores de Cuba.
El espectáculo cultural contó con la actuación de Jerry y su grupo Habana Ritmos, prestigiosa agrupación musical, surgida el 2 de agosto de 1999, perteneciente al catálogo de la Empresa Provincial Comercializadora de la Música y los Espectáculos Adolfo Guzmán y recientemente integrada, como colaboradora, al Proyecto Cultural Palacio de los Torcedores.
Con tres discos grabados con la Egrem, los cuales han tenido gran aceptación entre el público insular y foráneo, el repertorio de esta agrupación incluye diversos géneros musicales, desde el bolero, el son, la guaracha, el cha cha cha, el danzón, la trova, la música campesina, el son montuno tradicional, entre otros que avalan el alto nivel profesional de esta banda.
Asimismo, actuaron la joven y bella cantante Nayu, cuya melodiosa voz ganó palmas de los asistentes; mientras que el reconocido tenor Bernardo Lihilín volvió a impactar con sus limpios registros. Teatro Cimarrón también ofreció lo mejor de su arte escénico, esta vez con la dramatización, a cargo del primer actor Eudy Leslie y Mercedes Hernández, del poema Itán (Historia), de Rogelio Martínez Furé, Premio Nacional de Literatura; texto recreado en un hecho real.
La gala fue ocasión propicia para reconocer la labor de un grupo de trabajadores del Centro Cultural Palacio de los Torcedores destacados en la batalla cintra la Covid-19, los cuales recibieron de manos de Consuelo Baeza el Sello Mérito al Humanismo, la Sensibilidad y la Solidaridad, que otorga por única vez el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Salud y el Ministerio de Salud Pública por el destacado quehacer en el enfrentamiento a la pandemia.
Igualmente recibieron diplomas varias instituciones, personalidades y trabajadores del centro, sobresalientes en el apoyo a la programación cultural, ocasión en que fueron agasajados los mejores trabajadores de la entidad: Juanita Rodríguez Fuentes y Rolando Veranes Téllez; en tanto Lilian González González, miembro del secretariado provincial del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, homenajeó al Palacio de Torcedores con un diploma que recibió el director de la institución, Félix Naranjo Viltres.
Elena Emilia Chagues Leyva, jefa del Departamento de la Esfera de Educación y Propaganda de la CTC, encomió el papel de la Sociedad de Torcedores en la lucha de los tabaqueros, y de los trabajadores cubanos en general, por su plena reivindicación; en tanto significó su trascendencia en el enriquecimiento espiritual de la comunidad de Cayo Hueso, para la cual actualmente tiene diseñada una variada programación que incluye disímiles expresiones del arte, como la música, el teatro, la danza y las artes visuales, entre otras.
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