Para Eduardo Néstor Alfonso Valdés (La Habana, 1973) la satisfacción de fumarse un buen tabaco ha dejado de agotarse en el ritual que sigue al sorbo de café, el aroma que se esparce, las volutas de humo, el sabor agridulce en la boca…

Desde hace algún tiempo prolonga el cuestionado placer siguiendo con el lente de su cámara las cenizas que caen y se amontonan; la sinuosa y fina columna grisácea que se eleva por el aire.

Así lo corrobora  la veintena de fotografías de mediano formato que, bajó el título de Formas, está expuesta desde este martes 3 de noviembre en la Sala Polivalente del Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño, en Luz y Oficios, La Habana Vieja.

Hombre de pocas palabras, Eduardo Néstor disfruta ahora en silencio la incertidumbre de quienes enfrentan las sugerentes imágenes en blanco y negro, empeñados en descifrar las que en ocasiones semejan corales, medusas, guijarros o animales prehistóricos.

Tras un breve paso por la Escuela de Fotografía Creativa de La Habana y  participar en dos exposiciones colectivas, este artista se define por la fotografía macro, esa que permite descubrir nuevas aristas en lo cotidiano, magnificar las texturas, acentuar los contornos.

De igual forma descarta cualquier tipo de manipulación con la imagen, más allá de la que en el revelado digital le posibilite llevar todo el conjunto  de su composición al blanco y negro.

Abierta al público hasta el próximo día 29, Formas se incluye dentro del programa de la octava edición de Noviembre Fotográfico, evento que organiza la Fototeca de Cuba en el mes de su fundación hace veintinueve años, y que alienta muestras de esta expresión artística en todas las instituciones capitalinas vinculadas a las artes visuales.