Cuando en octubre de 2015, Katheryn Elizabeth “Katy” Hudson llegó a La “Ciudad Maravilla”, se convertía en la tercera de las grandes divas estadounidenses que participaba en lo que he venido llamando la “diplomacia pornopop” hacia Cuba [1]. Una edición contemporánea de la diplomacia cultural experimentada por el gobierno y las agencias estadounidenses a mediados del siglo pasado por los Embajadores del Jazz [2].
Es decir, el impulso de los mismos objetivos del Engage Cuba y de su tradicional “promoción democrática”, mediante la instrumentalización esta vez de atractivas y sexualizadas figuras como Katy Perry; construidas por los emporios de la Industria Cultural estadounidense y distantes de cualquier sospecha de su utilización para estos fines políticos. A tal punto efectivas, que el mismísimo Pentágono, cofinanció la costosa producción el videoclip del single “Part of Me” [3] para convertir a la Perry en una bella y patriótica miembro de su ejército e intentar “limpiar” su ensangrentada imagen internacional.
La
multipremiada cantante llegaba justamente una semana después de venderse en
medio mundo el número de Vanity Fair
con las imágenes en La Habana de la
estrella de la sensualidad y la desnudez, la barbadense Rihanna. Ya había venido Beyoncé en abril del 2013.
Lo hacía en la cima de su popularidad, después de su participación en el medio tiempo del Super Bowl- y en medio de su gira internacional The Prismatic World Tour, pero aquí tuvo además del “placer más exótico de experimentar los colores de Cuba”, la posibilidad de interactuar brevemente con su pueblo y con su cultura. Y con ella hubo también un people to pueblo, un Perry to CENESEX y un Colmenita a Katy.
La cantante y compositora era ya bien conocida por los jóvenes cubanos, por su atractiva figura, exótica vestimenta y lo pegajoso de sus temas. Algo conocido por los asesores de Obama, seguidores del teórico del “poder inteligente” Joseph S. Nye, quien ha argumentado sobre el poder de la “atracción” y “la seducción” para este tipo de estrategias de dominación [4].
Melcolcha técnicamente estructurada por sus productores para volverse adictivas. Pese a –o tal vez por- frases tan “liricas” como las de su “Peacock”: “¿Eres lo suficientemente macho como para dejarme ver tu pavo real?/ ¿A qué estas esperando?/ es hora de enseñarlo,/ No seas el típico hombre vergonzoso,/ seguro que es preciosa,/ Venga chico, déjame ver lo que escondes ahí debajo…”.La de su “Hot n'cold”: “Cambias de opinión,/ como una chica cambia de ropa/ Sí tú, PMS (premenstrual syndrome)/ como una zorra/ lo sabría…” O la de “Dressin' up”: “Quieres acariciar a mi gatito, / Eres un perro sucio. / Es tu noche de suerte, porque estoy en el estado de ánimo, /Me siento picante, me siento verdadera traviesa. / Elija una parte, suéñala. / Una zorra oscura, una Lolita…”
"Sintiéndome como Lolita", escribió como pie de la provocativa foto en la que aparece en ropa interior y que publicó a inicios del 2015 a través de su cuenta oficial de Twitter. Así reitera su predilección por la trama y el personaje de Lolita un film basado en la novela homónima de Vladimir Nabokov, que trata sobre la obsesión y la relación erótica-sexual de un depravado hombre de mediana edad con su hijastra de 12 años.
La Perry como el resto de las estrellas del pornopop ha venido tejiendo multimediáticamente la sexualización de su imagen y añadiéndole valor de cambio en el mercado. De modo que si a inicios del 2014, “causó furor” con su su bikininis, su lencería negra y su sexy topless en las páginas de la edición estadunidense de la revista masculina GQ; en junio del 2015 fue superior el impacto de la serie de fotografías pertenecientes a una campaña de la marca Moschino, publicadas por la propia artista en su cuenta de Instagram y en las que mostraba más carnalmente las partes más eróticas de su bello cuerpo.
Como parte de este entramado mercantil-corporativo, la icono del pop ha servido su imagen para el marqueting de otras mercancías, entre ellas fragancias con nombres tan peculiares como Purr (Maullido), Meow! (Miau!) y Killer Queen (Reina asesina). Este último, como el título de los temas de la legendaria banda inglesa Queen, compuesto por el ídolo de la Perry, Freddie Mercury, y cuya letra relata la historia de una mujer de clase alta que trabaja como prostituta.
Y ya se sabe que esa postura de “gata”, y la poca vestimenta que caracteriza muchas de las apariciones de Katy Perry- como las otras estrellas del pornopop- tienen sus raíces en el vodevil y el burlesque americano. Un fenómeno cultural que transformó la escena estadounidense, al sexualizar cualquier tipo de espectáculo a razón del consumo de las mujeres como objeto de deseo, presentadas en actos y rutinas eróticas y que transformaron a larga las técnicas de mercadeo.
Resulta entonces la Perry otro instrumento para la banalización, la despolitización y el control de las mentes del público joven. Funcional también para la diplomacia pop-cultural, que en la estrategia de smart power para Cuba, se ha diseñado por los Think Tank del Imperio. Estrategia que comparten el actual presidente y la candidata por el partido demócrata Hillary Clinton [5] a quienes ha manifestado su apoyo la seductora embajadora [6].
1. Ver de j. A Téllez, Las Obama´s girls en La Habana, Rebelión, ( 2016)
2. https://www.arts.gov/NEARTS/2006v2-all-jazzed-2006-jazz-masters-awards/cool-jazz-and-cold-war.
3. Ver de Jon Illescas, A Katy Perry le gusta trabajar con el Pentágono, Rebelión (2013).
4. Ver de Joseph S. Nye, Jr. http://publicdiplomacymagazine.com/soft-power-and-cultural-diplomacy/
5. Hillary Clinton al asumir como Jefa del Departamento de Estado (13/1/2009) expresó: “Debemos usar lo que ha sido llamado smart power, la gama completa de herramientas a nuestra disposición, tanto diplomáticas, económicas y militares, como políticas y culturales; escogiendo la herramienta más acertada, o la combinación de las mismas, para cada situación. Con el smart power, la diplomacia será la vanguardia de la política externa”, http://www.cbsnews.com/stories/2009/01/13/politics/main4718044.shtml
6. http://www.melty.es/katy-perry-eva-longoria-y-christina-aguilera-unidas-por-la-politica-a182789.html

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