Humor, sátira, ironía, es lo que rezuma Los gordos no flotan, primera exposición personal que realiza el joven tunero Dorian Daniel Agüero, abierta hasta comienzos de noviembre próximo en la sala Polivalente del Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño, en Luz y Oficios, La Habana Vieja.

Asomadas desde nueve estridentes lienzos, que van del pequeño al gran formato, las imágenes de simpáticas vacas, pintadas al óleo y humanizadas en sus atuendos o conductas, nos remiten a primera vista a diversas actitudes de nuestros conciudadanos, satirizándolas de forma condescendiente.

Según explicó el artista a Cubarte, desde hace algunos años enfoca su trabajo en el establecimiento de analogías entre este cuadrúpedo y las personas, a partir de la significación que para los cubanos el mismo ha alcanzado, desmarcándose del resto de los que integran la fauna nacional.

De tal suerte, la vaca le ha servido para aludir a diferenciaciones sociales y económicas, en tanto quienes aquí tienen acceso a su carne, detentan un poder adquisitivo por encima de la media.

Asimismo señaló que el título: Los gordos no flotan, se relaciona tanto con el modo en que popularmente se vincula a una persona obesa con determinado consumo de alimentos, de proteínas; como al hecho de que las heces que contienen un elevado contenido de fibra animal, van al fondo en un medio líquido.

Graduado de pintura en la Academia Profesional de Artes Plásticas de Las Tunas y alumno del quinto año de diseño escenográfico en la Universidad de las Artes, Dorian ha participado en tres exposiciones colectivas en la capital.

Dos de ellas durante la pasada XII Bienal de La Habana: Una como parte del proyecto Detrás del muro y  la otra, abierta también de forma colateral, en la galería Miramar 601. Actualmente exhibe la titulada Gasolina, en el Museo del Ron, junto a Frank D. Valdés.