Los Insurgentes del Abya Yala


los-insurgentes-del-abya-yala

El ciclo audiovisual Miradas desde Abya Yala, en la Casa de las Américas, presenta este miércoles 25 de marzo a las tres de la tarde el documental Insurgentes, del boliviano Jorge Sanjinés. Según el propio cineasta, se trata de “una reflexión sobre el proceso sociopolítico que experimenta hoy la sociedad boliviana, al rescatar del olvido oficial a personajes y sucesos que fueron excluidos de la memoria colectiva nacional”.

Durante más de cuatro décadas, el cineasta boliviano ha sido reconocido por su producción audiovisual y ensayística. En el mapa del cine latinoamericano, Sanjinés no solo es el autor de La nación clandestina (1989), Concha de Oro en San Sebastián, sino además, el creador, junto al grupo Ukamau, de una singular postura estética y narrativa para representar en pantalla el universo indígena.

Como han hecho con sus planos secuencia, documentalistas y críticos de todos los países de la región y de distintas generaciones han devorado y hecho sus propios apuntes a partir de Teoría y práctica de un cine junto al pueblo (Siglo XXI, 1979), un libro en el que Sanjinés apunta que el carácter social de su producción cinematográfica es el que “dignifica” sus películas.

A partir de esa base ética, el cine de Sanjinés también ha sido praxis política.

Es conocido que su película Yawar Mallku (Sangre de cóndor, 1969), una denuncia a las esterilizaciones no consentidas de mujeres campesinas en la zona del Lago Titicaca por parte de los cuerpos de paz estadounidenses, consiguió abrir una investigación oficial por parte del gobierno boliviano y que, finalmente, los ocupantes fuesen expulsados del país andino.

Insurgentes (2012) es su última producción junto al Grupo Ukamau. Rescata a los héroes indígenas que se enfrentaron al poder y lograron cambios importantes para la sociedad boliviana, aunque sus figuras fueron silenciadas por la historia oficial. El director afirma que fueron estos insurgentes los que cimentaron la historia del pueblo indígena boliviano y que esto permitió que en 2006 llegara a la presidencia Evo Morales.

“La sociedad blanco-mestiza boliviana tiene que entender que la mayoría de su país es indígena. Y que los indígenas poseen una cultura revolucionaria mucho más avanzada que la occidental. En varias de mis películas muestro que en el mundo andino las relaciones se dan primero como ‘nosotros’ y después viene el ‘yo’. Un joven campesino piensa primero en su comunidad y luego en su deseo. En la comunidad Aymara no hay diferentes, todos son iguales. Entonces los que tenemos un origen blanco debemos aprender de los indígenas, respetarlos y finalmente integrarnos”, ha dicho el cineasta.

Esta película, no obstante, ha recorrido varias de las más importantes plazas cinematográficas del mundo, y no pocas ciudades de Occidente. Sus casi 90 minutos han conseguido involucrar, por tanto, no solo a la “sociedad blanco-mestiza” de su país, sino a muchísimas otras sociedades del mundo.


0 comentarios

Deje un comentario



v5.1 ©2019
Desarrollado por Cubarte