“Los procesos de la Cultura…”. Reseña de aprendizajes


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La voluntad de aprender nos hace humanos. Entonces, quienes organizan, coordinan y auspician procesos de aprendizaje distinguen su desempeño profesional con un profundo humanismo.

Investigan y socializan las dinámicas culturales contemporáneas. Convocan a otros que lideran realidades en transformación. Provocan la libre y responsable expresión de experiencias y criterios. Sistematizan y asumen desde la ciencia tendencias, necesidades, aciertos, desatinos y propuestas.

“Los procesos de la Cultura: de la creación al consumo” fue el tema elegido. La forma organizativa: ciclo de encuentros para el debate.

Participaron en su identificación especialistas del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello y profesores del Centro Nacional de Superación para la Cultura. Invitaron a directivos, expertos e interesados, reconociendo como escenarios a las dinámicas humanas que configuran, en su realización, procesos culturales.

Acudieron a esta convocatoria quienes, desde la sensibilidad generadora de posibilidades y compromisos, reconocieron en ella una oportunidad para el intercambio profesional, el reconocimiento y el aprendizaje.

La idea a debatir: ¿cómo impacta la economía al desarrollo de los procesos de creación, producción, distribución y consumo, en las particularidades de cada manifestación de las artes, la literatura y la gestión del patrimonio cultural?

Se hicieron registros de audio en todas las sesiones, con el consentimiento informado de panelistas y participantes. La intención: socializar, multiplicar, publicar, para poner lo expuesto y debatido al alcance de otros y provocar la extensión de los análisis, más allá del espacio académico.

La presentación de ideas que sirvieron para promover el intercambio estuvo a cargo de especialistas de reconocida experiencia en los temas tratados, quienes expusieron sus puntos de vista y dejaron abiertas las posibilidades para la reflexión crítica acerca de nuestras prácticas y para la valoración de alternativas enfocadas al mejoramiento de las mismas.

Los expertos que compartieron saberes y vivencias fueron los siguientes en cada una de los encuentros:

- 1era sesión: Introducción al ciclo de encuentros para el debate.

Yamile Deriche de la Universidad de las Artes; Tania García, Beatriz Pérez y Yisell Rivero del Instituto Cubano de Investigación Cultural “Juan Marinello”.

- 2da sesión: Música.

Johannes Abreu y Martha Bonet de Colibrí; Rudy Mora, realizador de cine y televisión; Joaquín Borges Triana, investigador, profesor y periodista; Gloria Ochoa del Instituto Cubano de la Música.

- 3era sesión: Libro y literatura.

Edel Morales, escritor y representante del Instituto Cubano del Libro; Sigfredo Ariel Pérez Guedes, escritor y editor; Néstor del Prado Arza por la Editorial Academia; Rafael de la Osa Díaz a nombre de Cubarte.

- 4ta sesión: Danza.

Ismael Albelo, investigador, profesor y crítico; Guido Gali, de la compañía Danza Abierta; Reinaldo Hernández por el Centro de Danza de La Habana; Daysy Stable, directora del Teatro Mella; Gisela González y Noel Bonilla del Consejo Nacional de las Artes Escénicas.

- 5ta sesión: Teatro

Eberto García, investigador, gestor y profesor de la Universidad de las Artes; Osvaldo Doimeadios, actor y director; Carlos Celdrán, director de Argos Teatro y profesor; Blanca Felipe, profesora e investigadora; Pedro Franco, director del grupo teatral El Portazo.

- 6ta sesión: Artes Visuales.

Rafael Acosta de Arriba, especialista del Instituto Cubano de Investigación Cultural “Juan Marinello”, crítico y curador; Manuel López Oliva, investigador, crítico y creador de las artes visuales; Rigoberto Mena y Harold López, también creadores.

- 7ma sesión: Artesanía.

Surnai Benítez, asesora de la presidencia del Fondo Cubano de Bienes Culturales; Dámaso Crespo, presidente de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas; Evidio Perdomo, creador y premio Fiart.

- 8va sesión: Artes audiovisuales.

Magda González Grau, directora de audiovisuales y profesora de la Universidad de las Artes; Inti Herrera, productor y realizador; Tania Delgado, especialista en distribución.

- 9na sesión: Patrimonio cultural.

Carmen Corral, especialista del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural.

Algunas ideas interesantes debatidas en las jornadas de intercambio se reseñan a continuación, como botón de muestra que sintetiza la diversidad de perspectivas sometidas al análisis, desde necesidades reconocidas y potencialidades a legitimar (1):

  • … El ciclo económico de la cultura se extiende desde la creación pasando por la producción, la promoción, la distribución, hasta el consumo. Es un ciclo complejo porque intervienen una amplia gama de actores que establecen redes de relaciones de distintos tipos. Se dan a la vez diversos procesos: creativos, económicos, de derecho, de gestión de recursos materiales, financieros y humanos. Sus características dependerán si se trata de un producto o un servicio; si es un bien único o de producción industrial; de la modalidad a través de la cual llega al consumo
  • … es por ello que, el acto creativo no se convierte en un acontecimiento cultural hasta que no llega al consumo y su mensaje es recibido.  Esa condición nos obliga a estudiar el ciclo de la reproducción completa en cada manifestación artística.
  • La creación no depende de que se le puedan asignar fondos, porque es una obra del espíritu. Por lo tanto, la disyuntiva es o promovemos la creación y fortalecemos la industria cultural en Cuba, o perdemos el patrimonio cultural cubano. Lo que se decide desde la Economía de la cultura no son las relaciones monetario- mercantiles de bienes y servicios culturales, sino la promoción y preservación del patrimonio cultural de nuestra nación. 
  • Internet forma parte de las cadenas de distribución y no puede ser ignorada para lograr mayor socialización de la creación cultural. El grado de profundidad y extensión de las prácticas culturales digitales impone acciones decisivas para mantener la presencia de la cultura cubana.
  • La producción se caracteriza por la aplicación de los conceptos de particularidad, calidad total, segmentación y excelencia… son cuatro conceptos básicos a la hora de expresar el proceso creativo en cualquiera de las artes.
  • Los procesos de creación y producción van cada vez más unidos y muchos de nuestros artistas han aprendido a liderar esos procesos, facilitados por la aplicación de tecnologías modernas de la información y las telecomunicaciones, pero en lo fundamental es la capacidad de aprendizaje para lograr insertarse en los mercados mundiales y hemisféricos a través de todos los medios a su alcance.
  • … el auge y necesidad de los estudios de consumo responde a la enorme importancia que tiene la formación de las representaciones colectivas de las identidades, las formas prácticas de producir y de compartir determinados significados…
  • La música cubana, como expresión universal a través de la promoción de los valores que identifican la cubanía, es un sector representativo de la diversidad cultural, de su movimiento creativo y por ello la sostenibilidad de las industrias culturales de la música necesita un mayor desarrollo a nivel nacional y regional en América Latina y el Caribe.
  • Las transformaciones en los modelos de negocio del sector cultural en el contexto global son muy dinámicas y complejas en estos tiempos, debido a la impronta de la aplicación de las nuevas tecnologías. Estas emplean nuevas formas, medios y vías en la creación, demanda nuevos soportes para la reproducción y consumo y generan nuevos productos musicales, todo lo cual genera tensiones en el sistema de relaciones tradicionalmente establecido.
  • … el valor económico del libro y la literatura se crea en el espacio mismo de la creación. Es ahí donde está el valor que hace diferente al producto libro de cualquier otro producto, como puede ser en cualquier otra manifestación de la cultura. Esa posibilidad de combinar la lógica cultural más profunda dentro de un sistema que lo haga sustentable y viable, es lo que puede hacer, en términos económicos, rentable el sector y hacerlo culturalmente valioso.
  • Resulta muy necesario tener entonces una política de asignación de los fondos que se corresponda con esa responsabilidad dual de desarrollar la cultura nacional y hacerlo de manera que contribuya al desarrollo económico.
  • En los proyectos hay una parte que nunca alcanzamos que es la evaluación del impacto que tiene todo el proceso creativo en la sociedad, y hacerlo a partir de su función de construir valores, que es lo fundamental de la cultura, pero también para generar ingresos, porque nosotros vivimos de todas las riquezas naturales y creadas.
  • … hemos inventado modos alternativos de producción que para muchos son los modos de gestión que no aparecen en los catálogos, ni en los manuales, ni en los estudios teóricos de la gestión cultural, sino que es aquello que pasa por la filosofía de nuestro invento cotidiano, unido a otro fenómeno que se ha ido ampliando en los últimos tiempos que es, las formas de gestión no amparadas por un marco jurídico, claro, preciso, orgánico, legal.  La producción cultural desde la sociedad, emerge a partir de una amplitud de convocatoria que con el respaldo de instituciones, organizaciones no gubernamentales, embajadas, institutos culturales y sociales, etc., que tienen representación nacional y/o internacional en nuestro país y otras muchas fórmulas, diversas que pueden surgir, para que junto a las instituciones del Estado asuman todo el peso de lo que tenemos que llevar a todo el país, a través de nuestros espectáculos, en nuestras producciones.
  • … muchas de las fronteras creativas que hace diez o quince años se establecían para el trabajo del actor, en el teatro, el cine o la televisión, hoy se han borrado… Las fronteras en los medios y en el arte se han ido desdibujando, así como la manera de clasificar las cosas. Para los actores es fundamental eso, pero es muy rico para los directores que trabajan con actores con muchas experiencias y eso también da otros grados y calidades al trabajo. Todo parte según experiencias compartidas, de entender que la capacidad de producción determina el potencial estético.
  • El sector no estatal puede contribuir en el respaldo a los procesos creativos para que existan laboratorios teatrales, porque el teatro da sus señales y tiene que hacerse un teatro bueno.
  • El arte es dialógico, como el conocimiento y es intersubjetivo… El arte no tiene necesariamente que ver ni con lo ornamentado ni con lo colorido, ni con la supuesta seducción de una determinada visualidad sentida, de un espacio sensible, ese otro tipo de comunicación que tanto necesita la modernidad.
  • El espacio del arte es el de la libertad, del riesgo, son cuestiones importantes para los programadores, las instituciones, para todas las personas que de alguna manera ejercen el criterio cultural. No sólo es el crítico el que legitima; al final es un creador con un criterio propio. Es todo un tejido el que legitima. Todo el mundo ejerce el oficio de criterio, la institución también, no sólo los críticos.
  • Graziella Pogolotti decía que para ejercer el criterio cultural, primero tienes que ser testigo, después encontrar las claves fundamentales de los procesos. No se encuentran estas claves si no indagas y exploras, si no te metes en los procesos, en las prácticas artísticas. La práctica artística es artesanía y viceversa. El arte no se clasifica, pero las prácticas artísticas sí, se trata de fijar la mirada en lo que emerge. Es importante ser polémico, pero no ser antagónico, porque tú estás en el mismo tiempo del otro. Quienes hacen el tejido cultural fundamental son los creadores y el público.
  • A veces la gente situada en su propia experiencia no ve lo que puede aportar, ni tampoco lo que puede y necesita recibir.
  • El depositario primero de las obras de valor de un país es el coleccionista nacional. En casi todos los países del mundo las obras de arte se disparan a través de los coleccionistas de un país, no siempre de los artistas, porque los coleccionistas son como una especie de filtro de valoración. Existe en Cuba desde el punto de vista de valor, muchas atribuciones al arte y estas entran en contradicción con el arte como entidad social, el arte como entidad educacional, como transporte ideológico, como objeto de posesión cultural.
  • … se plantea equivocadamente que el mercado es el rostro visible del capitalismo y eso tiende a grandes confusiones. Toda sociedad, de cualquier sistema político, necesita del mercado. El mercado es una mediación.  No la única ni la más importante, pero existe. Puede decirse que el mercado es un creador de falsa jerarquía porque el mercado no establece jerarquías culturales sino tendencias en las decisiones de compra y venta, pero tampoco se puede negar que es un espacio de promoción y de divulgación de la obra de arte.
  • En la artesanía se han ido produciendo movimientos de revalorización. Organismos internacionales como la Unesco han hecho un trabajo muy importante respecto a la concientización de la importancia de la artesanía, vista no sólo como un objeto tradicional inanimado, un objeto para un museo, sino de la artesanía como algo vivo que interactúa en la sociedad contemporánea, como algo que puede aportar beneficios desde el punto de vista económico; y sobre todo por su reconocimiento de la identidad, de los valores que porta desde el punto de vista estético.
  • … los artesanos pueden ser creadores-productores. Creadores en el sentido de la innovación, de las experiencias que pueden aportar, y pueden ser reproductores de ideas y de formas que vienen por la vía de la tradición… la tradición reconoce a las ferias artesanales como un tipo de mercado tradicional… Por otra parte, gana auge la aplicación de las nuevas tecnologías en el diseño de la artesanía, reto que hay que enfrentar con procesos de inversiones de indudable envergadura.
  • La legitimación de la artesanía, como la legitimación del arte quizás tiene dos tipos de espacios que no funcionan si no están como en una balanza, en absoluto equilibrio. Por un lado, la comercialización digna y por el otro la promoción.
  • El audiovisual tiene una ventaja con respecto a las otras manifestaciones, porque una de las batallas culturales e ideológicas se libra en estos momentos en el audiovisual…
  • … las vías de consumo de las obras audiovisuales son múltiples, diversas e incontrolables y cada consumidor se hace su propia programación de audiovisuales, de lo que quiere ver y nadie puede controlar o detener eso.
  • … el cine, el audiovisual, es una industria que a diferencia de otras manifestaciones artísticas trae consigo la intervención de muchas personas en la cadena productiva, desde el creador hasta los luminotécnicos y donde hay muchas aristas que considerar, ya sea desde el punto de vista creativo, legal o comercial.
  • … todos los debates culturales pasan por la identidad de la nación. Por ello las políticas culturales juegan un papel fundamental en la promoción de todas las manifestaciones artísticas reconociendo sus peculiaridades. En este contexto, el rol de la institución cultural es fundamental y por ello necesita producir los procesos de introspección que le permitan innovar sus mecanismos, fuentes e instrumentos para el diseño y aplicación de esas políticas.
  • … para enfrentar la realidad, hay que tener el diagnóstico de esa realidad. Precisamente este conocimiento es el que nos permite decir dónde estamos y construir juntos para dónde queremos ir. En economía ese diagnóstico es fundamental, porque las nuevas tecnologías que abaratan determinados procesos, encarecen lo que se convierte en excepción y esto puede parecer una contradicción, pero no lo es. En economía la tecnología que se abarata se generaliza y hay una cosa que se llama economía de escala y la hace más barata, por lo tanto, la que se queda como excepción, multiplica el costo. Atrasarse, también tiene un costo en términos económicos.
  • Afortunadamente el patrimonio está protegido y legalmente hay un marco ético y jurídico con normas y metodologías, pero no es del suficiente dominio de directivos y especialistas que lo tienen en su área de responsabilidad.  Ello afecta el ejercicio de sus funciones y ha tenido que pagarse altos costos por ello. La pérdida de patrimonio se refleja tanto por su valor cultural como económico, en tanto son activos de la nación cubana. En ambos ámbitos es menester conocer cuáles son sus múltiples significados para poder asumir su protección en toda su magnitud.
  • … la Unesco ha identificado como patrimonio cultural intangible, lo que venía llamándose en América Latina patrimonio cultural vivo y que los ancestros llamaban folclore o cultura popular tradicional. Cuba tiene un inmenso potencial y aporta recursos financieros. Cuando haces un análisis estadístico, ese presupuesto que da el estado cubano para apoyar el sector cultura es creciente, y valdría preguntarse cuánto se dedica a salvaguardar esas expresiones raigales de la nación que forman parte de su acervo cultural. Muchas de esas expresiones raigales que de un modo u otro nos identifican, sean de estirpe aborigen, hispánica, africana, o china, pareciera que no siempre tienen el nivel de salvaguarda adecuado y tal vez estemos talando las raíces de la nación.

En resumen, nueve jornadas de encuentros para el debate; nueve oportunidades para el intercambio de criterios entre protagonistas de procesos que definen las dinámicas culturales del país; nueve ocasiones en que testigos interesados y comprometidos aprehendieron de las vivencias y construyeron de conjunto nuevas experiencias de aprendizaje para transformar sus realidades.

Por ahí anda en camino un libro, que verá la luz más temprano que tarde, aunque ya haya perdido su inmediatez. Vendrá con análisis y reflexiones, como valores agregados al testimonio de los encuentros. Tal vez se acompañe del registro en audio de aquellas jornadas…

Lo importante será compartir la experiencia que generó esta crónica. Lo importante será procrear nuevos participantes, multiplicar los intereses alrededor de los modos en que la economía de la Cultura, en todas sus aristas, impacta las dinámicas que atraviesan a los procesos culturales que, desde las manifestaciones de las artes, la literatura y el patrimonio definen la impronta del desarrollo social. Lo importante será potenciar el compromiso humanista en la búsqueda de caminos que hagan cierta nuestra contribución a la prosperidad sostenible que tanto necesitamos.

 

 

Nota:

(1) Tomadas de las transcripciones realizadas a partir de los registros de audio efectuados.


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