La colección Veintiuno le ha publicado antes sus novelas: La niña, el corazón y la casa y Veladuras. En La niña, el corazón y la casa, la propia autora nos cuenta: “La niña esperó un beso. Y cuando la madre se lo dio, la niña pidió otro. Uno más, para que me dure hasta el domingo. Tina, resignada, se despidió de su hermano Pedro. De ese modo están ahora las cosas”. La niña, el corazón y la casa relata cómo una niña logra dar un giro a la herencia familiar, las historias de abandono de su madre y su abuela, a partir de las conmovedoras relaciones que crea con su hermano, un chico con síndrome de Down. Una escritura poética y taciturna que la crítica considera el signo definitivo de María Teresa.

En tanto que en Veladuras, a través de una especie de monólogo, Rosa, una joven de dieciocho años, cuenta dolorosos acontecimientos a una doctora (interlocutor que nunca vemos). La novela Veladuras está marcada por retrospectivas que van develando al lector, desde la visión fragmentada y confusa de la muchacha que, debido a una traumática historia familiar, se ha quedado sola en el mundo. Pero no todo es tristeza. Rosa encuentra consuelo en una iglesia, haciendo veladuras, técnica mediante la cual se reparan imágenes de santos, y poco a poco su alegría va reapareciendo: “Si al alma de uno le fuera bien hacerle veladuras, seguro que lo que duele se pondría opaco y no se sufriría más”.

Benjamino, por su parte, también publicado por Gente Nueva como álbum es una fábula donde el protagonista, una especie de Meñique, un niño muy pequeñito, tiene que ingeniárselas para salvarse de un lobo y salvar a otros. Finalmente el lobo termina burlado mientras el lector se ha divertido con el hilo de la acción.

María Teresa siempre sorprende a sus lectores. Si alguna vez pensé que Un árbol florecido de lilas era mi texto preferido por su carga poética y altruista mensaje de amor, uno de sus más recientes libros, Clara y el hombre en la ventana, me conmovió de tal modo al escuchar cuando alguien lo leía magistralmente, que al instante me saltaron las lágrimas. Cuenta la historia de una niña que siempre pasa por un lugar donde ve a un anciano asomado a una ventana. La pequeña va entablando una estrecha relación de diálogo con el solitario y poco a poco va descubriendo su esencia develando sus misterios hasta que un día llega la bien guardada confesión, el secreto de vida de aquella persona taciturna y amable que siempre le presta hermosos libros: “Cuando era joven tenía un amor, un muchacho que arreglaba el jardín… A veces íbamos hasta el arroyo. En ese entonces no me daba miedo la luz… pero él se fue y yo no tuve coraje para irme con él”.

— ¿Qué quiere decir coraje?

—Coraje es el valor para vivir como uno cree.

Clara se marcha cuando la noche acecha pero aquella palabra queda volando sobre su mente. El hombre la llama, ha olvidado el libro de hoy, pero Clara se aleja y entonces… un final inesperado que nos llena de alegría y asombro, como cierre magistral a este maravilloso álbum ilustrado en el que la autora nos demuestra, una vez más, su preocupación por el ser humano.

Durante casi treinta años, María Teresa Andruetto ha dedicado su labor a niños y jóvenes, desde la docencia, la promoción y la literatura. La Editorial Gente Nueva también ha publicado su álbum El caballo de Chuang Tsu, ilustrado por su compatriota Istvansch, un regalo a la vista que imita los caracteres asiáticos en un relato de corte tradicional y de honda moraleja.

Vale agregar que, nacida el 26 de enero de 1954 en Arroyo Cabral, provincia de Córdoba, Argentina, es egresada de la carrera de Letras, de la Universidad Nacional de Córdoba y ejerció paralelamente el Periodismo y la docencia en el nivel medio y superior en diversas instituciones. A su magnífica creación, María Teresa Andruetto agrega una extensa hoja de servicio público materializada en miles de acciones como haber contribuido a fundar y formar parte del equipo docente y ejecutivo del CEDILIJ (Centro de Difusión e Investigación de la Literatura Infantil y Juvenil), Córdoba, entre los años 1984 y 1995. Entre 1986 y 1996 fue secretaria de redacción de la revista Piedra Libre, publicación especializada en literatura infanto-juvenil del CEDILIJ. 

Entre otros libros para niños y jóvenes, merecen recordarse: Misterio en la Patagonia. Buenos Aires, Editorial Libros del Quirquincho, 1994; Historia de Nato y el caballo que volaba. En colaboración con Perla Suez. Buenos Aires, Aique Grupo Editor, 1993; Un árbol florecido de lilas. Córdoba, Editorial Nuevo Siglo, 1995; Huellas en la arena. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1997; Stefano. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1997; Dale Campeón! Córdoba, Sicornio Editorial, 2000; La mujer vampiro. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2001; El país de Juan. Madrid, Editorial Anaya y entre sus obras para adultos, además del teatro y la poesía, figuran varios volúmenes de ensayos como La revolución de la lectura. 

Entre sus premios y distinciones destacan: Beca Fondo Nacional de las Artes en el rubro Creación Literaria (1985); Mención Concurso Latinoamericano de Cuentos para Chicos “El Pajarito Remendado”, de Ediciones Colihue, por su cuento “¡Dale Campeón!” (Buenos Aires, 1988); Mención “Libro de Poesía” en el Concurso Argos de Poesía, de la Editorial Argos, por su libro Réquiem. (Córdoba, 1991); Mención Concurso Latinoamericano de Cuentos para Chicos “Un Millón de Pajaritos en Vuelo”, de Ediciones Colihue, por su cuento “Un árbol florecido de lilas” (Buenos Aires, 1993); Primera Mención en el Concurso Latinoamericano de Cuentos Cocorí por su cuento “No es fácil encontrar una piedra” (San José de Costa Rica, Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, 1992) y Beca de perfeccionamiento en Literatura infantil/juvenil (Munich, Alemania, Internationale Jugendbibliothek, enero a marzo de 1993).