Con motivo del Aniversario 120 de la caída en combate de nuestro Héroe Nacional José Martí y del inicio de la Guerra de Independencia de 1895, dio inicio en la sede del Centro de Estudios Martianos (CEM), en esta capital, el Coloquio Internacional “La guerra necesaria. Organización e inicio”, evento co-auspiciado por la Unión Nacional de Historiadores, el Movimiento Juvenil Martiano, el Instituto de Historia de Cuba y la Sociedad Cultural José Martí.
Presidido por el doctor Armando Hart Dávalos, director de la Oficina del Programa Martiano y presidente de la Sociedad Cultural José Martí, el evento sesionará hasta el próximo viernes 15 y durante él estudiosos, académicos e investigadores cubanos y de otros países, tendrán la oportunidad de profundizar, intercambiar y debatir en diversos aspectos ?reunidos en cerca de 125 ponencias?, relacionados con la vida y la obra del más universal de los cubanos y de su inagotable vigencia para todos los tiempos. Entre las temáticas fundamentales podrían citarse las relacionadas con el Partido Revolucionario Cubano, el papel de unión entre los cubanos del periódico Patria y la caída en combate del Apóstol.
Asimismo, entre las intervenciones más relevantes están: “El legado de José Martí: palabra y pensamiento”, a cargo del doctor Pedro Pablo Rodríguez; la presentación de la visita virtual “Ámbito Martiano en Cuba”, de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, y “La Guerra del 95 y el equilibrio de las Américas”, del Msc René González Barrios, presidente del Instituto de Historia de Cuba.
Al inaugurar la reunión la doctora Ana Sánchez Collazo, directora del CEM, destacó el legado de nuestro José Martí, en especial, cuando alertó acerca del peligro que representa para Cuba y nuestra América el desarrollo y expansión del gigante de las siete leguas, “la importancia de la unidad para enfrentar todos los obstáculos, la fuerza del ejemplo, de la virtud, su ética, su doctrina del amor triunfante ¡Maestro, cuán vigente es vuestro legado, y cuánto necesitamos continuar profundizando en su estudio para enfrentar los desafíos del presente con autoctonía y creatividad! ¡Y es que Martí sigue siendo nuestra brújula ¡”.
Por su parte el doctor Ibrahim Hidalgo subrayó en su intervención que “el respeto que nos inspira Martí exige de nosotros todo el rigor y el esfuerzo argumentativo que seamos capaces, sin facilismos ni apelaciones a supuestas opiniones autorizadas por infalibles. Nuestro propósito es aportar nuevos conocimientos, algo temido por el dogmatismo, el burocratismo y la torpeza (…) Esto dificulta el trabajo de quienes hacemos el trabajo o labor investigativa y divulgativa sin concesiones a determinadas tendencias a simplificarlo todo para, supuestamente, hacerlo más asequible a las grandes mayorías cuando, en realidad, y como expresase Ernesto Che Guevara al referirse al llamado Realismo socialista: “Se busca entonces la simplificación, lo que entiende todo el mundo, que es lo que entienden los funcionarios”.
Enfatizó el también Premio Nacional de Historia en la razón fundamental que ejemplifica el trabajo por parte de todos aquellos dedicados al estudio y la obra de José Martí, “los que debemos asumir actitudes consecuentes con sus enseñanzas; eliminar de nuestras mentes y de nuestras prácticas cotidianas cualquier manifestación de egoísmo o de falta de honestidad intelectual”.
Acerca de ella el doctor Hidalgo recalcó que “constituye una condición esencial para nuestra labor. Sobre nuestros trabajos concluidos o en proceso debemos asumir que la utilización de una idea, de un criterio o de una referencia ajenos, deben ser consignados con toda claridad, así como las fuentes de donde proceden, sean libros, revistas, periódicos u otros. Lo expuesto es esencialmente válido para las obras finalizadas, hayan sido publicadas o no. Proceder de este modo constituye la más fehaciente prueba de nuestra honestidad intelectual, al igual que una demostración de la confianza en nuestras interpretaciones y conclusiones”.
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