“La Francofonía, es ese humanismo integral que se va tejiendo alrededor del mundo”.
Leopold Sedar Senghor
Para el intelectual y estadista senegalés Leopold Sedar Senghor todo estaba claro, se trataba de advertir que las palabras no eran suficientes, en correspondencia, se requería de hechos. Actos de unificación, de mixturas y unidad ante la fragmentación. Aunque de forma paradójica, será el mismo proceso de descolonización africana y asiática quien posibilita que la francofonía se convierta en una nueva realidad. Hecho que se sitúa en un más allá de la adopción del francés como lengua oficial, al lado de lenguas originarias de aquellos pueblos que venían de ganar su libertad. Es así como la francofonía se devela como pórtico abierto al diálogo entre distintas culturas y modos de vivir.
En 1969, en la Conferencia de Niamey, en Niger, se reúnen los presidentes Leopold Sédar Senghor, de Senegal; Hamani Diori, de Niger; Habib Bourguiba, de Túnez, Norodom Sihanouk, de Camboya y André Malraux, en aquel entonces ministro de cultura francés. La idea de crear una comunidad internacional basada sobre la lengua se volvía realidad, dando lugar en 1970 a la creación de la Agencia de Cooperación Cultural y Técnica.
Aunque se registra que la primera vez que se habló de francofonía fue al final de siglo XIX en los escritos de Onésime Reclus. Geógrafo francés, gran defensor del imperio colonial de Francia; para él, la francofonía representa la mejor apuesta del país galo en el juego de las fuerzas que se pelean el mundo en ese momento y en el cual el factor lingüístico es esencial. Reclus se interesó al proceso colonial y acuñó el concepto de francofonía para designar las regiones del mundo en las cuales se había arraigado el francés como lengua.
Ahora, desde el entendimiento de la francofonía como metáfora cultural, como deriva del árbol cuya raíz originaria es la lengua francesa, ella emerge cual cúmulo de identidades con valores tan propios que pueden estar encontrados (derechos humanos contra saberes tradicionales). En ese sentido, llama la atención cómo el concepto humanista asociado a la francofonía busca desbordar sus frisos lingüísticos y políticos, para devenir modulación de valores universales y expresión de las muchas identidades socioculturales de los grupos que la componen.
Hoy por hoy, cuando la lengua es una realidad viva que cambia tras la experiencia colectiva de los grupos que la hablan y practican, la utilización de una misma lengua no significa en sí una similitud de identidades, mejor pensémosla como esa gran red abierta al diálogo y a los encuentros más diversos. Es así que la agenda cubana del mes de la Francofonía 2024, se muestra en la pluralidad de sus ofertas para públicos dirigidos y para todas y todos los públicos.
El diario del evento ha sido tejido en común entre las embajadas de varios países francófonos radicadas en Cuba y nuestras instituciones (Ministerio de Cultura, sus Consejos e Institutos; Oficina del Historiador de la Ciudad (OHC), varias de sus casas museos y centros culturales; la Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad de La Habana y el Instituto Superior de Relaciones Internacionales.
La Francofonía y los quehaceres que la asociación emprende, en tanto espacio de cooperación multilateral, persigue el fomento de la lengua francesa y la diversidad cultural y lingüística; el acompañamiento educativo, la formación, la enseñanza superior y la investigación. Y es a partir de estos ejes temáticos fundamentales que, la programación cultural y académica que se presenta en la edición de 2024, del 03 al 28 de marzo en La Habana y Santiago de Cuba, procura el fortalecimiento entre todas las partes organizativas y auspiciadoras asociadas.
Marzo en Francofonía 2024, en el contexto de la práctica del idioma francés y de la amplia programación artístico, cultural y académica que, desde la Alianza Francesa de Cuba, en sus sedes habanera y santiaguera, se torna un tejido de mundo tal como lo deseara Leopold Sedar Senghor. Al tiempo que observamos el principio de una visión esencialista del idioma francés que evoluciona de manera progresiva hacia una perspectiva variacionista de la lengua y su vectorización como práctica activa dentro del entramado cultural cubano, lo que la hace mucho más interesante en el contexto de la enseñanza y el aprendizaje del francés, así como en la difusión artística del mundo francófono a lo largo de nuestra isla.
Marzo en Francofonía 2024, ofrecerá conciertos, conferencias, exposiciones, performances, debate de ideas, cabarets poéticos, encuentros y fórums temáticos. Urdimbre configurada a través de la generosa y comprometida cooperación cultural multilateral. La Habana dará la bienvenida a la cantautora y pianista suizo-nigeriana Afra Kane, quien tendrá a su cargo el concierto inaugural de la agenda 2024 desde la sala teatro del Museo Nacional de Bellas Artes; junto a ella, una pléyade de jóvenes y consagrados creadores musicales cubanos del Fondo de Arte Joven. El gestor cultural y alto funcionario francés Xavier North, delegado general por muchos años para la lengua francesa, presentará su trabajo de curaduría científica para la exposición permanente de la Ciudad Internacional de la Lengua Francesa en Villers-Cotterês, abierta en 2023. Frédéric Dumond quien, en el terreno pluridisciplinar del arte contemporáneo como en el de la poesía, se vale de la antropología y la lingüística para cuestionar las relaciones entre el mundo y el lenguaje, propone performances, exhibiciones fotográficas y de serigrafías, recitales poéticos y talleres de creación de alfabetos, etc., nos acercará a lo más actualizado de su quehacer en Francia y otras latitudes. Viajará hasta Santiago de Cuba la extraordinaria muestra “Entre los géneros y los mundos, Enriqueta Favez”. Concursos de ilustraciones infantiles, muestras de historietas belgas y de Quebec, textos francófonos ejemplares, compartirán con creadoras y creadores cubanos, con todos los públicos.
De la convocatoria poética de Alex Pausides y sus invitados; de música de Eme Alfonso, de Mario Rivera o de los estudiantes de la ENA con sus colegas canadienses. De Fábrica de Arte a la Casa Víctor Hugo; del Centro Cultural Dulce María Loynaz a Vitrina de Valonia; del Museo Napoleónico a la Basílica de San Francisco de Asís; de los salones de la Alianza Francesa en el Palacio de Prado y sus casas en las calles J y G, del Vedado habanero, hasta la santiaguera Casa Dranguet, el mes de marzo 2024 se volverá centro anchuroso de confluencias para certificar que “la Francofonía, es ese humanismo integral que se va tejiendo alrededor del mundo”.
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