El Embajador de la República Dominicana en Cuba, Excmo. Sr. Joaquín Gerónimo Berroa, impartió una conferencia titulada Abril entre dos fuegos, ante un numeroso auditorio reunido en la capitalina sede del Centro de Estudios Martianos (CEM).
“El triunfo de la Revolución cubana en Enero de 1959, junto al ascenso político nacional e internacional de Fidel Castro Ruz, devinieron un nuevo escenario de conflicto con el imperio del Norte para aquel momento dueño y señor de toda América (…) Ya antes en Guatemala hubo necesidad de mostrar los dientes de la CIA y usar el garrote contra el Gobierno democrático de Jacobo Arbenz, en 1954. En el caso de Cuba, había que aplicar la misma política”, expresó.
“Para entonces, ya Juan Bosch había captado con su fino olfato político la realidad de los nuevos tiempos, aunque no lograba captar todavía hasta qué punto estaba comprometida la democracia en el Caribe y en toda América Latina con el imperialismo norteamericano”, afirmó para reseñar a continuación la importancia histórica del mes de abril en la historia de los pueblos cubano y dominicano. Para Cuba, el triunfo de todo un pueblo y su Revolución contra el Imperialismo norteamericano al infligirle su primera gran derrota en América en menos de 72 horas, y para el hermano pueblo dominicano el triunfo de la insurrección cívico-militar que dio inicio a la Revolución de Abril de 1965 o Guerra Patria, uno de los sucesos más relevantes de la historia política y social de ese país caribeño.
El Diplomático rememoró que hace 52 años, el 24 de abril de 1965, se sublevaron los campamentos militares 16 de agosto y 27 de febrero --ubicados al este de Santo Domingo--, y simultáneamente miles de dominicanos salieron a las calles con el objetivo de restablecer el gobierno constitucional del presidente Juan Bosch (1). Ese día, un grupo de oficiales creó el Comando Militar Revolucionario encabezado por los coroneles Vinicio A. Fernández Pérez, Giovanni Gutiérrez Ramírez y Francisco Alberto Caamaño Deñó. Este último, líder del movimiento cívico-militar Los militares patriotas comandados por Caamaño asaltaron la Intendencia del Ejército Nacional, mientras otras agrupaciones militares ocuparon la ciudad de Santo Domingo.
Una vez que la insurrección popular logra deponer el gobierno del triunvirato, el 25 de abril, reunido el Congreso Nacional y restaurada la Constitución, fue juramentado y posesionado un gobierno constitucional transitorio presidido por el doctor Rafael Molina Ureña. A su vez, al verse derrotados, un grupo de generales dirigidos por Elías Wessin y Wessin, por órdenes del gobierno norteamericano, realizaron bombardeos aéreos en horas de la tarde el Palacio Nacional, donde se encontraba el presidente Molina y su gobierno, dando inicio a la denominada Guerra Patria.
Cuatro días después de la victoria popular dominicana, el entonces mandatario norteamericano Lyndon B. Johnson ordena invadir la República Dominicana con 42 mil marines en la denominada Operación Power Pack, con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y bajo la excusa de “no permitir otra Cuba en el Caribe”. Dicha invasión y ocupación estadounidense --la segunda en menos de 50 años a la isla caribeña--, duró poco más de un año y en ella fueron masacrados miles de dominicanos.
“Cuba fue el primer país que levantó su voz para condenar la invasión militar norteamericana en Santo Domingo. Hay que decir más: la posición firme y enérgica de Cuba en la ONU denunciando la intervención imperialista, fue lo que determinó que Estados Unidos utilizase la fuerza demoledora de su ejército para tomar a sangre y fuego la zona constitucionalista. El precio hubiese sido la destrucción de la Ciudad Primada de América, porque los heroicos combatientes del coronel Caamaño estaban dispuestos a caer bajo los escombros de la ciudad, antes que entregar el último espacio de soberanía de la República en Armas”, resaltó el Embajador de la Nación caribeña.
Subrayó a continuación que “el calendario está lleno de días gloriosos para todos los pueblos. La Rosa de Martí se puede cultivar en junio como en enero, pero este Abril de primavera ardiente, entre Girón y Santo Domingo, estará siempre presente allá y aquí. Como ejemplo del coraje y la dignidad de nuestros dos pueblos (…) Es nuestro deber abrir todos los caminos al entendimiento y la búsqueda de la paz entre las naciones. Sin embargo, no podemos soslayar el hecho cierto de que este presente de turbulencia política global se parece cada vez más a aquellos aciagos días del inicio de la Guerra fría. Cada vez menos fría, cada vez más amenazada la paz para nuestros pueblos (…) Aunque debiera entenderse que en el mundo de hoy –que no es el de hace cincuenta años--, ningún estado es lo suficientemente fuerte como para defender o destruir a los demás, sin provocar su propia vida”.
En sus conclusiones, el Representante diplomático recordó algunos párrafos del “controvertido ensayo de Geopolítica, escrito hace cincuenta años” por el profesor Bosch titulado: El Pentagonismo, sustituto del Imperialismo, en el que el Líder dominicano destacó el surgimiento en Estados Unidos de una macro-estructura fundamentada en la industria de la guerra, lo que empezó a ser denominado entonces y denunciado después, como complejo financiero militar industrial. El Pentagonismo devenía así en una especie de nuevo supra-poder transnacional asociado a las fuerzas militares de los países sometidos a la hegemonía imperial. Dispone de una fabulosa maquinaria de guerra.
“Es por ello que los acontecimientos del presente nos obligan a reflexionar sobre éstas y otras ideas que deberíamos recuperar desde los viejos archivos”, afirmó para destacar que “la conclusión de Bosch sobre el tema viene cargada de optimismo y revestida del más puro ideal humanista (…) Es en el corazón humano y no en la capacidad destructora de una bomba donde está la respuesta a las angustias de los pueblos (…) La Historia no llama a dividir a la gente, sino a alertarla a no cometer los mismo errores”.
Finalmente, la doctora Sánchez Collazo entregó al Embajador dominicano el último número de la revista Anuario Martiano, órgano del CEM, además de una Rosa blanca, símbolo martiano de la amistad y hermandad entre los pueblos de nuestra América.
Con el ministro Consejero Alberto Caamaño, hijo del General Francisco Caamaño Deñó.
¿Cómo valoraría la posición política de su padre en el momento actual en el que la extrema derecha latinoamericana trata nuevamente de usurpar el poder, y cuando Estados Unidos pretende continuar teniendo a América Latina como su "patio trasero" y esfera de influencia geopolítica para seguir actuando –como así lo ha hecho durante más de dos siglos--, como la potencia hegemónica indiscutible?, fue
la interrogante del Periódico digital Cubarte en entrevista exclusiva dirigida a Alberto Caamaño.
“Hoy se está reeditando la situación de aquel Abril de 1965 en mi país, momento en el cual la Organización de Estados Americanos (OEA) está jugando un papel nefasto –como siempre lo ha hecho--, al atacar a Venezuela, y responder así a su posición como Ministerio de Colonias del Imperio. Es por ello que el ejemplo del general Caamaño, de lo que sucedió durante la Revolución de Abril en República Dominicana resulta tan importante en estos momentos. Es otra lección de la Historia latinoamericana escrita por nuestros pueblos, para que tanto la derecha que trata de emerger en estos momentos, como el Imperio que la apoya y subvenciona, se percaten que nuestros pueblos son capaces de rebelarse. Venezuela está dando un valiente ejemplo en estos momentos. Si queremos que América Latina sea un mundo de paz, tampoco puede surgir una guerra o contienda bélica como único camino para la liberación de nuestros pueblos. Este es el legado que nos deja la Revolución de Abril”.
“Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estamos ahí, en sus narices. ¡Y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de los Estados Unidos! ¡Y que esa Revolución socialista la defendemos con esos fusiles! ¡Y que esa Revolución socialista la defendemos con el valor con que ayer nuestros artilleros acribillaron a balazos a los aviones agresores!...Compañeros obreros y campesinos: Esta es la Revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes”. (Fidel Castro (16 de Abril de 1961).
“El Caribe comenzó a ser frontera imperial cuando llegó a La Española la primera expedición conquistadora, que correspondió al segundo viaje de Colón. Eso sucedió el 27 de Noviembre de 1493. El Caribe seguía siendo frontera imperial cuando llegó a las costas de la antigua Española la última expedición extranjera, la norteamericana que desembarcó en Santo Domingo el 28 de Abril de 1965”. (Juan Bosch (1965)
(1) Bosch fue el primer presidente elegido democráticamente luego del ajusticiamiento de Rafael Leonidas Trujillo, dictador impuesto por Estados Unidos en 1930 y gobernante hasta el 30 de mayo de 1961. Por su parte Bosch fue derrocado el 27 de septiembre de 1963 por una conspiración del Estados Unidos a través de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la oligarquía y la jerarquía eclesiástica dominicana.
“El triunfo de la Revolución cubana en Enero de 1959, junto al ascenso político nacional e internacional de Fidel Castro Ruz, devinieron un nuevo escenario de conflicto con el imperio del Norte para aquel momento dueño y señor de toda América (…) Ya antes en Guatemala hubo necesidad de mostrar los dientes de la CIA y usar el garrote contra el Gobierno democrático de Jacobo Arbenz, en 1954. En el caso de Cuba, había que aplicar la misma política”, expresó.
“Para entonces, ya Juan Bosch había captado con su fino olfato político la realidad de los nuevos tiempos, aunque no lograba captar todavía hasta qué punto estaba comprometida la democracia en el Caribe y en toda América Latina con el imperialismo norteamericano”, afirmó para reseñar a continuación la importancia histórica del mes de abril en la historia de los pueblos cubano y dominicano. Para Cuba, el triunfo de todo un pueblo y su Revolución contra el Imperialismo norteamericano al infligirle su primera gran derrota en América en menos de 72 horas, y para el hermano pueblo dominicano el triunfo de la insurrección cívico-militar que dio inicio a la Revolución de Abril de 1965 o Guerra Patria, uno de los sucesos más relevantes de la historia política y social de ese país caribeño.
El Diplomático rememoró que hace 52 años, el 24 de abril de 1965, se sublevaron los campamentos militares 16 de agosto y 27 de febrero --ubicados al este de Santo Domingo--, y simultáneamente miles de dominicanos salieron a las calles con el objetivo de restablecer el gobierno constitucional del presidente Juan Bosch (1). Ese día, un grupo de oficiales creó el Comando Militar Revolucionario encabezado por los coroneles Vinicio A. Fernández Pérez, Giovanni Gutiérrez Ramírez y Francisco Alberto Caamaño Deñó. Este último, líder del movimiento cívico-militar Los militares patriotas comandados por Caamaño asaltaron la Intendencia del Ejército Nacional, mientras otras agrupaciones militares ocuparon la ciudad de Santo Domingo.
Una vez que la insurrección popular logra deponer el gobierno del triunvirato, el 25 de abril, reunido el Congreso Nacional y restaurada la Constitución, fue juramentado y posesionado un gobierno constitucional transitorio presidido por el doctor Rafael Molina Ureña. A su vez, al verse derrotados, un grupo de generales dirigidos por Elías Wessin y Wessin, por órdenes del gobierno norteamericano, realizaron bombardeos aéreos en horas de la tarde el Palacio Nacional, donde se encontraba el presidente Molina y su gobierno, dando inicio a la denominada Guerra Patria.
Cuatro días después de la victoria popular dominicana, el entonces mandatario norteamericano Lyndon B. Johnson ordena invadir la República Dominicana con 42 mil marines en la denominada Operación Power Pack, con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y bajo la excusa de “no permitir otra Cuba en el Caribe”. Dicha invasión y ocupación estadounidense --la segunda en menos de 50 años a la isla caribeña--, duró poco más de un año y en ella fueron masacrados miles de dominicanos.
“Cuba fue el primer país que levantó su voz para condenar la invasión militar norteamericana en Santo Domingo. Hay que decir más: la posición firme y enérgica de Cuba en la ONU denunciando la intervención imperialista, fue lo que determinó que Estados Unidos utilizase la fuerza demoledora de su ejército para tomar a sangre y fuego la zona constitucionalista. El precio hubiese sido la destrucción de la Ciudad Primada de América, porque los heroicos combatientes del coronel Caamaño estaban dispuestos a caer bajo los escombros de la ciudad, antes que entregar el último espacio de soberanía de la República en Armas”, resaltó el Embajador de la Nación caribeña.
Subrayó a continuación que “el calendario está lleno de días gloriosos para todos los pueblos. La Rosa de Martí se puede cultivar en junio como en enero, pero este Abril de primavera ardiente, entre Girón y Santo Domingo, estará siempre presente allá y aquí. Como ejemplo del coraje y la dignidad de nuestros dos pueblos (…) Es nuestro deber abrir todos los caminos al entendimiento y la búsqueda de la paz entre las naciones. Sin embargo, no podemos soslayar el hecho cierto de que este presente de turbulencia política global se parece cada vez más a aquellos aciagos días del inicio de la Guerra fría. Cada vez menos fría, cada vez más amenazada la paz para nuestros pueblos (…) Aunque debiera entenderse que en el mundo de hoy –que no es el de hace cincuenta años--, ningún estado es lo suficientemente fuerte como para defender o destruir a los demás, sin provocar su propia vida”.
En sus conclusiones, el Representante diplomático recordó algunos párrafos del “controvertido ensayo de Geopolítica, escrito hace cincuenta años” por el profesor Bosch titulado: El Pentagonismo, sustituto del Imperialismo, en el que el Líder dominicano destacó el surgimiento en Estados Unidos de una macro-estructura fundamentada en la industria de la guerra, lo que empezó a ser denominado entonces y denunciado después, como complejo financiero militar industrial. El Pentagonismo devenía así en una especie de nuevo supra-poder transnacional asociado a las fuerzas militares de los países sometidos a la hegemonía imperial. Dispone de una fabulosa maquinaria de guerra.
“Es por ello que los acontecimientos del presente nos obligan a reflexionar sobre éstas y otras ideas que deberíamos recuperar desde los viejos archivos”, afirmó para destacar que “la conclusión de Bosch sobre el tema viene cargada de optimismo y revestida del más puro ideal humanista (…) Es en el corazón humano y no en la capacidad destructora de una bomba donde está la respuesta a las angustias de los pueblos (…) La Historia no llama a dividir a la gente, sino a alertarla a no cometer los mismo errores”.
Finalmente, la doctora Sánchez Collazo entregó al Embajador dominicano el último número de la revista Anuario Martiano, órgano del CEM, además de una Rosa blanca, símbolo martiano de la amistad y hermandad entre los pueblos de nuestra América.
Con el ministro Consejero Alberto Caamaño, hijo del General Francisco Caamaño Deñó.
¿Cómo valoraría la posición política de su padre en el momento actual en el que la extrema derecha latinoamericana trata nuevamente de usurpar el poder, y cuando Estados Unidos pretende continuar teniendo a América Latina como su "patio trasero" y esfera de influencia geopolítica para seguir actuando –como así lo ha hecho durante más de dos siglos--, como la potencia hegemónica indiscutible?, fue
la interrogante del Periódico digital Cubarte en entrevista exclusiva dirigida a Alberto Caamaño.
“Hoy se está reeditando la situación de aquel Abril de 1965 en mi país, momento en el cual la Organización de Estados Americanos (OEA) está jugando un papel nefasto –como siempre lo ha hecho--, al atacar a Venezuela, y responder así a su posición como Ministerio de Colonias del Imperio. Es por ello que el ejemplo del general Caamaño, de lo que sucedió durante la Revolución de Abril en República Dominicana resulta tan importante en estos momentos. Es otra lección de la Historia latinoamericana escrita por nuestros pueblos, para que tanto la derecha que trata de emerger en estos momentos, como el Imperio que la apoya y subvenciona, se percaten que nuestros pueblos son capaces de rebelarse. Venezuela está dando un valiente ejemplo en estos momentos. Si queremos que América Latina sea un mundo de paz, tampoco puede surgir una guerra o contienda bélica como único camino para la liberación de nuestros pueblos. Este es el legado que nos deja la Revolución de Abril”.
“Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estamos ahí, en sus narices. ¡Y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de los Estados Unidos! ¡Y que esa Revolución socialista la defendemos con esos fusiles! ¡Y que esa Revolución socialista la defendemos con el valor con que ayer nuestros artilleros acribillaron a balazos a los aviones agresores!...Compañeros obreros y campesinos: Esta es la Revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes”. (Fidel Castro (16 de Abril de 1961).
“El Caribe comenzó a ser frontera imperial cuando llegó a La Española la primera expedición conquistadora, que correspondió al segundo viaje de Colón. Eso sucedió el 27 de Noviembre de 1493. El Caribe seguía siendo frontera imperial cuando llegó a las costas de la antigua Española la última expedición extranjera, la norteamericana que desembarcó en Santo Domingo el 28 de Abril de 1965”. (Juan Bosch (1965)
(1) Bosch fue el primer presidente elegido democráticamente luego del ajusticiamiento de Rafael Leonidas Trujillo, dictador impuesto por Estados Unidos en 1930 y gobernante hasta el 30 de mayo de 1961. Por su parte Bosch fue derrocado el 27 de septiembre de 1963 por una conspiración del Estados Unidos a través de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la oligarquía y la jerarquía eclesiástica dominicana.
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